Come fly with me (Hipo y tú)

El huevo y el cazador

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—Todos a sus dragones. ¡Pero ya! —Hipo alertó a los demás jinetes en cuanto estuvimos de vuelta.

Nos encontramos con un grupo de vikingos que intentaba cortar las cadenas de Luna, quién gruñía de desesperación. Apenas me vio rugió, lo que hizo que todos se movieran para dejarme llegar a su lado.

—¡Maldición! Necesitamos romper estas cadenas —dije exasperada, viendo como todos ya estaban arriba de sus dragones listos para ir detrás de ese barco.

Luna hacía el intento de abrir sus alas en un revoloteó que asustó a los vikingos que la rodeaban. ¿Cómo es que le habían hecho esto? ¿Cómo habían logrado dejarla en dicho estado sin haber salido heridos, o asustados si quiera?

—¡Abran paso! ¡A un lado todos! —Bocón, Estoico, Abono y Cubeta aparecieron con distintas herramientas de la armería.

—Quiero a todos vigilando las costas de Berk. Hay que asegurarnos de que no haya más de ellos —el hombre pelirrojo canoso dio la orden en su papel de jefe.

Bocón manipuló las cadenas como un experto, logrando romper una pequeña parte de la red. En cuestión de segundos Luna estuvo libre por sus propios méritos e insistencia, así que de inmediato corrió hacia mí, haciéndome subir en ella, y emprendimos vuelo seguido de Chimuelo e Hipo, quién reemplazó la prótesis destruida de su dragón con un repuesto que, gracias a Thor, tenía preparado.

Todos los dragones volaban a gran velocidad en dirección a dónde vimos por última vez el barco del ladrón.

—Atentos a la marca de los cazadores —advirtió Hipo.

¿Dijo cazadores?

—Tengo el presentimiento de que nos estarán esperando. —Astrid y Tormenta se acercaron a Hipo para que éste pudiera escucharla— Saben que no los dejaremos ir con el huevo.

—Esperemos que sepan la paliza que les espera —dijo Brutacio seguido de su hermana.

—Es un buen día para aplastar cabezas —respondió entusiasmada.

Antes de que cualquiera pudiera hacer otro comentario divisamos una flota de barcos, todos con el mismo símbolo en las velas.

Descendimos hacia la flotilla en formación.

—No ataquen. No sabemos en dónde tienen el huevo y cabe la posibilidad de que lo dañemos. —las redes no se hicieron esperar, salieron disparadas en dirección a nuestros dragones acompañadas de ballestas que igualmente nos apuntaban— De acuerdo, cambio de planes. ¡Destruyan sus armas!

Todos los dragones se dispersaron y rodearon la flota, atacando las ballestas y catapultas. Cuando fue el momento oportuno bajé de Luna con mi arco y flecha en mano, lista para atacar a los cazadores que se conglomeraron a mi alrededor.