Come fly with me (Hipo y tú)

Afable ambiente.

Hipo:

-Bien, ya que estamos solos. Ahora vamos a hablar.- advertí con mesura.

-De acuerdo.- Jack cedió con el temple más accesible.

-¿Por qué ella?- clavé mis ojos fijamente en los suyos con la intensidad que mi preguntaba provocaba.- ¿Por qué le hiciste daño?

Se removió en su lugar y después respondió.

-No fue personal, intenté hablar con ella para dejarle claro que no quería lastimarla pero se puso a la defensiva.- explicó cautelosamente cuidando cada una de sus palabras.

-Tiene sus razones.- musité regresando mi atención al cilindro entre mis manos.- Y... ¿qu-qué es eso del cabello?- cuestioné con un ademán de manos.

Carraspeó con notoria pesadumbre aunque su voz reflejaba estabilidad.

-Es algo que aún no logro explicarme.- bisbiseó jugueteando con sus dedos.

Roté mi cuerpo en la silla hasta quedar completamente de frente al pálido natural, lo escudriñé con especulación y continué.

-Pero ¿ya lo has visto, no? ¿Ya ha pasado?- indagué en su faz, casi al instante su ojos se conectaron a los míos por unos segundos para después desviar la mirada.

Asintió y se cruzó de brazos sin decir nada más.

De a poco iba pelando capa por capa de este chico hasta dejarlo vulnerable frente a mí. Podía usar eso a mi favor, sin embargo había algo que me lo impedía porque una fracción de mí quería confiar en él y hacer que él confiase en mí. Esa disyuntiva me tenía tan pensativo que incluso dejé de lado la cuestión del Ojo del Dragón para centrarme en la preocupación que le causaba el tema del cabello blanco que, por cierto, también llegó a ser delicado para nosotros.

-Así que asesinaste a alguien.- arremetí con franqueza sin dejar de mirarlo.

-¿Có-cómo? ¡N-no!- farfulló en un sobresalto de indignación.

Até los cabos que me fueron necesarios para dar con lo que, hasta este día, no habría imaginado.

-Entonces... ¿hay más... cómo tú?- fruncí mi ceño pensando en esa posibilidad.

-Algo así...- dijo por lo bajo con un encogimiento de hombros.

-¿Algo así?- satiricé en reproche.- Oh no, no quiero respuestas a medias y mezquinas. Irrumpiste en nuestro dominio, agrediste a una de nosotros, burlaste nuestra seguridad, allanaste en nuestra base y causaste estragos en ella.- acusé enumerando cada fechoría con mis dedos.- Estoy siendo mucho más considerado de lo que debería así que merezco mejores contestaciones que esas.

El apabullado chico frunció los labios y pestañeó un par de veces quedando atónito ante mi complacencia, se sacudió y regresó a esa expresión salerosa propia de su personalidad.

-Aquí entre nos, a eso que llamas "seguridad" le hace falta más eficiencia y menos cabello rubio apestoso.- río con simpleza evadiendo mi recriminación.

Intenté disimular una sonrisa provocada por su comentario y regresé al tema de relevancia.

Carraspeé un poco antes de hablar.

-Contesta, Jack.- solicité con un movimiento de cabeza y con más amabilidad de la que pretendía.

Realmente quería estar en paz con este chico, después de todo ya no está aprisionado y no ha hecho ni el mínimo intento de buscar su bastón.

-Bueno, y-yo.. tengo una hermana.- pausó con intenciones de seguir hablando, no obstante fue interrumpido por Heather quien se introdujo en mi habitación.