𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐢𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 é𝐥.
Un pueblo derrotado y un vuelo a una isla desconocida harán que Hipo y _______ se encuentren.
Ella podrá tener un nuevo comienzo a pesar de sen...
_______ caminó entre la gente del mercado con el perfil bajo. Pronto recibió varias miradas indiscretas por parte de algunos hombres pues su negro vestido resaltaba su esbelta figura y sus botas de cuero hacían que sus piernas lucieran largas y estilizadas. En fin, resultaba atractiva, y ella estaba preparada para lidiar con ello.
Estaba adelantada a su posición así que tuvo que hacer tiempo mientras fingía prestar atención a las cosas de los diferentes puestos mercantiles. Al voltear en repetidas ocasiones hacia el punto donde se suponía que tenía que estar uno de sus compañeros que le daría su señal, accidentalmente, llamó la atención de un mozo que atendía el puesto e hizo que éste buscara el mismo punto que ella.
_______ se percató y rápidamente se inclinó sobre la mesa para atraer el interés del varón.
—¿Cuánto? —preguntó mostrando en alto un espejo decorativo cubierto de piel de dragón.
—Un lingote.
La cazadora devolvió el objeto y fingió continuar viendo el resto de la mercancía. En un par de minutos su compañero ya estaba en su puesto así que ella procedió a caminar hacia los sitios de comida para proceder con el plan.
Pasó de largo entre el gentío y sin detenerse cogió una manzana roja de un guacal. El comerciante dueño del puesto estaba por protestar cuando la misteriosa fémina lanzó una moneda hacia atrás y el hombre alcanzó a atraparla.
No pudo disimular su mirada curiosa sobre ella. La vio caminar hacia la taberna con sus caderas contoneándose y la castaña cabellera cayendo entre hondas por su espalda. No fue el único que quedó con la atención puesta en la cazadora, conforme se abría el paso más miradas indiscretas se posaban en ella.
Nadie la había visto antes por ahí. Era joven y hermosa, un ejemplar llamativo y formidable para cualquier hombre que la mirase. Sin embargo aún había ese destello de misterio que irradiaba su presencia y que no pasaba desapercibido por la gente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
_______ entró a la taberna con la mirada gacha. Se sintió aliviada al percatarse de que no había demasiada gente en el lugar, al menos en el piso de abajo. Subió las escaleras de manera apacible y sosegada. Su seguridad se mantuvo intacta cuando al llegar arriba se fijó en algunos otros cazadores de Viggo sentados de manera aleatoria y en cubierto, todos esperando por ella y listos para lo que iba a suceder.
Mientras tanto en la cantina de enfrente, que sólo contaba con un piso, Aidan Gallagher iba entrando en compañía de sus hombres. Todos tomaron asiento de forma casual cerca de la barra en lo que esperaban a completar la siguiente fase.
La estructura del lugar estaba a su favor, justo como Viggo y Aidan lo previeron desde Vanaheim. Las ventanas eran lo suficientemente grandes para permitir una perfecta visibilidad a la taberna de enfrente.
El rubio cazador y líder de la misión miró de reojo a su objetivo. Howard Horn, o Howard Brazo de oso como era conocido entre los cazadores, era el jefe de una de las redes cazadoras enemigas de Viggo que había roto los acuerdos de paz que existía entre ellos. Era un hombre increíblemente robusto, lo que daba crédito a su apodo, con un gran bigote que terminaba en un par de trenzas a juego con su bermejo cabello y su nariz aguileña.
