El último deseo Parte 1

1.7K 119 60
                                    

Él acariciaba su cabello pardo mientras que ella reposaba sobre su pecho, recargados sobre la pared de madera del granero. Su cuello aún dolía, y según Nick, una maca rojiza comenzaba a brotar en su mejilla.

—Ya no sólo es una lucha contra los otros clanes... Ahora también es contra nosotros mismos. ¿Cuándo es que dejamos que esto se volviera un conflicto civil? —meditó la menor en voz alta, con la madurez y raciocinio que había aprendido de su hermano.

—Ya lo veía venir... —se limitó a responder el pelirrojo.

¿Y qué crees que pase?

El zagal pensó unos momentos, negó con la cabeza y respondió con su corazón en las manos de su adorada hermana.

—Sólo los dioses saben... —musitó—. ________ necesito hablar contigo.

La aludida se reincorporó para observar los ojos verdosos de su mejor amigo, éste la miró retratando cada una de sus facciones en su mente y en su corazón, porque en los días malos eso le era suficiente para mantenerse de pie... por ella, por el inmenso amor que le tenía.

Estamos conscientes de que la situación se pondrá cada vez más difícil, tú lo has dicho y me alegra que lo sepas: esto también es algo local. Hasta ahora me parece haber hecho lo que en mis manos estuvo para mantenerte a salvo... Te he enseñado todo lo que sé y te he sometido a duros entrenamientos para volverte físicamente fuerte.

Cesó sus palabras cuando, en medio de su hablar, un estruendoso relámpago se hizo escuchar con la furia que Thor manifestaba, el cielo se encendió por una milésima de segundo para dejar tras él la oscuridad de la noche adornada con el sonido de la tormenta.

¿Por qué me dices todo eso? —musitó la niña en un susurro.

Antes de él responder, inspiró con pesadez para tomar una considerable cantidad de aire.

—Porque desde hace tiempo me he estado reprochando el no prepararte psicológicamente... Y-yo... —se detuvo cuando las manos femeninas tomaron las suyas, estaban heladas y temblaban así que él las apretó para sentirla aún más cerca—. Yo n-no... sólo los dioses saben lo que nos ampara el destino y...

—¿Confías en ellos, en los dioses? —arremetió ________ con lo que a Nick le pareció ser la madurez de una mujer adulta.

Claro que sí, y tú también deberías.

¿Entonces por qué te cuesta tanto llegar al punto?

Él trago saliva, porque sabía que ella sabía. Ella sabía lo que su hermano intentaba decirle pero no quiso aceptarlo así que fingía desconocerlo aunque por dentro estaba muerta de angustia.

Nick se preparó para hablar con el mayor tacto posible.

Algún día nuestros caminos se separarán, no sabemos cómo ni por qué, o en cuánto tiempo y debes estar consciente de ello. Nacimos en una época difícil y vivimos en un período todavía peor, por lo tanto estamos expuestos a todo tipo de tragedias.

Nick, basta... no quiero ni pensarlo.

No, escúchame porque si algún día yo te llego a faltar...

—¿Y por qué no te falto yo a ti? —interrumpió a la defensiva—. ¿Por qué tienes que ser tú? —la adolescente se levantó de golpe alterando los nervios de su hermano y los propios.

—No, tú no —respondió el zagal sin titubeos, levantándose también.

Soy más pequeña, más débil...

Come fly with me (Hipo y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora