Curandero

778 74 8
                                    

_______:

Apenas arribamos a Vanaheim con la cabeza de Howard en manos de Aidan y su brazo cercenado en manos de otro orgulloso cazador, un grupo de personas ya nos estaba esperando para recibirnos. Entre aplausos, gritos de euforia y algunas palmadas en los hombros nos abrimos paso hasta la oficina de Viggo.

Aidan entró hecho un pavo real y dejó la cabeza del ex jefe cazador en el escritorio del Grimborn. El hombre de atrás alzó el brazo con mi flecha clavada en alto y soltó una fuerte carcajada.

Nuestro jefe pasó su mirada expectante por nosotros antes de curvar sus labios en una sonrisa.

Nuestro jefe pasó su mirada expectante por nosotros antes de curvar sus labios en una sonrisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No esperaba menos de ustedes —pausó para hacer énfasis en lo anteriormente dicho—. Tómense el día muchachos. ¡Bien hecho!

Los hombres se dieron la vuelta y caminaron hacia la salida. Todos iban comentando sobre la celebración que habría por nuestra victoria. Yo permanecí firme en mi lugar, sin mover ni un músculo y reteniéndole la mirada a Viggo. Aidan también se quedó allí pero el jefe no pareció prestarle tanta atención a su estancia como lo hizo con la mía.

—¿Por qué no estoy sorprendido? —dijo con la voz ronca.

—Digamos que no hago esto por caridad —respondí a secas.

—No quieras retarme, _______. No estás en posición de hacerlo. 

El líder cazador se puso de pie con una actitud amenazante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El líder cazador se puso de pie con una actitud amenazante. Se me acercó lentamente hasta estar a pocos centímetros de frente a mí. Me escudriñó de pies a cabeza pero su vista se centró en un punto específico. Con su mano retiró unos mechones de cabello que caían por mi hombro para descubrir mi cuello. Pasó sus dedos sobre las marcas que el hombre de Cwenthryth dejó en mi piel al intentar ahorcarme. Casi de inmediato me eché hacia atrás para salir de su agarre. Viggo río levemente y volvió detrás de su escritorio.

—Ahora, ¿quieres explicarme por qué la cabeza de mi antiguo socio tiene la herida de una flecha en el entrecejo?

Aidan se posicionó al lado de Viggo con los brazos tras su espalda. Desde allí me miró con una expresión consecuente.

Come fly with me (Hipo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora