Park Jimin se quedó con la boca abierta, mientras observaba a su colega Jeon Jungkook mirar fijamente el vidrio de la mesa del café en el que se encontraban. Estaban bebiendo batidos, y el rubio había querido reunirse con el hombre por la creciente necesidad de preguntarle qué rayos había ocurrido en la víspera de año nuevo, de la cuál habían pasado ya un par de días.
Sin embargo, su incertidumbre se hacía teñido de irritación en el momento que había intentado hablarle. Sobre lo que fuera.
Porque Jeon Jungkook, desde el momento que había puesto un pie sobre aquel local, parecía haber desconectado su cabeza por completo de la tierra. Los saludos triviales los había llevado a sentarse y pedir algo, pero Jimin había notado que algo estaba mal desde que respondió a su primera pregunta.
«El clima está más frío de lo habitual, ¿no es así?» había preguntado. Y el pelinegro, alzando a penas la vista para mirarlo, solo se había quedado estático unos segundos hasta que frunció un poco el ceño y sólo asintió con la cabeza.
Y bueno, su actitud no había cambiado en la última media hora que llevaban juntos.
Así que aunque Jimin había querido preguntar, se había contenido teniendo el fuerte presentimiento de que no obtendría respuestas.
Jungkook no parecía estar allí con él, aunque lo tuviera en frente.
Así que ahora estaba inquieto. Demasiado inquieto a causa de eso.
Dirigió la mirada al batido de Jungkook, que estaba casi intacto por el par de veces que había sorbido después de limpiar cuidadosamente la superficie de cristal del vaso, y luego, aún con la boca entreabierta, miró al pelinegro.
Sus labios se cerraron y apretaron.
La mirada de Jungkook seguía clavada en el vidrio. Como si observarlo fuera la actividad más interesante del mundo.
Sus manos estaban rígidas sobre su regazo.
Sus hombros estaban encorvados, y parecían pesarle a juzgar de su postura.
Parecía, en conjunto con su semblante, un bulto de pesados ladrillos con ojos cansados. ¿Qué rayos era lo que lo tenía de esa forma, tan distraído? Jungkook no era muy hablador, usualmente, pero aquel silencio era casi tétrico.
¿Qué le había pasado para estar así?
Suspiró a sus adentros y se cruzó de brazos, recostándose en el respaldo de la silla. Tenía que sacar a Jungkook de aquella burbuja. Al menos por un momento.
Así se decidió en decirle algo.
―¿Qué estás mirando?
El hombre a penas si reaccionó, para mirarle, saliendo un poco de su trance.
―¿Qué?― preguntó él en respuesta, genuinamente curioso, con un tono leve de voz.
―¿Qué estás mirando? Te ves bastante concentrado― repitió, cruzando sus piernas bajo la mesa.
Jungkook parpadeó un par de veces antes de hacer funcionar su boca.
―La mesa está mal limpiada. ― respondió, en un tono bajo, y algo apagado.― Puedo ver huellas en la superficie.
Jimin a penas si espabiló, asimilando lo que escuchaba.
¿Qué? ¿La mesa?
―Ah.
Bueno. No podía decir que no se lo esperaba. Sin embargo, aprovechando el hecho de que Jungkook había comenzado a utilizar palabras- de hecho creía que esa había sido su frase más larga en toda su presencia- se decidió en desviar el tema, no dándole importancia a las huellas.
![](https://img.wattpad.com/cover/214619335-288-k76682.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Control «KookTae» ©
FanfictionEn medio de la preponderancia y el saudade, Jeon Jungkook y Kim Taehyung se conocen. Si el dicho dice que los opuestos se atraen, en definitiva no aplica con ellos, y trae, como consecuencia, un enfrentamiento que sin fundamento los involucrará en u...