𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐢𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 é𝐥.
Un pueblo derrotado y un vuelo a una isla desconocida harán que Hipo y _______ se encuentren.
Ella podrá tener un nuevo comienzo a pesar de sen...
-Hey -dijo el rubio a mis espaldas, recién apareciéndose en el entrenamiento.
-Llegas tarde.
-Lo sé, lo siento. Viggo quería hablar conmigo. Ya sabes, sobre esto de estar a prueba... -suspiró- A mi padre no le cayó bien la noticia así que tuve una reunión con él y con Viggo.
-¿No le agradó que te pusiera a prueba?
-Mi padre nunca tiene problema con Viggo y sus decisiones, siempre es conmigo. En realidad lo que le molestó es que yo mismo me haya puesto en esta situación -explicó, cruzándose de brazos y observando con atención a los chicos-. ¿Qué están haciendo?
-Los separé e hice que repitieran los ejercicios que les pusiste ayer.
-Les pondré algo nuevo -dijo y desenvainó su espada para posteriormente interrumpir el entrenamiento y explicar el nuevo ejercicio.
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La práctica pasó con naturalidad. Los chicos realmente mostraban un avance en comparación con la primera semana en que comencé a entrenarlos. Declan y yo nos tolerábamos mucho más que antes y eso también influía en la relación con nuestros alumnos.
El rubio y yo observábamos de lejos la práctica de arquería. Diez chicos posaban a la altura de una línea imaginaria a metros de diez dianas a las que debían disparar, mientras tanto detrás de ellos el resto esperaba su turno.
Centré toda mi atención en Edith, quien desde los ejercicios de combate lucía distraída y desganada. Declan también pareció percatarse de ello.
-¿Qué rayos sucede con Edith? Desde ayer está dormida -comentó.
-Ni idea -respondí evasiva.
-Deberías hablar con ella. -ladeó una fugaz sonrisa- Ambas son chicas, no se llevan tantos años de diferencias... Podría funcionar.
-Sí, tal vez -pausé para pensarme dos veces lo que tenía por decir-. Que no se te olvide que estos chicos tienen sus propios problemas, Dec.
-¡Hey! ¿Cómo me llamaste? -dijo con exagerada sorpresa- Jamás me habías dicho algo que no fuera <<idiota>>, <<imbécil>> -enumeró ladeando su cabeza-, <<Rubiales>>.
Me eché a reír ligeramente y le di un vistazo al Gallagher antes de volver mi atención al entrenamiento.
-<<Rubiales>> definitivamente se queda. En cuanto a los otros... gánate el que me abstenga de decírtelos. Pero yo igual espero algo mejor que <<Bichito>>.
-No te ilusiones tanto, <<Bichito>> me gusta. Se queda.
Rodé los ojos sin dejar de sonreír y negué lentamente.
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