04

58.4K 8.3K 5.7K
                                    

Eran las cinco de la tarde del fin de aquella semana. Y día de inventario en aquella pequeña cafetería orgánica de la esquina en un lindo vecindario de Seúl. El verano anunciaba su partida dejando pasar un leve diluvio del otoño cercano, y las calles desprendían un aroma a humedad.

El sol amenazaba por ocultarse en el horizonte, y pintaba con delicadeza las mesas del café a través de las ventanas. Era un lindo día.

Kim Taehyung se encontraba terminando de secar algunos platos, y a través de los altavoces se escuchaba una tierna voz con una tenue melodía. Aunque la semana del hombre fuera pesada por el trabajo extra que se había ganado por el inconveniente que había iniciado un montón de servilletas, aquel día no había sido tan malo.

Las personas habían sido amables, el ambiente había estado tranquilo, su Sunbae Namjoon había sido dulce como siempre, y Yoongi incluso había sido un poco menos amargado. Tenía el ánimo suficiente para terminar adecuadamente el día.

El lugar quedó repentinamente solo, la puerta de vidrio se cerró, y la campanita sonó. Taehyung respiró hondo y guardó los platos con calma.

Una cabellera grisácea salió de la cocina con una adorable sonrisa adornada con hoyuelos. Taehyung sonrió con amplitud, recreando un cuadrado con su boca.

—Ten un buen fin de semana, Taehyungie. —dijo Namjoon, con una maleta a su espalda y un delantal blanco en sus manos.

—Gracias, disfrute su tiempo libre, Sunbae. — respondió, haciendo una corta reverencia con la cabeza viéndolo alejarse. Yoongi salió tras él con los auriculares puestos y un buso blanco sobre su uniforme—. ¡Buen fin de semana para ti también, Yoongi Hyung!

El peli-marrón alzó su mano en señal de despedida y salió disparado del local. Taehyung apoyó los codos en el mostrador y acunó su rostro con las palmas de las manos sumiéndose en el silencio del lugar. Ahora tenía el lugar para él solo.

Siguió el melodía tarareando, y se dispuso a limpiar las mesas. Aún quedaba menos de media hora para cerrar, pero si comenzaba antes aprovechando la ausencia de clientes, podría irse más rápido. Sintió su móvil vibrar en el bolsillo de su dental, y dudó antes de tomarlo y contestar la llamada entrante.

Al fin y al cabo estaba solo, no podría haber problema, ¿Verdad?

Se sobresaltó un poco al distinguir el nombre de su mejor amiga en la pantalla. Y cayó en cuenta de que hace mucho —semanas—. no conversaban. Su rutina había estado ahogando otros aspectos de su vida, y a penas era consciente de aquello. Tampoco recordaba la última vez que había hablado con su padre. Tragó saliva antes de contestar.

—Ha Neul. —musitó, con una extraña sensación en su estómago. La pelirroja que había sido su amiga hace más de cuatro años ahora parecía extrañamente distante, y se encontró extrañándola.

¡TAE! ¿Por qué nunca me llamas, pequeño ingrato? —el tono de su voz hizo sonreír al castaño. Se encogió en su posición y soltó un suspiro. Hablar con ella estaba reviviendo cosas en su memoria que se sentían bien.

Se recordó a sí mismo asistiendo a sus clases, y saliendo a pasar el rato con ella después. Después de que ambos se graduaran del instituto, habían hecho todo lo posible en entrar a la misma universidad. Ella había entrado a medicina, y aunque sus horarios no coincidieran mucho, ambos se habían esforzado en mantener la buena amistad intacta. La chica había llegado nueva en el penúltimo año de instituto, y al quedarse la misma cantidad de tiempo en la biblioteca que el castaño, —en ese tiempo un apasionado por los libros de la historia del arte—.  habían comenzado a relacionarse. Lee Ha Neul era una chica tímida, reservada y cordial, totalmente contraria a Taehyung: que era escandaloso, extrovertido y conversador. Pero de allí surgía una amena relación, en la que había depositado la confianza en el otro y habían comenzado a compartir sus vidas. Ha Neul había sido el apoyo de Taehyung en muchas situaciones, y él siempre había intentado compensarla siendo atento y divertido.

Control «KookTae» ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora