Come fly with me (Hipo y tú)

¿Te sigo recordando a tu hermano?

Hipo:

¿Que debía hacer?

Estuve dando vueltas en mi cama toda la noche pensando en lo qué sería mejor.

Entiendo la parte del accidente, los Alacambiantes son muy imperceptibles así que no me cabe duda. La pregunta era ¿qué estaba haciendo ahí? Revisamos perfectamente la isla antes de instalarnos y no había rastro de ningún dragón, y no es como si todo el tiempo permanecieran camuflados.

Me senté sobre la cama recargando mi cabeza en ambas manos. Todo esto me estaba matando, estaba en una lucha de doble moral sobre lo que debía hacer como jefe.

_______ mató a un dragón. Justo contra lo que luchamos, contra lo que somos, ella lo hizo, incluso siendo un accidente. 

El terror que había en su rostro no se despegaba de mi mente, el recuerdo se mantenía vibrante y a la vez tan oscuro. 

Sentí escalofríos sólo de recordarlo.

Pero ya estaba hecho. _______ de entre todas las personas en este archipiélago perfectamente sabe que contra la muerte no hay remedio. Por esto mismo sé lo devastada que debe estar, lo presencié con mus propios ojos. Jamás la había visto tan asustada, pensaba que la ________ que vi en Berk antes de partir había sido lo más que llegué a conocerla pero me equivoqué, ahora puedo decir que la he visto como casi nadie lo ha hecho, al menos en Berk, con terror.

_______:

-¿Qué haces aquí?- tallé mis ojos limpiando los residuos de lagrimas.

-¿Tampoco puedes dormir?- contestó haciendo caso omiso a mi anterior pregunta. Negué con la cabeza bajando la mirada- ¿Puedo pasar?- dijo con voz dulce.

Lentamente alcé mi mirada a la suya, encontrándome con unos ojos esmeralda muy brillosos que me miraban de la misma manera que yo lo hacía.

¿Cómo es que de pasar a estar completamente serio, reteniendo todas las emociones negativas que debió sentir, ahora esté parado frente a mi hablándome cómo si quisiera consolarme? 

-Si- susurré haciéndome a un lado para que pasara.

Una vez adentro se hizo silencio, ninguno hablaba pero pareciera que nuestros ojos lo decían todo.

-Acaba con esto- rompí el contacto visual.

-¿Mh?- sus cejas se juntaron por encima de un semblante confundido pero sereno.

Era un Hipo totalmente diferente al de esta mañana. Astrid tenía razón, sólo había que darle tiempo para pensar con la cabeza fría.

-Dime lo que tengas que decirme. Si quieres que me marche lo haré sólo dime algo, lo que sea.

-¿Marcharte?- se aproximó a mi- Jamás he dicho nada sobre..

-¿Entonces cómo voy a pagar?- vomité esa pregunta que había estado reteniendo todo el día.

De inmediato captó a lo que me refería, lo que ha estado rondando por mi mente. Negó lentamente con su cabeza mientras tomaba mis manos. Nuestro roce me hizo sentir nerviosa, hace algún tiempo que no teníamos ningún tipo de contacto, de hecho llegué a pensar que ya no lo tendríamos más.

-Yo no quiero que te vayas- llevó mis manos a su pecho aún estrujándolas- Por más que intento tomar represalias simplemente no puedo porque se trata de ti- tomó mi barbilla y levantó mi rostro para mirarnos profundamente- la verdad- bajo la voz en un susurro- es que estuve igual de asustado que tu.

-No pareció..

Interrumpió mis palabras terminando con la distancia entre nosotros, fue un beso corto pero bastó después de no sentir sus labios en semanas.