Helada amenaza.

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-¿En dónde está Hipo?- pregunté al entrar al gran salón.

-Creo que sigue con Heather.- respondió Patán.- Saben, esos dos pasan mucho tiempo juntos.

Resoplé mentalmente y tomé asiento junto a mis amigos, esperaría a que Hipo se desocupase para informarle del extraño acontecimiento.

-No es cierto Patán.-  un nervioso Patapez apareció en la plática.- Ella ni siquiera pasa tanto tiempo aquí. Qu-quizás sólo se ponen al día.

-Si, es eso.- respondí inconscientemente en voz alta captando la atención de todos.- Digo, eso es lo que escuché que harían.- levanté los hombros en un intento de restarle importancia a mi comentario.

Solté un enorme bostezo y descansé mi cabeza sobre mi mano buscando una posición cómoda.

-Vaya, te ves realmente cansada.- habló el gemelo a mi lado revoloteando su mano sobre mi cabello para despeinarlo.

-No he dormido bien.- respondí desganada.

-Cierto, anoche terminaste tu guardia muy tarde.- comentó Patapez.

Si tan sólo tuvieran idea de la larga noche que pasé incluso después de mi guardia.

-Por cierto Astrid, ¿a dónde fueron tú e Hipo ayer después de recibir el correo del terror?- se entrometió Tilda con un tono amenazante. 

La rubia ojiazul se mostraba distraída pero salió de su trance al escuchar tal pregunta.

-Hipo no quiere que se los diga.- musitó apenas audible esquivando los cinco pares de ojos que la miraban con intriga.- A mí tampoco me dio muchas explicaciones pero creo saber a dónde ira todo esto.

Astrid lucía preocupada, lo que hacía que entre todos compartiéramos miradas a la expectativa.

-¿Nos dirás?- Patapez se atrevió a preguntar lo que cada uno de nosotros nos cuestionamos en nuestras mentes.-Tu... teoría.

-Bueno...- Astrid exhaló pasando su mirada por cada jinete en la habitación.- Hay algo que si tengo seguro y es que tiene que ver con los cazadores.

Nadie pareció sorprenderse ya que, en realidad, no era algo novedoso teniendo en cuenta los encuentros que hemos tenido con algunas embarcaciones cazadoras y el asunto del huevo. 

-¿Eso es todo?- reaccionó Patán.- No es nada que no sepamos. Por si ya se les olvidó, hemos tenido varios enfrentamientos con ellos, nos han estado pisando los talones desde que llegamos a la Orilla.

-¿Y no crees que eso ya nos quiere decir algo?- la chica con el hacha defendió su posición subiendo el tono de su voz.

-Mejor no  demos nada por hecho hasta no saber exactamente...- Patapez fue interrumpido por la aparición del par de individuos a los que estábamos esperando.

-¿Saber qué?- nuestro jefe de una pierna intervino en la conversación haciéndonos callar, de inmediato la habitación contempló la incomodidad de nuestro silencio.

Nuevamente las miradas cómplices tomaron lugar en nuestros rostros y sabiendo que ninguno cedería me decidí a levantarme y acercarme a Hipo.

-¿Tienes un minuto? Necesito decirte algo.- hablé por lo bajo con discreción.

-Oh, ahora sí quieres hablar.- respondió de la misma manera viendo como Heather procedía a sentarse al lado de los chicos, dándonos la suficiente privacidad para no ser escuchados por los demás jinetes.

-Escucha, esto ya no tiene que ver con nosotros.- bisbiseé sintiendo la temperatura subir a mi rostro.- Y tal vez no es tan importante en comparación con lo que sea que esté pasando pero en verdad tienes que saberlo.

Come fly with me (Hipo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora