[Flashback. Hace un año y unos meses]
—Lo veo en todos lados.
Kang Yeo Reum ladeó un poco la cabeza, atenta a las palabras del pelinegro Jeon Jungkook.
—Está presente en mí todo el tiempo— continuó, cabizbajo— Lo veo en las mañanas junto a mí en la cama. Lo veo correteando por la cocina como un tonto mientras cocina. Lo veo sentándose en los sofás y saliendo de la ducha con su cabello goteando. —hizo una pausa, mordiéndose ambos labios— Eso evadiendo los sueños repetitivos en los que aparece. Me mantienen cansado y dolorido.
Suspiró con pesadez.
—Estoy aferrándome a loa recuerdos a pesar de que ya no esté, y yo...–musitó, pasándose una mano por el rostro y el cabello—... estoy enfermo de eso. Extrañarlo tanto simplemente no está haciéndome bien.
La Doctora Kang se mordió el interior de la mejilla.
—Entonces decidí algo— declaró, irguiendo su espalda. Pareciendo de semblante fuerte y firme. Pero con los ojos vidriosos y destilando fragilidad. —Quiero olvidarlo. Tengo que hacerlo.
La rubia frente a él, no evitó deslizar la mirada hasta la planilla de pacientes. Distinguió el nombre de Taehyung para la sesión que tenía pasadas dos horas, y respiró profundo.
No había posibilidad de que se encontraran, aquellos dos, ¿o sí?
Para eso había -ligeramente- alterado su agenda para que nunca más tuvieran la oportunidad de que se vieran uno tras otro. No sabía porqué lo había hecho, del todo. Ya que de cierta forma estaba incumpliendo su ética laboral. Pero por otro lado, estaba convencida de que era mejor de esta forma. Jungkook no estaba bien. De las sesiones que llevaba con Taehyung, sabía que él tampoco lo estaba. Y que si llegaban a encontrarse, sería peor.
Así que...
Estaba bien de esa forma, bajo su control. No quería alterar ningún proceso de los chicos.
No podía darse ese lujo.
Entonces devolvió la mirada hasta Jungkook, y llevó su mano hasta la caja de pañuelos al ver la primera lágrima recorrerle la mejilla.
Sin embargo, Jungkook refutó de inmediato.
—No, no— exclamó, limpiándose rápido las mejillas— No estoy llorando, no gaste innecesariamente sus pañuelos.
Pero la mujer, no dejándose engañar, tomó un par y se los ofreció.
Jungkook primero la miró a los ojos, y después a sus manos. Parpadeó un par de veces, pareciendo confundido, y quedándose quieto.
Yeo Reum hizo un pequeño mohín antes de hablar.
—No tienes porqué reprimirte, Jungkook. — afirmó, con la voz suave y amena— Tienes razón. No te haría mal soltarte de los recuerdos de Taehyung. Pero todo es un proceso. Todos los procesos tienen un tiempo. Y duele. –Jungkook volvió a mirarla a los ojos— Está bien que duela. Será más tortuoso si lo dejas dentro de tí. No estás solo llevando esta carga.
La mujer sonrió ligeramente cuando al parar de hablar el hombre le recibió los pañuelos, de nuevo sin mirarla, y dejando otra pequeña perla salina salir de sus ojos.
Cómo se notaba lo mucho que había intentado retenerla.
—¿Realmente podré olvidarlo?— musitó, dejando que sus hombros saltaran en pequeños espasmos de su respiración.
La Doctora Kang le sonrió de forma sutil, ladeando un poco la cabeza.
—Eso no puedo asegurarlo. —admitió— No puedo borrarte la memoria o algo como eso. Pero...—miró fijo a los ojos contrarios— Sí podemos hacer que duela menos.
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Control «KookTae» ©
FanfictionEn medio de la preponderancia y el saudade, Jeon Jungkook y Kim Taehyung se conocen. Si el dicho dice que los opuestos se atraen, en definitiva no aplica con ellos, y trae, como consecuencia, un enfrentamiento que sin fundamento los involucrará en u...