A TRAVÉS DEL TIEMPO

LA DESPEDIDA

Luego de recordar las palabras de Dohko la diosa optó por meterse a bañar en compañía de su novio, sin embargo contrario a lo que cualquiera pensaría él solo se encargo de tallarle la espalda y nada mas; al final mientras ella cepillaba su cabello y aun permanecía en bata Seiya se acerco para abrazarla, ella lo volteo a ver y le planto un beso tan profundo que al caballero de pegaso le extraño.

-Te amo Seiya.-La diosa pronunció al fin luego de aquel beso, sin embargo a este le parecían palabras de despedida lo cual entendía pero no era para tanto.

-Yo igual te amo Saori Kido.-Ella volvió a refugiarse en los brazos de su amado.

-Bueno tengo que vestirme para ir a la fundación.

-¿Y acaso no te he visto sin ropa ya? Adelante será un espectáculo visual increíble.-La voz de Seiya era mas seductora.

-Oye es enserio, necesito vestirme y tu lo que vas a hacer es desvestirme. Además créeme cuando digo que me duele cierta zona de mi cuerpo.-Saori se toco la parte baja del vientre con cara de molestia.

-Seguro es por tu virginidad y que todos los días anteriores hemos tenido sexo, perdón si te lastime.-El chico se levantó para tomar las manos de su chica y besarlas, cual princesa.-Aunque déjame decirte que aun no te he hecho todo lo que he querido.-De nuevo la voz del chico sonaba sensual.

-Pues tendrá que ser en otro momento.-La diosa se dio la vuelta para dejar caer su toalla y así comenzar a vestirse, pero para Seiya resulto algo muy excitante ver a su novia desnuda; entonces se levanto y con sigilo se dirigió a la pelilila, la tomo de los hombros y con una voz ronca le dijo que ya que te desocupes te voy a hacer mía; la piel de la chica se puso chinita.

Poco después de que Seiya se fuera , la diosa salió para la fundación antes de irse al Santuario paso gran parte de la tarde en juntas, viendo algunos papeles necesarios para el buen funcionamiento y demás. Al caer la noche por fin la pelilila pudo desocuparse y regresar a la mansión donde la mayoría no estaba en casa, ya que Hyoga y Shun habían dejado una nota para avisar que saldrían al cine; fue a la cocina por algo de comer, abrió el refrigerador y vio un poco de pasta así que solo tuvo que calentarla pero cuando disponía a sentarse una voz la espanto.

-Vaya que te tardaste.-La diosa casi se le va el alma, mas para su suerte era su novio que estaba recargado en el marco de la puerta de la cocina.

-Casi me matas de un susto.-La pelilila le reprochó un tanto molesta, pero él se escabullo hasta ella para abrazarla.

-¿Me extrañaste?-El chico pregunto un tanto mas con su actitud de siempre;-porque yo si te extrañe mucho.-Aunque la chica aun seguía un poco molesta por el susto eso desapareció con las palabras de su novio.

-No sabes cuanto. ¿Quieres un poco?-Saori mas relajada le ofreció de su pasta pero él se negó.

-¿Aun te duele tu zona?-La pregunta del pegaso puso un poco nerviosa a la diosa.

-¿Que pregunta?

-Anda dime, ¿te duele?-Saori no deseaba decirlo por algo de vergüenza pero  definitivamente su cuerpo aun estaba acostumbrándose al sexo. 

-Ya casi no me duele, estoy bien.

-¿Quieres que te ayude a que se te quite el dolor?-Las palabras de Seiya sonaban a perversión, no obstante la chica ya lo conocía.

-¿Y como piensas hacerlo?-La pelilila le resultaba algo imposible que el supiera como calmar un dolor de una parte del cuerpo que él ni tenía.

-Bueno pues.....-Seiya se acerco aun mas a la diosa para levantarla y colocarla sobre la barra de la cocina; sin duda eso desconcertó a la chica, luego Seiya empezó a tocar sus piernas desde los muslos hasta los pies; Saori comenzó a ponerse nerviosa, él continuo abriendo las piernas de la pelilila; que ante esta acción se asusto, el pegaso pudo percatarse de la cara de la chica indicándole que no pasaba nada, entonces él levanto la falda de la diosa y dio besos en las piernas, posteriormente introdujo su mano un tanto mas adentro de la falda para quitar el calzón con delicadeza; a pesar de como se sentía al comienzo la pelilila estaba disfrutando la situación, él continuo besando las piernas de esta hasta que sus labios llegaron a la zona sur de la chica solo que en lugar de detenerse él acerco su cara a esta parte del cuerpo y con su lengua lamió el exterior de esta; Saori sintió un escalofrió recorrer su cuerpo pero le gusto, al ver eso Seiya introdujo su lengua con sutileza provocando demasiado placer en e cuerpo de su novia, cuando vio que ella estaba acostumbrada a eso, su lengua se empezó a mover; conforme avanzaba el tiempo la velocidad de la misma manera lo hacía llevando lentamente a la chica a un estado de satisfacción profunda, de pronto ella ya no deseaba que parara y lo demostró cuando tomo la cabeza de su novio para indicarle que siguiera; Seiya en ningún momento paró hasta que esta llegó a su orgasmo e incluso luego de eso él continuo dando unas suaves lamidas a su zona húmeda, mientas tanto la chica recobraba la respiración. 

-¿Como...como es que sabes hacer eso?-Saori aun estaba recuperando la respiración normal.

-Bueno pues creo que la experiencia hace al maestro;-la chica lo miro con desconcierto,-digamos que es igual que besar o muy parecido, pero supongo que fue algo de películas para adultos.-Eso último causo una cara de sorpresa total a la chica.

-No tenía idea que te gustara ver eso.

-No me gusta pero a veces es necesario, veras uno como hombre necesita desahogarse de vez en cuando.

-¿También te autoerotizas?

-Hay Saori no suenes tan correcta, ¿es obvio no? Además no te vayas a ofender o algo pero en algunas ocasiones llegue a hacerlo pensando en ti.-El chico se ruborizo al finalizar eso.

-Esta bien, a mi no me molesta. La verdad es que siempre había pensado en ti como hombre o mas bien desde que nos vimos de nuevo  lo he hecho, en algunas oportunidades tenía pensamientos bastante sexys sobre ti. Y por favor no infles tu ego.

-Para nada, el hecho de que yo haga lo mismo contigo no quiere decir que te va a sentir como Miss Universo o algo parecido. Tanto tu como yo nos gustamos y es normal que nos deseemos como pareja, aunque lo que si me sorprende es eso de que desde que nos volvimos a ver.

-Ok, creí que jamas tendría que mencionarlo pero desde que era niña me gustabas.-Eso no pudo evitar hacer sentir a Seiya muy especial.-Cuando tenía como siete años comencé a sentir curiosidad por ti, eras el que mas me agradaba porque me llevabas la contra; luego de que se fueran la verdad te extrañe mucho pero esperaba volver a verte y cuando ese momento llegó debo admitir que me gustaste tanto, que pude recordar perfectamente lo que sentía por ti cuando niña; bueno ahora ya sabes lo que siento y déjame decirte que siempre voy a sentir esto por ti aun cuando pasen años yo te seguiré amando.-La diosa finalizó besando la frente de Seiya, que con una sonrisa abrazó a su frágil novia. 

A la mañana siguiente Saori se levanto temprano para dirigirse al aeropuerto, mientras Tatsumi llevaba su equipaje al carro la diosa se despedía de su casa como si fuera la última vez que estaría ahí, pero antes de poder avanzar una presencia la obliga a voltear; ahí estaba su amado caballero de pegaso parado a un lado del salón un poco en la oscuridad a la cual Saori no dudo en acercarse y sin decir nada ambos amantes se entregaron en un abrazo lleno de afecto, por alguna razón ambos tenían una terrible sensación que inundaba sus cuerpos sin saber a que se debía.

-Te amo Seiya.-Saori fue la primera en hablar aun abrazada a su caballero.

-Yo te amo igual, Saori; no tienes una idea cuanto voy a extrañarte aunque se que volveremos a encontrarnos y entonces podré ver esos hermosos ojos de nuevo, sabiendo que estoy al lado de la mujer a quien siempre le pertenecerá mi corazón, mis pensamientos y todo mi ser.-La diosa al escuchar eso derramo varias lagrimas pues sentía un profundo vacío en su pecho.

-Adiós Seiya, yo igual te extrañaré como a nada en el mundo.

-No hables así, no es como si no volviéramos a vernos, estaremos juntos otra vez ya verás.

-Tengo  que irme.-Saori se separó de su amado par no mirar atrás debido a que ella no sabía despedirse sin retractarse, y aunque eso era lo que deseaba en el fondo, conocía cuales eran sus deberes.