Porcelana

1.1K 102 54
                                    

________:

—¡Ja! —gemí al dar el golpe final con ímpetu y dejar a Jack tumbado en el suelo.

Éste se removió un poco antes de quejarse por el golpe de la caída, luego se reincorporó y extendió su puño para hacerlo chocar con el mío.

—Ya lo tienes, no entiendo cómo no has podido vencer a Declan —comentó mientras yo respondía al gesto.

—Y eso es lo que más me frustra —respondí recuperando el aliento.

—¿No ha vuelto a meterse contigo?

Negué mientras pasaba mi mano por mi frente para remover el sudor.

—Desde aquella última paliza no ha intentado volver a pelear, cree que con eso tuve suficiente.

—¿Y los chicos?

—Parecen tenerme un poco más de respeto. La situación es diferente cuando me ven usando un arma, pero en cuánto a combate cuerpo a cuerpo apuestan todo por Declan.

Ambos tomamos asiento sobre una gran roca aledaña para continuar con nuestra conversación y al mismo tiempo tomar un descanso.

—Lo que tiene es que no existe ninguna consideración en él. Está entrenado para atacar sin distinción, compasión o miramiento, y ese es el mismo entrenamiento que pretende emplear con la JC.

Mordí la parte interna de mi mejilla cayendo en una actitud reflexiva.

—Acabas de hacer que repare en mi error. —lo miré con cierto asombro— Quizá yo sí tuve algo de consideración con él en un principio, y para cuando eso se perdió ya era tarde. —reí con ironía al ya no estar cegada por la ira.

—¿Por qué le tendrías consideración? —preguntó el zagal con sus gemas bien puestas en mí.

—No lo sé, quizá lo subestimé —jadeé con un encogimiento de hombros.

—Grave error —se apresuró a decir con el aliento entrecortado por la previa actividad física.

—Sí, ahora me doy cuenta.

—Pero es el mismo error que él está cometiendo contigo. —el albino me codeó regalándome una de sus radiantes sonrisas— Ahora puedes tomar eso como una ventaja.

Le devolví la sonrisa, repasando en mi cabeza los puntos que hemos sacado de esta conversación.

Suspiré con pesadez haciendo el esfuerzo por relajarme, pues desde que había comenzado a entrenar con Jack, además de hacer mi trabajo en la JC, mi cuerpo se agotaba bastante rápido.

—¿Has sabido algo de Heather? —pregunté cambiando de tema.

Jack negó mordiendo su labio inferior.

—¿Y tú?

—No desde hace una semana que se fue —dije a secas.

Dejamos pasar unos minutos en silencio, hasta que, al mirar a Jack, noté que lucía nervioso. Abría la boca con intenciones de decir algo, sin embargo no emitía sonido alguno, repitió la acción un par de veces hasta que finalmente se decidió a hablar.

—T-tú... ¿sabes en dónde está?

—Sí, en DunBroch... —musité— O tal vez en Berk.

Entonces el albino suspiró, soltando el aire que parecía haber estado reteniendo.

—Qué alivio, temía que no lo supieras y te enteraras por mí.

—Está bien, ella me lo dijo antes de irse —respondí aparentando sosiego, cuando internamente también me carcomía el nerviosismo.

Come fly with me (Hipo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora