Hipo:
-¿Hipo, puedo preguntarte algo?- apareció de entre las risas de los chicos.
-Claro- fruncí mi ceño por tan indiscreta petición- ¿Sobre qué?
Señaló el exterior con su cabeza con toda la atención de los demás en ella.
-Si es sobre conspirar en contra de Astrid yo paso, aún conservo las cicatrices de la última vez que... ¡auch!- Brutacio sobó su brazo que segundos antes recibió el impacto del puño de la rubia de quién hablaba.
Todos reímos comprendiendo el chiste local que Brutacio hizo, con la mente tranquila de que ambas chicas habían remendado sus errores y ahora no pasaba de bromas y balbuceo que por suerte ninguna se tomaba a mal.
Dando una última carcajada la acompañé afuera donde la noche marcaba su inicio con un cielo pincelado de gamas índigo, no tardó mucho para empezar a hablar.
-Quería pedir tu ayuda con.. algo- ensanchó su sonrisa como una niña pequeña.
Su ademán causó ternura en mí, misma que salió a floté con un fugaz roce de labios que la hizo ruborizar.
-¿Con que?- pregunté curioso.
-Creo que será más fácil si te lo muestro.
Jaló de mi brazo encaminándome a su cabaña, una vez adentro extendió un pergamino sobre una mesa, mismo que venía acompañado de varias hojas pegadas a su alrededor.
Se trataba de los bosquejos de un arco, uno muy peculiar para ser sincero. Jamás había visto planos iguales, parecía tener diseñado cada detalle pero hubo algo que captó de golpe mi atención; el arco de metal pasaría de su forma original a convertirse en una lanza de doble filo, uno en cada extremo, que dispararía sus cuchillas al oprimir un botón en el medio de éste.
Admiré su trabajo sorprendido, pensando en que en realidad a nadie se le habría ocurrido algo así. Palmeé con mis dedos las escrituras con indicadores de los distintos puntos a trabajar, había unas cuantas cosas que no entendía del todo y que sabía que eran su área; la calibración de las flechas y las cuchillas para que no afecte el peso en los disparos, las rigurosas medidas del cuerpo y palas, la curvatura y demás detalles que ella comprendía porque era su especialidad.
Sonreí gustoso de su talento, sobre todo porque sabía que le había inspirado confianza para desarrollar sus propios proyectos cuando descubrió uno de mis inventos en los que estaba trabajando; una espada que de un lado lanzaría gas de Cremallerus y del otro una cuchilla de fuego que sería mi espada, aunque sólo llevaba los prototipos de prueba con los que había fracasado porque no conseguía que la flama se mantuviera al molde de un florete.
-Esto es bastante bueno, _______- dije sin dejar de observar más detalles que de a poco iban apareciendo en mi campo visual- ¿Cuánto llevas planeándolo?
-Comencé hace algunas semanas, apenas anoche pude terminar el diseño- se encogió de hombros con un aire aligerado.
Me posicioné detrás de ella con mi brazo apoyado en su hombro y aspiré el aroma de su cabello, acto seguido deposité un beso en él y ella estiró su mano para acariciar el costado de mi cabeza.
-Empezamos mañana, ¿te parece?- susurré en su oído abrazándola por la cintura.
Sentí como su respiración se entrecortaba y con un gruñido corto asintió. Comencé a frotar mis manos contra su cintura con movimientos horizontales, sonreí victorioso contra su nuca porque sabía que eso le fascinaba y poco a poco hacia que perdiera la cordura. Con mis manos bajé un poco a sus caderas repitiendo el mismo patrón, ella tuvo que recargarse sobre la mesa frente a nosotros para mantener el equilibrio, inclinándose un poco hacia adelante y dejando su glúteos respingados a merced mío.
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Come fly with me (Hipo y tú)
Fanfiction𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥𝐥𝐚. 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐨𝐫𝐝𝐢𝐧𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 é𝐥. Un pueblo derrotado y un vuelo a una isla desconocida harán que Hipo y _______ se encuentren. Ella podrá tener un nuevo comienzo a pesar de sen...