A TRAVÉS DEL TIEMPO

VERDADERAS INTENCIONES

Shion hizo su aparición en el momento menos indicado, causando problemas para el moreno; quien casi le rogaba a Shaka que no dijera nado o sabía que entonces su vida peligraría y las cosas con la diosa se complicarían.

-Patriarca es un asunto entre Seiya y yo, pero no debe de preocuparse por nada.-El caballero de virgo prefería dejar las cosas entre dos.

-Así es Shion, son cosas entre los dos y no son tan importantes.- Seiya no deseaba permanecer nervioso.

-Confiaré en ustedes; pero les recuerdo que si de Athena se trata me interesaría saber mas.- El peliverde los dejo solos, no sin  antes dedicarle una mirada de advertencia a los presentes.

-Seiya no pienses que lo que vi lo dejare pasar, pero con él es mejor no meterse. Por otro lado creo que deberías pensar las cosas o de lo contrario es seguro que la vas a perder y quizá no sea por mi causa o por algo que yo diga, ya que hay mucha gente que no se va a callar lo que vea.- Shaka sonaba relajado pero su apariencia era dura e impenetrable.

-Shaka yo la amo y lo último que deseo es lastimarla pero tampoco me pidas que controle a la gente para que no se me acerque demasiado.- Pegaso no lucía molesto pero si muy serio; ya se sentía harto de lo mismo era igual a recordarle que no podía caminar.- Te recuerdo que no puedo salir corriendo.-Eso último sonó muy seco.

-No quise ofenderte ni mucho menos recordarte tu convalecencia.- El rubio sonaba sincero.

- Te prometo que no voy a lastimarla. Ahora voy con ella, necesito saber que este bien.- El moreno salió en busca de su novia.

Seiya iba entrando a la habitación pensando en todo lo que había ocurrido momentos antes y sobre si debería hablar con la pelilila; pero su mente se liberó al ver a la diosa intentando quitarse el vestido pero con demasiada dificultad, gracias a sus manos heridas que la lastimaban con cada intento. Seiya se acercó muy despacio a la chica para ayudarla, esta volteo de repente al sentir las manos del moreno, pero las preocupaciones desaparecieron luego de mirar el café oscuro de aquella mirada que le encantaba.

-¿Que haces aquí?-Saori preguntó muy tranquila.

- Vine a verte, quiero estar contigo; como ves me entere de lo que te paso y no puedo evitar preocuparme por ti.- El caballero estaba sereno pero lucía como si algo lo estuviera aplastando.

-¿Te ocurre algo?

-Nada, es solo que tengo miedo de perderte a causa de todo lo que ha pasado. Saori yo te amo y no quiero que dejes de amarme. Te pido que confíes en mi.- La mirada de ambos estaba prendida, sus ojos brillaban mas que el fuego; había pasado tanto tiempo desde que la pareja se miró de esa forma.

- Confio en ti, Seiya.- Seguido de esto la pelilila se dio la vuelta, con cuidado levanto su cabello descubriendo su espalda.

-¿Puedo?-Seiya prefirió preguntar antes de que malinterpretara las cosas.

Una vez que la chica asintió, el caballero comenzó a bajar el cierre de su vestido con delicadeza, y asi  la espalda de la pelilila quedó desnuda, el moreno besó la parte mas baja de su espalda; provocando que la chica se estremeciera y mas de algún vello de su cuerpo se erizara, las manos de este acariciaron la espalda de la pelilila; quien se volteó para quedar de frente y asi despojarse de su vestido, que al caer mostró a Seiya el cuerpo de Saori, la chica se sentó en las piernas de su amado para unir sus labios a los de su pegaso, enredó su mano en el cabello; mientras ambos se dejaban llevar por el momento.

- Espera Saori, yo no puedo.- Pegaso alejo un poco a su novia, estaba algo avergonzado.

-¿Que te pasa?-La pelilila parecía preocupada por las palabras del chico.