El sonido de su móvil lo hizo sobresaltar mientras iba en el taxi hacia el hospital.
Se apresuró a sacarlo de su bolsillo queriendo abofetearse a sí mismo, había quedado tan tenso y ansioso después de la llamada con Yoongi, que parecía un niño paranoico.
Pero no podría evadir el hecho de que la actitud de su Hyung lo había extrañado hasta el punto de asustarlo un poco. Si unía los puntos con cuidado, teniendo en cuenta las palabras de Yoongi: Ji Taehyung había mentido sobre el "accidente" de su Sunbae Namjoon, que ahora tenía la nariz rota. ¿Por qué había mentido, en primer lugar? ¿Si no había sido un accidente, entonces de qué se trataba?
Sacudió su cabeza y se aclaró la garganta, intentando concentrarse en el número que lo llamaba. No era nadie conocido, al parecer, ya que no aparecía un nombre en el identificador de llamadas. Puso su dedo sobre el botón para contestar, sin presionarlo y dejándolo a centímetros del cristal.
¿Quién sería? ¿Por qué llamaba justo ahora, cuando sus inquietudes y ansiedades hacían juegos en su estómago? Esperaba que fuera su padre desde algún móvil prestado, tal vez Ha Neul.
O quizá estaba más alarmado de lo que debía.
Contestó la llamada luego de respirar profundo. —¿Sí, diga?
Una risita grave se escuchó del otro lado, y el ceño de Taehyung se frunció un poco. Aquel sonido de le había familiar.
—¿Quién es? —preguntó, centrando su vista en el cristal del taxi.
—Te oyes bastante formal por teléfono. — escuchó pronunciar, y entonces su corazón dio un vuelco violento en su cavidad. Ya reconocía aquella voz. Claro que lo hacía.
—J-Jungkook, ¿Q-Qué?... —suspiró, mucho más que incómodo y con el cuerpo poniéndose más rígido—. ¿Qué rayos? ¿Cómo tienes mi número?
El hombre soltó otra risita, y el puño de la mano libre de Taehyung se apretó en su regazo.
—No vuelvas a dejar tu móvil a mi alcance, mejillitas. De ahí lo saqué.
La expresión de confusión y sorpresa de Taehyung se instaló y permaneció en su rostro.
¿Cómo, en qué momento el hombre pelinegro había tenido acceso a su teléfono? ¿Quizá mientras dormía? ¿Mientras se duchaba esa mañana?
Joder.
—E-Esto es... eres un hombre extraño. —musitó, pero cerró y apretó los ojos rebuscando valentía en su interior. No podía seguir tartamudeando, odiaba hacerlo con Jungkook. Se sentía como un niño tonto y débil cuando lo hacía, ¿Si no tenía el control de su voz, de qué lo iba a tener? Volvió a aclararse garganta—. ¿Qué es lo que quieres, acosador? No quiero hablar contigo.
—Ah, ya decía yo que parecías tener modales, ya veo que no. — exclamó Jungkook tan cerca de la bocina del móvil que Taehyung podía oír su respiración—. ¿Qué? ¿No es justo que después de lo que acordamos hoy tenga tu número? ¿Cómo podré contactarte entonces? No voy a estar yendo todo el tiempo a tu café.
La boca de Taehyung se abrió más, y su ceño se frunció al punto de que su entrecejo comenzó a temblar. Recordando los sucesos de la mañana, sí que tenía cosas qué decirle.
—¿Acordamos, dices? —preguntó, entonces cruzándose de brazos y riendo con falsedad—. Cuando se acuerda salgo, es porque las partes del trato se ven beneficiadas. No cuando la única condición que se pone es la primera en romperse. —exclamó, con lo último entre dientes y con un cóctel de irritación en el estomago.
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Control «KookTae» ©
FanfictionEn medio de la preponderancia y el saudade, Jeon Jungkook y Kim Taehyung se conocen. Si el dicho dice que los opuestos se atraen, en definitiva no aplica con ellos, y trae, como consecuencia, un enfrentamiento que sin fundamento los involucrará en u...