𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐢𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 é𝐥.
Un pueblo derrotado y un vuelo a una isla desconocida harán que Hipo y _______ se encuentren.
Ella podrá tener un nuevo comienzo a pesar de sen...
Me desperté bastante temprano, ansioso por la ceremonia de hoy. Salí a volar un rato con Chimuelo antes de volver a asearme.
Mi padre y yo usábamos nuestra ropa de gala. Él por ser el jefe, y yo el hijo del jefe. Nuevamente portó la capa que le regalé en su cumpleaños, la verdad es que le sentaba bastante bien.
-Hoy será un grandioso día, ¿no crees Hipo?
-Si papá. Pareces estar muy emocionado-dije ayudándolo a acomodarse la capa.
-Es una chica muy buena, tuvimos mucha suerte de dar con ella- cuando dí la conversación por terminada me sorprendió con una pregunta- ¿Sabes que siempre quise tener una hija, no?
Solté un soplido nervioso en consecuencia de su pregunta que por si no se notó, me tomó por sorpresa.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Sé que pronto se irán. Pero Berk siempre será su hogar.
-Papá- alargué la última letra incitándolo a ir al grano.
-Cuando vuelvan, aunque sea de paseo, ella necesitará un hogar.
Esperen.. ¿es justo lo que creo?
-Quiero hacerla una hija, Hipo.
-¿Qué mosca te picó?- pregunté sobresaltado en un impulso.
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-No pensé que te afectaría.
-Es que ¿acaso escuchaste lo que acabas de decir? Es una locura- dije haciendo el intento de no tartamudear pero fallé- En ese caso debiste de haber adoptado también a Heather.
-Hipo, piensa en ella un segundo. No tiene a nadie- tomó mi hombro- Perdió a su familia..
-¿Y no crees que ella tal vez no quiera una familia?- traté de sonar lo más convincente posible.
Si tan sólo supiera que quiere convertir en mi hermana a la chica que me gusta.
-¡Patrañas! No pensé que fuera tan egoísta Hipo.
-¿Qué?
-Quiero a esa chica como mi hija, y se lo haré saber ésta noche.
Salió por la puerta dejándome sólo y confundido. Ni siquiera supe qué pensar al respecto.
Ahí estaba, caminando con un vestido que le sentaba bastante bien y su capa blanca que tanto me gusta. En el rostro tenía pintado la marca de los jinetes. A pesar de que cada marca era diferente ella usaba la misma que yo, dos líneas rojas bajo los ojos.
Luna caminaba a su lado con la misma marca. El color rojo contrastaba bastante bien con sus ojos azules. Ambas desfilaban lentamente frente a todo Berk acompañadas del sonido de los cuernos trompeta.
