A TRAVÉS DEL TIEMPO

LA SEPARACIÓN

Aquella noche las palabras fueron escasas, ya que tal parecía nadie estaba preparado para decir algo; las ideas rondaban en la cabeza de todos, las preguntas, los planes; tantas cosas que se creaban en cada cabeza pero ninguna era expresada con palabras y luego venían los sentimientos, que inquietaban el corazón, el temor que recorría cada parte del cuerpo erizando la piel de los guardianes de la Tierra. 

Cuando llegó la hora del desayuno mas de alguno tenía cierto temor de encontrarse cara a cara con el resto, aunque tenían hambre su miedo era mayor para casi todos; sin embargo sabían perfectamente que ese día era diferente a los que habían vivido en desde que la diosa había llegado para estar a su lado. Los primeros en bajar fueron el pegaso y la pelilila, junto con sus hijos que lucían muy despiertos para los meses que tenían, se dirigieron directamente hasta la cocina donde el desayuno ya estaba casi completo.

-Mi dama, buenos días.-Tatsumi reverenció a la chica y se pasó de largo hasta el comedor.-Si gusta tomar asiento, dentro de poco comenzaremos a servir.

-¿Nadie mas ha bajado?-La diosa se sorprendió al ver que el mayordomo negaba con la cabeza.

-¿Quieres que vayamos a despertarlos?-Seiya sabía que su novia estaba intranquila.

-Déjalo, mejor vamos a ver si quieren comer estos pequeños.-Saori abrazó a su hijo hasta la altura de su rostro para besar su estomago.

-Buenos días.-Seika venía acompañada del fénix.

-Buenos días.-La diosa les dedicó una sonrisa.-¿Saben donde esta el resto?

-Hola.-Jabu y Shaka venían de afuera.

-¿Donde estaban?-Seiya los observó extrañado.

-Fuimos a correr un poco.-El unicornio tenía su playera algo sudada.-Así que me doy un baño a prisa y bajo.

-Te acompaño.-El virgo se fue tras su pareja.

-Aquí esta ya, el desayuno por fin esta listo.-Tatsumi en conjunto con más empleados trajeron todo lo necesario para que comieran.

-Gracias.-La pelilila todavía pensaba en los dorados y trataba de buscar una razón para que no bajaran.-Bueno, supongo que hay que comenzar.

-Buenos días Athena.-Shion apareció acompañado del libra.

Posterior a eso todos iniciaron a bajar y sentarse a comer, aunque había algo que le brincaba a la pelilila y es que los dorados estaban muy bien vestidos.

-¿A que hora partirán?-Saori no podía evitar cuestionar a sus caballeros, a pesar de que era algo que todos preferían evitar.

-A medio día.-El Patriarca respondió por todos, tan sereno como siempre.

-Yo también debo de regresar a mi casa para arreglar asuntos de la empresa que manejo.-Julian también aprovechó para dar a conocer sus planes.

-¿Entonces todos se irán hoy?-Esa última palabra fue tan difícil de pronunciar.

-Eri y yo pensábamos esperar hasta mañana para partir, claro si no te molesta.-El cisne fue el primero en hablar.

-Para nada.¿A donde piensan ir?-Saori observaba sorprendida por las palabras del rubio.

-Iremos a Siberia como parte de nuestra luna de miel.-Eri lucía emocionada de hablar de ello.

-¡Vaya, es cierto!¡Espero que lo disfruten mucho!-La diosa se sentía feliz de que sus caballeros tuvieran una vida normal y mas cuando están acompañados.

-Yo le hice una promesa a June y pienso cumplirla, así que nos vamos mañana temprano.-Shun era otro que no podía ocultar su alegría.

-Me alegra que todos tengan algo que hacer, espero que de verdad disfruten ese tiempo que tienen desde ahora y también va esto para los caballeros de oro. Saben que no tienen porque regresar todos al Santuario, podrían ir a algún otro lugar.-La pelilila no entendía del todo la actitud de sus caballeros.