A TRAVÉS DEL TIEMPO

¿UNA DESPEDIDA DE SOLTEROS?

-¿No piensas invitar a Miho?-Saori expresó por fin, no obstante el moreno tomó la barbilla de la chica para verla de cerca.-¿Que pasa?-La diosa miraba confundida a su novio.

-Me impresiona que me preguntes algo como eso, ya que hasta donde recuerdo las cosas no terminaron muy bien entre ustedes dos.

-También es tu boda y creo que tienes que estar rodeado de las personas que son importantes para ti.

-Si de eso se tratara estarían presentes mis hijos y tú. No necesito a nadie más para jurarle amor eterno a la chica que es mi vida, bueno necesito un juez o sacerdote.-La palabras del chico causaron una risita en la chica.

-Es que siento que ella es alguien especial para ti y bueno yo no tengo ningún problema...

-¿Es eso o quieres marcar tu territorio?-Esas palabras provocaron que la chica le dedicara una mirada enojada.

-¡Yo no soy celosa!-Saori refutó con voz altanera, sin embargo antes de que pudiera hacer algo más el caballero la besó.

-¿No eres celosa?¿No?-Con cada pregunta el moreno depositaba un beso en el rostro de la pelilila hasta que logró recostarla, pero eso no impidió que continuara besándola.

-Ok, un poco tal ves.¿Pero y tú?

-Yo se que si soy celoso. ¿Pero como no serlo si tengo a ami lado a la mujer más hermosa del mundo?-Esas palabras hicieron que los ojos de la chica comenzaran a brillar.

-Te amo Seiya.-La mirada de ambos volvió a encontrarse olvidándose de todo lo demás.

-Yo también te amo mi princesa.-Aquel momento de maravilla fue interrumpido cuando el pegaso volvió  a robar un beso a su novia, bajando después al cuello, pasando al pecho y terminando en el vientre de esta, donde un beso tierno fue regalado.

-¡Ven aquí!-La diosa sonreía y sugería, a lo que el moreno obedeció quedando a la altura de su novia; ya que ahora era el momento de la chica, pues acarició la mejilla del pegaso para posteriormente dejar un beso, luego siguió al pecho; al tiempo que sus dedos marcaban las cicatrices de las más fieras peleas que había librado el bronce, después sus manos comenzaron a recorrer sus hombros, sus marcados brazos y sosteniendo su mano admirándola.

-¡Eres tan hermosa!-El pegaso entrelazó su mano con la de su chica y besó la frente de esta.

Saori sonrió con las palabras de su amado caballero para después acurrucarse en el pecho de este y dejar que el sueño la invadiera, Seiya permaneció despierto un poco más para velar por la paz de su novia, acariciando su cabello hasta que el cansancio también venció al bronce.

Un poco más tarde el hambre comenzó a surtir efecto en la pareja que prefirió salir a buscar algún alimento que pudiera satisfacerlos, además de que uno de sus hijos también llamó la atención para que le dieran de comer. Ya en la cocina la pelilila preparaba algo sencillo para que pudieran continuar durmiendo, cuando alguien decidió hacerle compañía a la diosa.

-Hola Athena.-Íride apareció saludando pero aún así causó un susto a la pelilila que perdida en sus recuerdos acerca de lo que unas horas antes había pasado.

-Me asustaste Íride. ¿Y Mu?-La diosa optó por hablar de algo para olvidar sus pensamientos.

-Esta dormido con Kiki, mientras yo tengo un poco de hambre.-La lemuriana se sentó en la mesa principal mirando a la diosa.-¿Y que estaba haciendo usted?-Íride le dedicó una mirada que parecía sospechar algo.

-¿Por que lo dices?-Saori también tomó asiento al tiempo que cortaba pedazos de hotcakes para masticar algo.

-Solo pregunto por...-Antes de poder continuar el moreno entró en pantalones pero con el torso desnudo, llevando al pequeño Aioros en brazos.-Olvide que pregunté, mis dudas ya se aclararon.-La mujer se levantó prefiriendo dejar sola a la pareja, no sin antes guiñarle un ojo a la diosa.