A TRAVÉS DEL TIEMPO

¿TE SIENTES BIEN SAORI?

Tanto Seiya como Saori deseaban continuar abrazados y permitiendo que sus bocas se disfrutaran la una a la otra, pero sabían que el tiempo lejos de la fiesta ya era demasiado y para nada deseaban que volviera a ocurrir lo sucedido horas antes. A los pocos minutos ya estaban caminando entre la gente que gozaban de la fiesta, buscando pasar desapercibidos y así tener un pretexto del por que no aparecían.

-¡Hija que bueno que te encuentro! Me había preocupado un poco, ¿donde estabas?-Aioros rodeo a su hija para separarla un poco del moreno.

-Estaba en el baño, pero como uno de los invitados quería presentarme a un conocido tuve que ir.-Para que resultara mas creíble la diosa besó la mejilla del sagitario en busca de que este se calmara.

-¿Y tú, Seiya en donde te habías metido?-Ahora acaba de llegar Seika, quien venía cruzada de brazos.

-Comiendo, tenía algo de hambre. ¿E Ikki?-Pegaso buscaba cualquier forma para cambiar de platica.

-Esta con su hermano, al parecer quería que le contara un poco acerca de lo que había hecho durante el tiempo que estuvieron lejos. Él si es un buen hermano, en cambio tú no me has preguntado nada.-La hermana del moreno tenía el ceño fruncido y observaba atentamente a su hermano.

-Lo lamento, pero como normalmente estoy cumpliendo mi deber se me olvida.-Nuevamente Seiya se rasco la cabeza al mirar a su hermana mas molesta.

-¡Oye Saori, ven un segundo!-June llamó la atención de la diosa desde un costado de la habitación.

-Me van a disculpar pero necesito ir.-La diosa corrió hasta donde estaba la chica para separarse de la tensión del lugar.-Al llegar con la rubia esta le tomó la mano, mientras la miraba de forma suplicante.

-¿Me puedes ayudar con el traje para ir al baño? -Susurrando la amazona rogó a la pelilila.

-Claro, vamos.-Ambas se dirigieron al sanitario conversando un poco en el camino.

-¿Por que te disfrazaste de novia si no te quieres casar?-Esa pregunta ocasionó que la diosa parara en seco justo a centímetros de la puerta.-¡Ahorita me respondes, ven!-June encerró a la diosa en el baño junto con ella para que la auxiliara.

-Es solo un disfraz, no es real.-Saori respondió mientras bajaba el cierre del traje.-El cadáver de la novia, es de mis películas favoritas; no creo que tendría por que ser un problema.

-Claro que no. Me resulta contraproducente que si te vistas de novia para una fiesta, pero no desees darle el sí a Seiya. ¿A que le tienes miedo?-La diosa bajó la mirada buscando una respuesta adecuada.

-No he decidido casarme con Seiya, porque siento que somos jóvenes y podríamos vivir más cosas, además ahora tenemos dos hijos que cuidar; yo creo que el matrimonio también es como un bebé al que hay que procurar, para el que debemos de dar el cien los dos y yo no siento que pueda con todo, además de que tengo miedo de que al casarnos cambien las cosas. No quiero que por casarnos se acabe lo que sentimos, o que él se sienta comprometido por los niños.

-¿Y crees que no podrían afrontar lo que se les venga?¿Crees que su amor no es suficiente?

-El problema siempre ha sido mi condición de diosa, ese es mi mayor temor. A pesar de que mi padre no esta peleado con mi felicidad, si tengo límites que no sé si sea adecuado romperlos; ya de por si tengo dos hijos y tengo un novio, ya ni siquiera sería correcto decir que estaré 100% dedicada a la Tierra y a los seres humanos, cuando es evidente que mis prioridades han cambiado demasiado.

-Cuando lo pones así suena terrible, pero apuesto que Seiya esta dispuesto a lo que sea por ti; sea un dios, titán o cualquier otro adversario.

-Saori, necesitamos que vengas a abrir tus obsequios.-Eri llamaba desde el otro lado.