Jinete solitaria

6.4K 401 97
                                    

_______:

El amanecer cayó sobre nosotros y sobre algunas pocas personas que resistieron la noche tan alocada que tuvimos. Algunos dormían plácidamente sobre las mesas, otros en el piso.

Los jinetes descánsabamos en la fogata que hallamos Hipo y yo, mismo lugar dónde nos habíamos besado.

—Hey, ¿ya tienes sueño? —me susurró para no interrumpir la extraña plática entre Tacio y Patán acerca del estiércol de Yak.

—Un poco. —le sonreí exhausta.

Luego de aquel beso, y unos cuanto más, regresamos a lo que quedaba de la fiesta y continuamos bailando hasta que nuestras piernas comenzaron a doler, entonces nos unimos a los chicos en una de las mesas para luego tomar la decisión de salir a hacer una fogata.

—Te acompañaré a tu.. —paró de golpe con una expresión de extrañeza— Tenemos que construir tu cabaña —dijo como cayendo en cuenta de ese detalle—. Tu entrenamiento aún tardará en finalizar y necesitas tu espacio.

—¿Qué tienes en mente? —apoyé mi cabeza en mis manos, atenta a lo que decía.

—La tierra no será problema, tenemos mucha, el tiempo es lo que me preocupa. —revolvió su guedeja castaña con su mano, se veía realmente atractivo— Sé que nos iremos en poco tiempo, pero quiero que para cuando regresemos tengas tu lugar propio.

—¿Y por qué piensas que yo iré con ustedes? —dije a modo de juego, aún así esperé su reacción confundida.

—Creí que era obvio, quiero que vengas con nosotros. Bueno, en cuanto lo hable bien con mi papá por la mañana. En serio espero que lo recuerde, y sobre todo que haya tomado esa decisión de forma consciente.

Sonreí asintiendo. Sabía que los planes de Estoico también me incluían, además necesitaba de Astrid y Patapez para finalizar mis entrenamientos, así que no podríamos irnos hasta entonces. También recibiría lecciones de metalurgia por parte de Hipo y Bocón, al menos para que pudiera elaborar mis propias armas.

—Mientras tanto te acompañaré a casa de Astrid para que puedas descansar.

Pregunté a la rubia si de igual forma ella se iría a dormir pero contestó que no, así que el de ojos color esmeralda me escoltó hasta la cabaña de Astrid.

—_______ —paró en seco pasando su mano por su nuca —. Respecto a... —tragó saliva nervioso— ya sabes.

—Descuida, está todo bien.

Lentamente me acerqué a darle un ligero beso en la mejilla. Él no se movió, sólo cerró sus ojos disfrutando de nuestro pequeño roce. Con una sonrisa y un movimiento de mano me despedí y entré a casa de la hachera.



2 meses después.

Ha pasado ya un tiempo. El entrenamiento cada día ha sido más y más exhaustivo, creía que con saber combate y usar el arco tendría ventaja pero no era así, al menos para ellos no funcionaba así.

Tardé más de lo pensado en entrenar a Luna, en enseñarle las técnicas de combate que los demás dragones tenían, añadiendo movimientos especiales de una única furia luminosa.

Pasé más de 3 semanas en aprender a atacar desde el aire, por suerte mi habilidad como arquera me fue de ayuda, luego se vinieron los entrenamientos en grupo para aprender las formaciones y tipos de ataque.

Patapez me enseñó todo lo que debía saber sobre los dragones, incluso me obsequió sus preciadas tarjetas con la clasificación de cada dragón y sus características.

Come fly with me (Hipo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora