A TRAVÉS DEL TIEMPO

DECLARACIÓN

Seiya siguió a Tatsumi hasta el jardín donde en efecto estaba Saori sentada en una mesa, mirando hacia el horizonte; Seiya de pronto pensó que era hermosa a la luz del Sol que se reflejaba sobre su cabello lila, haciéndola perecer modelo de anuncio; pero antes de que siguiera maravillándose con su belleza sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del mayordomo de la mansión quien lo obligo a reaccionar con un fuerte grito.

-¿Acaso no oíste pegaso?¿Saluda a la dama, como se debe?

-No importa Tatsumi esta bien y por favor déjanos a solas.-Aunque al mas fiel sirviente le costo trabajo no desobedeció a su ama, retirándose con una reverencia.

-Hola Saori,¿como amaneciste?-El pegaso como le decía el mayordomo lucía bastante atontado o mas bien demasiado impresionado por la chica enfrente de él.

-¿No piensas sentarte?-La pelilila lo saco de sus pensamientos, pero no se molesto al contrario estuvo agradecido de que fuera ella.

-Saori yo tengo que decirte ya lo que siento, no puedo callarlo y espero que tu hagas lo mismo.

-Seiya antes que nada tengo que decirte que se con exactitud que dirás y sabes que no puedes hacerlo, eso es ir en contra de los dioses.

-Pero Saori no me batees antes de decirte nada. Mira a mi no me interesa jugarme el todo por el todo, solo por ti, no me interesaría poner en riesgo mi vida por lo que siento y se que de igual menera sientes. Saori Kido yo te amo, estoy dispuesto a ser el hombre que necesitas y mas aun el caballero en quien siempre podrás confiar.¿Quiero darte esto?-De uno de sus bolsillos saco un pequeño oso de peluche con una rosa en sus manos, intentando no emocionarse la pelilila mordía su labio inferior dudando de sus actos siguientes.

-Gracias Seiya, es muy lindo.

-No te has fijado en su rosa ¿verdad?-La chica casi simultáneamente volteo a ver el objeto que le recomendó el caballero, en efecto no se había percatado que en las manos del oso ademas de la rosa tenía un pequeño papel enrollado, esta lo abrió para ver que con tinta roja decía "¿QUIERES SER MI NOVIA?"; la chica quedó anonadada y luego unas lagrimas cayeron por sus mejillas.-No, no Saori no llores te juro que ese no era mi propósito.

-No Seiya estas lagrimas son de emoción, estoy muy,ay Seiya no se que decir.

-Pues di que si y me harás muy feliz.

-Seiya yo no quiero lastimarte, no deseo que corras peligro pero no puedo negar lo que siento. Si Seiya acepto ser tu novia.-Tanto él como ella estaban asimilándolo, pero antes de cualquier cosa se acercaron para besarse como si dos imanes se tratara; sus labios se unieron con fuerza, con ternura, separándose de la misma manera.-Espera Seiya no puede ver Tatsumi, mejor vamos a mi habitación y sirve que guardo este pequeño.-Señalo al peluche que todavía estaba entre sus manos.

La pareja subió a la habitación de esta, en cuanto estuvieron arriba Seiya se sentó en la cama, mientras la chica guardaba su regalo; el chico razonó que esa era la primera vez que estaba en su habitación, la cual era bastante bonita pues parecía completamente de mujer, las paredes eran lila claro, su cama tenía colchas de color azul rey, en medio estaba otro peluche; un conejo muy peludo, Seiya no pudo evitar tomarlo pues le resulto curioso, pero Saori se lo quito.

-Oye no agarres lo que no es tuyo.-Mas que regaño parecía un juego.

-Lo siento princesa es solo que es bonito.

-No te creas, fue un regalo de mi abuelo.

-Debe tener ya bastante tiempo.

-Si, pero es el único juguete que aun conservo.

-Oye me puedo acostar sobre tu cama,¿cierto?-Seiya comenzó con los juegos.

-Si, claro que puedes pero solo no la destiendas.

-¿Y si te acuestas conmigo?-Los ojos de la chica se abrieron como plato.

-Aquí estoy bien gracias.-Pero el chico la jalo hacia él, cayendo encima aunque detuvo el impacto para que no se lastimara.-Ves ahora estas acostada a mi lado y así puedo abrazarte.-La pelilila suspiro de alivio.-Saori yo jamas te voy a obligar a algo que tu no desees, además lo que menos quiero ahorita es un niño.-El comentario extraño a Saori.-Es broma lo siento.-Ahora se apeno, comenzó a sentirse estúpido.

-No te preocupes, me agradan tus bromas mas de lo que crees.-Ahora fue la diosa quien beso a su caballero de manera muy pasional, pronto las cosas subieron de tono cuando Seiya bajo sus manos a las piernas de Saori, las manos del caballero recorrieron gran parte de los muslos de la chica, mientras que sus labios pasaron a su cuello; de pronto a Saori le llegó la idea de que su ahora novio tenía bastante experiencia en besos, pero esos pensamientos desaparecieron por completo pues el chico paso su mano a los senos de la chica para apartar un poco su ropa, fue justo en ese instante que la diosa soltó un pequeño gemido que Seiya se percató de lo que sucedía apartando a esta.

-Saori creo que esto no debería suceder, no quiero que luego te arrepientas o pienses que yo lo planee.

-Tienes razón Seiya, debes pensar lo peor de mi.-La diosa bajo la mirada muy apenada, pero pronto sus penas fueron ahogadas con un abrazo muy tierno por parte de su pareja.

-Es normal lo que sentimos, desde siempre no hemos amado y nos necesitamos.