La magia de darse a desear Parte 2

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Hipo:

El sujeto de estatura promedio y músculos definidos permaneció relajado. Su rostro estaba cubierto por una máscara de tela que tranquilamente fue quitando hasta que me dejó ver su rostro. Tenía una expresión divertida, seguramente por mi comportamiento. Hasta entonces, bajé la espada.

—Ah, eres tú —dije, adentrándome a la tienda y tomando asiento.

—¿Te pasa algo? Te ves...

—Vine corriendo —respondí, tajante.

Él asintió e hizo un mohín con sus labios, dándome una mirada que contenía un <<Si tú lo dices...>>. Después, tomó asiento a mi lado y cambió su semblante a uno pensativo.

—Voy a pasar por alto el hecho de que ayer estuviste coqueteando con una de las mejores cazarrecompensas del continente.

Empuñé los ojos y suspiré, cansado.

—No pasó nada.

—¡Por Thor, casi se cogen en el bar!

Oh, gracias por poner otra posible escena sexual en mi cabeza, cabrón.

Omití su comentario y pregunté:

—¿Estuviste ahí?

Él asintió, recargando los codos sobre sus rodillas.

—¿Tú sabías que ella no vendría a esta base? —solté, a la defensiva.

Él se mantuvo sereno en todo momento, y al responder lo hizo de una manera firme

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Él se mantuvo sereno en todo momento, y al responder lo hizo de una manera firme.

—No. El organizador de su gira ha mantenido el itinerario más privado de lo que esperaba. Estoy seguro de que ni siquiera ella ha de saber a dónde la llevan cuando sube a los barcos.

—Entonces perdimos tiempo aquí.

El Comandante enarcó una ceja y sonrió de forma burlona.

—Pues tú no parecías estar perdiendo el tiempo.

Rodeé los ojos.

—Lo que sea que hayas visto, olvídate de eso.

En respuesta, él ensanchó una sonrisa brillante y sardónica

—Olvidado.

Tamborileé mis dedos sobre mi antebrazo, tratando de no mostrar el manojo de nervios que era en ese instante luego de tan comprometedor encuentro con Ragga.

—Viggo sabe que estamos aquí. —lo miré por el rabillo de mi ojo, serio.

—Justo eso venía a decirte. Te tengo algunas... novedades. —asegurándose de tener mi atención en él, continuó—: Viggo no solo sabe que estás aquí, si no que está evitando que _______ te vea, por eso cambió el itinerario.

Come fly with me (Hipo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora