RESURRECCIÓN DE LA AYUDA

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-Últimamente me he dado cuenta que estar encargado del Santuario es demasiado para ti solo, por eso he tomado la decisión de que tenemos que pedirles ayuda a varias personas que con anterioridad ya nos habían servido;-Ikki parecía no tener ni la mas mínima idea de lo que se refería la chica, pero eso tampoco le daba muy buena espina,-verás mi plan es revivir a los caballeros de oro.-La cara de Ikki era imposible para ser descrita, en su cabeza no podía haber crédito a las palabras de la chica.

-¿Estas loca Saori? Eso es una verdadera locura, como piensas hacerlo.-Las palabras del incrédulo fénix provocaban risa en la diosa.

-Bueno eso es fácil, con mi Cosmos los regresaré a la vida aunque temo que eso me vaya a debilitar bastante.

-Entonces no lo hagas yo estoy bien, puedo con esto solo.-Ikki estaba comenzando a preocuparse por la pelilila.

-Lo voy a hacer es una decisión tomada.

-Saori nosotros estamos para protegerte ¿y tu esperas que yo deje que hagas algo que ponga en peligro tu vida?-Ikki estaba perdiendo la paciencia.

-Ante todo soy una diosa y soy técnicamente tu jefa así que yo mando.-Saori iniciaba a tomar una actitud como cuando era niña.-Ahora si me disculpas voy a proceder.

-¿Proceder a que?-Fénix por alguna razón sonaba distraído.

-Ahora, justo en este momento voy a revivirlos.-Ikki pensaba acercarse a ella para detenerla pero esta cerró sus ojos y de su cuerpo hubo una expulsión de Cosmos, levanto las manos hacia lo alto y de la nada un humo blanquecino llegó a la habitación para envolverla, luego se junto con parte del Cosmos de la diosa formando una extensa bola de luz, que salió disparada en dirección a las doce casas; Ikki estaba demasiado interesado en lo que sucedía que no se había percatado que la diosa se estaba sintiendo mal, al finalizar todo Saori se desmayo y fue entonces que fénix le puso atención atrapándola justo antes de que cayera al suelo.

Mientras tanto en la casa de aries una luz atravesó el techo llegando justo al centro del templo, poco a poco la luz se fue desvaneciendo dejando a una figura humana, que de igual manera se iba aclarando su aspecto; cuando la luz desapareció un gran destello dorado se hizo presente para luego consumirse y dejar a nada mas y nada menos que el caballero  de aries, Mu que no entendía que sucedía, traía su armadura y esta estaba como nueva; en la casa de tauro ocurrió lo mismo y Aldebaran apareció, mientras que en la de géminis fueron dos luces las que llegaron, dejando a su paso a los gemelos Saga y Kanon, solo que a diferencia ellos no traían la armadura puesta sino que estaba en medio; así de esa manera todos los caballeros dorados aparecieron en sus respectivas casas, luego de ver que estaban con vida los dorados continuaban sin entender que había ocurrido; en la casa del Patriarca también llegó una luz dejando a cambio a Shion, quien tampoco entendía que ocurría; en todo el Santuario la luz se hizo visible causando pánico en algunos de los presentes, que tenían que cubrirse de la luz tan brillante como el mismísimo Sol. Los caballeros de oro seguían sin comprender que hacían ahí, por lo que Mu corrió a la casa de tauro donde vio a Aldebaran, con cara de extrañeza la cual cambio al ver a su amigo de aries; la gran mayoría de los dorados estaban visitando a sus compañeros cuando sintieron el Cosmos de Athena perder gran poder, entonces comprendieron que ella los necesitaba y salieron en dirección a la recamara de esta, de la misma manera Shion corrió para ver a la diosa; cuando todos entraron vieron a Ikki depositarla en la cama.

-¿Que esta ocurriendo?-Shion exigió a fénix.

-Patriarca vera Athena creyó prudente regresar los a la vida para hacerse cargo del Santuario otra vez.-Ikki intentó hablar con propiedad tanto que Shaka abrió los ojos para mirar a fénix con admiración.

-¿Athena nos regresó la vida?-Aioria preguntó de nuevo intentando entender.

-¿Y por que a los doce?-Aioros se acercó a sus compañeros causándoles un gran susto.

-¿No estas muerto?-Aioria no se la creía, pero luego de ver que estaba ahí su hermano ambos se abrazaron.

-¿Y que le ocurre a Athena?-Saga con preocupación les recordó.

-Por si les interesa somos catorce, incluyéndome y al Patriarca.-Kanon algo molesto por no recordarlo intervino.

-Eso no importa ahora, lo que vale la pena saber es ¿que ocurre con ella?-Shaka tan objetivo como siempre exigió.

De repente mientras ellos peleaban, Saori estaba recobrando la conciencia; pero nadie parecía darse cuenta con excepción de Dohko que la miro con curiosidad.

-¿Oigan no la ven diferente?-Dohko la examinaba con detenimiento.

-¿Que quieres Dohko?-Shion con algo de molestia cuestiono al tigre.

-Pues que Athena ya despertó y ustedes no la pelan.-El tigre le regreso el tono al Patriarca; cuando todos voltearon hicieron una reverencia.

-Levantase, no tienen que hacer eso.-Saori aun mareada hablo.

-¿Te encuentras bien?-Shion de inmediato le ofreció su brazo, pero ella lo rechazó para pararse sola.

-Bueno la razón por la que los he regresado a la vida es para que vuelvan a tomar su lugar como caballeros de oro y para que arreglen sus problemas.-Saori se sorprendía al ver a tantos hombres dentro de su cuarto.-¿Y puedo saber que hacen todos aquí?

-Perdón Athena venimos a ver que te sucedía.-Shion de nuevo habló por todos.

-¿Y bien enserio no creen que tiene algo diferente?-Dohko volvió a interrogar a los presentes.

-¿Que Dohko?-Shion y la mayoría no entendía al tigre, pero por primera vez le hicieron caso y es que ninguno había notado la pancita que la diosa tenía.-¿Que es eso?-El Patriarca apunto a su vientre.

-¡Ahhhhhh, si eso!-Saori no sabía como decirlo.

-¡Dime por favor que no es lo que creo que es!-Shion estaba entrando en cólera, mientras el resto de los dorados negaba con la cabeza.

-Estoy embarazada.-Saori por fin lo dijo con mucho esfuerzo y todos los dorados sentían que se les salía el corazón.

-¿Pero que?¿Como?¿Cuando?-Enserio el Patriarca no tenía buen aspecto.

-¿Quien es el padre?-Aioros al fin dijo algo que les servía.

-No les pienso decir si quieren ir a hacerle daño.

-¿Que te hace pensar eso? Solo vamos a darle las felicitaciones.-Aioria decía cada palabra con mucho lentitud, ahogando su enojo.

-Tienes que decirnos el nombre de ese desgraciado.-El Patriarca comenzó a zangolotear a la diosa,llegando incluso a lastimarla.

-¡Suéltame Shion! Me lastimas, por favor.

-¡Déjela en paz!-Ikki intervino furioso, abrazando a la chica.

A TRAVÉS DEL TIEMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora