A TRAVÉS DEL TIEMPO

HERMOSO ATARDECER

Seiya observaba a su amiga sin decir nada, en tanto Afrodita y Saori veían la escena expulsando cólera; ambas estaban a nada de levantarse y demostrarle quien mandaba.

-¿Acaso no puedes ponerte el bloqueador tú sola?-Saori intentaba controlarse demasiado.

-No te pongas celosa, solo es bloqueador.-Miho estaba disfrutando al ver la mirada de ambas.

-¿No piensas hablar Seiya?-Afrodita contaba lentamente para no golpear al pegaso.

-Prefiero que alguien mas te ayude con el bloqueador, aunque si me parece que vayamos a nadar.-El moreno no estaba tan seguro de que decir, ya que por un lado tenía la mirada de su amiga y por el otro las de su pareja y la piscis.

-Yo le estoy poniendo bloqueador a Afrodita, podrías hacer fila y esperar a que termine para auxiliarte.-La pelilila no sabía como había sido capaz de decir eso, pero sabía que era la mejor opción.

-Te espero acá.-Con tal de evitar mas problemas el moreno se alejó corriendo en dirección al agua.

-¡Ya quedó Afrodita!- Exclamó la diosa mirando fijamente a su acompañante no deseada.-¿Entonces vas a querer mi ayuda?

-Te lo agradezco pero no.-Sin decir mas la maestra se alejó.

Saori no tuvo de otra mas que suspirar para sacar todo lo que habría querido decir, entonces sintió la mano de la piscis tomando la suya; ambas se miraron y sonrieron.

Pasados unos minutos la diosa permanecía bajo la sombrilla observando a todos los chicos divertirse con una pelota, no podía evitar sentirse alegre de ver a sus caballeros disfrutando como personas normales, además de la excelente compañía que tenían; que en este caso eran sus novias.

-¿No piensas quitarte ese vestido?-Seika, quien traía un traje de baño rosa con calados cerca de la cintura también se había quedado sentada mirando.

-¿Y tú, no vas a acompañar a Ikki?-Saori sabía bien como regresarle las cosas a su cuñada.

-La verdad no me siento muy bien, toda la mañana he tenido nauseas. En cambio tú, te sientes bien así que no veo problema alguno para que vayas al lado de mi hermano; por que luego te podrías arrepentir.-Las palabras de la chica retumbaron en la cabeza de la pelilila.

-Tengo que cuidar a mis hijos, por mucho que tenga ganas de divertirme como joven; tengo responsabilidades.

-¿Y para que quieres a la tía de esos niños?-Seika insistía.-Ve con Seiya, yo cuido de tus pequeños.-Aunque la diosa sentía que dejarlos podría significar que fuera mala madre, no podía evitar sentir celos cada que veía a su amado Pegaso divertido con su amiga.

-Ok, iré un poco hacia allá pero no tardaré.-La pelilila se levantó observando atentamente a sus pequeños y procedió a quitarse en vestido que usaba, de esta forma dejó a la vista el hermoso traje de baño de dos piezas en color rosa palo, estampado de flores, sus hombros quedaban al descubierto mientras un olan terminaba de embellecer el atuendo; cabe mencionar que la parte de abajo del traje de baño era de talle alto, evitando de esta forma mostrar demasiada piel. En cuanto estuvo preparada corrió en dirección al agua sin llamar la atención de los chicos, sin embargo Hyoga si había notado que la pelilila iba en dirección hacia ellos; por lo que decidió avisarle al moreno para que la mirara, de inmediato el Pegaso volteó encontrándose con lo que el consideró como un ángel.

-¿Seiya?-Shiryu intentaba despertar a su compañero de aquel sueño en el que parecía haber caído luego de ver a Saori.

-¿Qué?-El moreno aún lucía atontado, cuando Ikki le lanzó agua en la cara de su compañero para despertarlo.-¿QUÉ RAYOS TE PASA?-Gritó molesto el caballero.