Control «KookTae» ©

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Taehyung no pudo evitar soltar una risa. En realidad que Jungkook era bueno con las bromas, y podía jurar que era la primera vez que el hombre le hacía reír.

Sin embargo, la expresión seria de Jungkook no cambió. La mano que sostenía su brazo tampoco se apartó.

Fue entonces que su sonrisa se desvaneció.

—¿Qué? ¿Lo dices en serio? —preguntó él, ahora más sorprendido que nunca. Vio como el hombre apretó la mandíbula.

Taehyung se puso tan rojo como un tomate. Y un cóctel de confusión y estrés se apoderó de su estómago.

Tenía que ser una maldita broma. ¿Cómo podía estar invitándolo a salir? Estaba más que seguro que no le caía bien, y aunque algunas cosas se pusieran raras antes y los cuerpos de ambos hubieran hecho... ciertas cosas —como besarse salvajemente—. aún tenían un mar de diferencias que los hacía incapaces de soportarse.

¿Qué era lo que pasaba por la cabeza de ese hombre como para proponer aquello?

Las cejas de Taehyung se cerraron en su frente, y se obligó a sí mismo para mantener la calma. Quizá solo estaba de joda. Para vengarse. En cualquier momento soltaría una carcajada burlona.

—¿Tú quieres salir conmigo? —preguntó, casi con diversión, intentando probarlo.

Los ojos del contrario se entrecerraron.

—¿Quieres palmaditas en tu ego? Si te lo dije, es porque así es. —respondió, con una mirada casi asesina. Por el amor de Dios, ¿ni siquiera para estas cosas podía ablandar su expresión?

Pero el corazón de Taehyung solo reaccionó a sus palabras, sobresaltándose.

El tipo parecía ir en serio.

—¿P-Por qué quieres hacerlo? —preguntó, empuñando las manos, y sintiendo su piel sensible a los toques del hombre. Inevitablemente, una pequeña burbuja de esperanza comenzó a flotar dentro de él. ¿Quizá Jungkook quería enmendar todas las cosas que desde un principio no habían funcionado? ¿Quería ser más amigable de verdad? ¿Quería...?

—Porque quiero probar algo.

De verdad era increíble solo como una frase que saliera de la boca de Jungkook podía hacer que todo el cuerpo de Taehyung ardiera de rabia.

El hecho de verle el lado negativo a las cosas solo se había desarrollado por culpa del pelinegro. Quizá no era bueno estar tan prevenido, pero ya era un poco tarde.

Se safó del agarre de Jungkook de un tirón, y puso su mejor cara de pocos amigos.

—¿Probar algo? —preguntó, un poco desilusionado. Aunque se lo esperara del tipo, algo en el fondo de él —muy en el fondo—. deseó que las razones fueran al menos un poco más... Dulces, pero, ¿Qué era esto?

Entonces Jungkook asintió con la cabeza. Unas tremendas ganas de hacer un berrinche tal cual niño pequeño se apoderaron de Taehyung.

—¿Cómo que probar algo? ¡No soy un experimento! ¡No saldré con alguien que me ve como una rata de laboratorio! —espetó, y pateando el suelo, se fue hasta el mostrador. Maldición, y pensar que... Y pensar que su cabeza se ablandó un poco hacia Jungkook. Qué idiotez, las personas no cambiaban de un día para otro.

Estaba muy molesto y decepcionado. Y odiaba estar así por él.

Hubiera deseado que allí acabara esa situación, pero cuando tuvo a Jungkook de nuevo frente a él —esta vez siendo separados por el mostrador—. supo que no sería así. Se cruzó de brazos y se apretó el estómago quizá con demasiada fuerza mientras le sostenía la mirada.