A TRAVÉS DEL TIEMPO

CONTINÚAN LAS TERAPIAS

-Bien entonces espero ¿que me expliques que ocurría entre Shaka y tu?-Seiya lucía bastante molesto, miraba la chica con molestia.

-Entre Shaka y yo no pasó nada,  solo deseaba averiguar algo sobre su vida e intentó huir, así que lo quise detener y nos caímos. Además creo que no tengo porque decirte nada, ya que tu haces cosas peores.-Shaka sintió que sin duda un abomba explotaría ahí.

-Ya te dije que no fue mi culpa, en cambio como se que lo que me dices es cierto.-Pegaso aun continuaba pisando la herida.

-Es la verdad, yo no te mentiría.-La pelilia deseaba que su novio le creyera, pero entonces entendió que necesitaba arreglar las cosas pues ambos se estaban comportando muy inmaduros por situaciones iguales.-Seiya necesitamos hablar claro, sin peleas absurdas; con sinceridad.

-¿No tengo idea de por que dices eso?-Seiya continuaba hablando muy altanero y grosero.

-Estas situaciones son tontas, si tanto tu como yo dijimos la verdad sobre lo que ocurrió; deberíamos creernos y parar de pelear por tonterías. Seiya, yo te amo y no deseo que este tipo de situaciones nos separen, cuando podemos ignorarlas; yo admito que me equivoque, fui una celosa de lo peor, debí creerte y no dejar que mi mente se llenara de cosas sin sentido.-La pelilila hablaba con la mayor sinceridad posible.

-Saori, entiendo tu postura sin embargo prefiero que tomemos un tiempo para pensar las cosas; si tanto tu como yo continuaremos con esos celos no llegaremos a ningún lado y solo nos lastimaremos.-Pegaso giro su silla y salió sin decir mas; la diosa solo vio que se fue bajando la mirada que pronto se llenó de lagrimas, las cuales cayeron al suelo provocando que Shaka e Hyoga se lamentaran la situación.

Toda la noche la diosa se quedó en vela, llorando por lo que ocurría; sentía que había arruinado todo, sin duda su edad no ayudaba a la situación; intentaba olvidar todo cuando se levantaba para ver a sus hijos, pero las lagrimas solo caían sobre los bebés cada que los tenía en brazos; para Seiya la noche fue muy parecida, durmiendo en otra habitación contempló las estrellas hasta que estas se escondieron con los rayos de Sol, solo para recordar la noche mas hermosa que había vivido al lado de su princesa.

Ya en la mañana Seiya se levantó temprano para las terapias con la doctora, la cual notó enseguida que aunque todo iba bien con los ejercicios la actitud del moreno no era la misma del día anterior; no obstante Seiya prefirió no hablar del tema y liberar todo lo que sentía en el tratamiento. Ese día además de los ejercicio anteriores la doctora agrego otro mas, que consistía en estar acostado bocabajo y flexionar el pie hasta que ya no pudiera, las repeticiones fueron varias por media hora; al final del día el caballero ya estaba muy cansado, sin embargo no deseaba parar; necesitaba algo que lo mantuviera ocupado y alejado de la pelilila.

-Oye,¿ya me dirás que ocurre contigo?-La rubia volvió a cuestionar, estaba dispuesta a que le dijera para ayudarlo.

-No es nada, mejor hay que continuar.

-Seiya, ya habíamos terminado unos minutos antes y tu deseaste continuar; pero ya es suficiente. ¿Dime que te ocurre?¿En que te ayudo?-La doctora le tomó la mano, en señal de afecto.

-Son cosas personales.

-Soy tu doctora y tu salud emocional también influye, así que ya sabes.-La rubia se sentó a un costado de este tomando subiendo su mano hasta sus labios para besarla delicadamente; entonces Seiya se inquieto un poco por la acción de la doctora.

-Creo que mejor hay que terminar ya, sabes estoy cansado.

-¿Pero creí que deseabas continuar? En fin no tengas miedo, yo te voy  a consentir y no tengas miedo por lo que hago, solo deseo darte el mejor trato.-La rubia se levantó colocándose detrás de este, acariciando sus oídos y al final dando un beso en la mejilla antes de irse. Para el moreno no fue algo tan malo, pero de igual manera se dio cuenta de que no podía seguir con eso, así que decidió prometerse no volver a hacerlo.

Saori pasó gran parte de la mañana en su habitación, a penas y comió algo; la pelilila intentaba estar al cien pero solo podía dar un 10% para lo que tenía que hacer, todos habían notado que algo le ocurría aunque nadie se atrevía a cuestionarla; a pesar de esto Marin aprovechó que tenía que ayudar a esta con los niños para hablar con ella.

-Saori, sabes creo que deberías conversar con alguien sobre lo que te aflige.-Marin estaba siendo lo mas comprensible posible para comprender que le sucedía.

-Marin la verdad no tengo ganas de hablar.

-Pero Saori, te sentirás mejor cuando saques eso que te inquieta.-El águila estaba dispuesta a sacarle la información.

-Sinceramente hablar no creo que arregle las cosas. eso necesita mucho mas que solo hablar, pero tampoco tengo idea de que sea lo que se necesita.-Saori comenzaba a hablar pero no de manera clara.

-¿Puedes confiar en mi?-Marin insistía.

-Los problemas con Seiya son cada vez peor, yo estoy muy celosa por la doctora y por como la defiende tu alumno, además no podemos hablar sin discutir. No se que hacer.-Saori tenía la mirada baja intentando encontrar una solución.

-Bueno los celos son normales y no te culpo, pero creo que lo mejor es darle tiempo al tiempo, para que la cosas estén claras en la cabeza de cada uno. Conozco a Seiya y te apuesto que él tampoco desea estar peleado contigo, sin embargo esta molesto y no puede ver las cosas con claridad.-La amazona no sabía como reaccionar ante la situación de la chica, pero lo que si conocía era a su alumno y su comportamiento.

-Espero que tengas razón, porque de verdad me duele mucho como reacciona luego de que yo le he demostrado cuanto lo amo.-Las lagrimas estaban a punto de escaparse de sus ojos pero quería ser fuerte.

-Tienes que entender que ambos se han comportado de forma inadecuada y por eso mismo se han herido de forma profunda; ahora solo queda esperar.

Mas tarde la pelilila se quedó dormida, después de que su hija estuviera llorando por un buen rato; cuando por fin consiguió que se durmiera el efecto fue recíproco, llevándola a un sueño profundo donde ella esperaba que las cosas volvieran a la normalidad, para que cuando despertara todo estuviera como antes. Mientras la chica estaba soñando, el caballero de pegaso sintió que debía de ver a sus hijos y a su princesa; Seiya entró a la habitación con sigilo esperando que la chica no se diera cuenta y en efecto estaba durmiendo, acercó su silla a la cuna de sus hijos para verlos dormir plácidamente, era una escena bastante bella para él, sin embargo por inercia voltea a ver a la pelilila, con ese mismo instinto que lo llevó ahí le pide que se aproxime a la chica; como si esta lo llamara, lo necesitara; al mirarla se maravilla aun mas con su belleza, su inocencia,su calidez;acaricia su rostro lamentándose los recientes acontecimientos ocurridos entre ambos.

-Perdóname princesa, yo jamas he deseada hacerte mal; creo que nos precipitamos demasiado con la relación, ambos somos muy jóvenes para enfrentar nuestras acciones pero estas ya han alcanzado un enorme giro. Necesito tiempo para concentrarme en mis problemas, sin dejar de lado a los niños; pero ten por seguro que esto no significa que deje de amarte.-Las palabras de chico fueron casi como un susurro sellándose con un beso lleno de amor.