Capítulo 11 "¡Padre!"

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Capítulo 11 "¡Padre!"

Hace pocos minutos...

El Segundo Joven Maestro había logrado escapar. Al ver que nadie lo seguía y que no había nadie en la calle en la que estaba, se apresuró a un callejón, lejos de las miradas. Sus dientes estaban apretados dolorosamente. Pero sus ojos estaban llenos de resolución.

"Aunque tenga un cuerpo de mierda, ¡Aun soy yo! ¡Este dolor no es nada!" Diciendo eso para sí mismo, estiró su mano derecha a su hombro izquierdo, donde estaba la segundo flecha que lo había apuñalado. Antes, pudo haberse sacado las flechas por sí mismo y cerrar la herida para que la sangre no se filtre. Pero había demasiada gente, por lo que no quería llamar la atención. Sería demasiado raro si de repente alguien tan inútil como él pudiese hacer eso.

Para Alan, estar en este cuerpo era bueno, pero a la vez malo. En lo bueno se debía a que podría pasar desapercibido por sus futuros enemigos actuando como un inútil y bueno para nada. Pero lo malo era que actuar así se sentía muy restringido. Si hubiese transmigrado al cuerpo de algún experto poderoso, las cosas tal vez hubiesen sido más fáciles...

En este punto, realmente maldecía su mala suerte. Aun con los dientes apretados, se dijo: "¡No perdamos más tiempo! ¡Me sacaré estas flechas!" Cuando dijo eso, ¡Agarró la flecha en su hombro izquierdo sin ninguna duda!

Entonces, ¡La sacó velozmente, sin mostrar duda alguna ante el fuerte dolor! ¡Ni siquiera grito!

Justo después de sacarse esa flecha, inmediatamente se sacó la otra flecha que estaba en su espalda. Sin perder tiempo, se sacó su camisa de noble y realizó un nudo en su hombro izquierdo, deteniendo el sangrado. Corto una parte de la ropa de noble, haciendo un rápido nudo en donde la otra flecha había apuñalado.

Sus ojos estaban llenos de malicia, cuando pensó: '¡Ese asesino está muerto!' Miró por todo el lugar, al ver que nadie lo había visto, lanzó un suspiro de alivio.

"¡Muy bien! A juzgar por las memorias del Segundo Joven Maestro original, estoy a unas cuarenta calles de la residencia de la Familia Blay. Si no utilizo mis propias habilidades de movimiento, ¡Ese asesino escapara y posiblemente ese Experto en el Reino Mortal sea asesinado o mortalmente herido! Ya que las cosas ya son así, ¡¿Por qué no hacer que ese tipo sea mi subordinado!?" Pensando en eso, sonrió de forma depredadora. Si su maestro, ese maldito viejo, viera esa sonrisa, incluso él se podría en alerta y tendría extremo cuidado con él alrededor.

De repente, su cuerpo desapareció. Esta velocidad... ¡Debería ser solo la de un Experto en el Reino Carnal!

Al igual que Marcos, cuando Alan pasó por al lado de las personas, ellos solo sintieron una leve brisa. Si supieran que el inútil Segundo Joven Maestro de la Familia Blay estaba pasando al lado de ellos con una velocidad extraordinaria...sus mandíbulas caerían hasta el suelo.

Aunque no podía usar su máxima velocidad que usaba en su vida pasada por la inutilidad de este cuerpo, ¡Esta velocidad era más que suficiente! Si pudiese usar su velocidad original, tal vez, ¡Podría incluso igualar la velocidad de un hombre en el Reino Divino Inicial, superando a los Jefes de Familia y llegando a igualar la velocidad del mismísimo Emperador Imperial!

En tan solo dos minutos, llegó frente a la residencia de la Familia Blay. Sin dudar ni un segundo, entró. Cuando entro, se quitó los nudos. No quería dejar que nadie supiese que se había hecho eso, ni siquiera la que ahora era su familia.

Entonces, lanzó un grito agonizante: "¡Ahhhhh! ¡Alguien ayúdeme! ¡Soy yo, el Segundo Joven Maestro! ¡Intentaron asesinarme! ¡Ahhhh!" Su voz era fuerte, y se escuchó en gran parte de la residencia.

Cuando los más cercanos la escucharon, inmediatamente se apresuraron a la entrada de la residencia de la Familia Blay. Los primeros en llegar fueron los sirvientes cercanos.

El Jefe de los Sirvientes, que había llegado poco después, gritó: "¡Llamen al Jefe de Familia! ¡Ayúdenme a llevar al Segundo Joven Maestro con él Médico de Familia!" Cuando las primeras personas llegaron, el Segundo Joven Maestro se encontraba tirado en el suelo llorando y sangrando de su espalda y su hombro izquierdo. La vista era lamentable...

...

En un minuto, el Segundo Joven Maestro fue llevado a la sala de enfermerías de su familia. Allí, el médico de familia puso vendajes en sus heridas. En todo el transcurso de la curación, el Segundo Joven Maestro gritaba locamente como si estuviese siendo sacrificado...

El Médico de Familia tenía un fuerte dolor de cabeza cuando termino de vendar las heridas. Si hubiese sido otro y no el hijo del Jefe de Familia, le hubiese gritado que se callara. Pero como era el hijo del Jefe de Familia, solo pudo quedarse callado mientras atendía las heridas de este mimado Segundo Joven Maestro.

Justo cuando termino de vendarlo, el Jefe de Familia de la Familia Blay, Carlos, apareció. Su rostro era blanco pálido cuando vio a su hijo. Aunque sabía que su hijo era un bueno para nada, ¡Seguía siendo su hijo!

La furia lo inundó. Cuando llegó, le pidió al instante a Alan que le contase que había sucedido. Entre sollozos, el Segundo Joven Maestro le conto todo lo que ocurrió. Incluso dijo la calle exacta en donde estaba el asesino y el valiente héroe que había salido de entre la multitud para ayudarlo...

Si Carlos no hubiese estado enfurecido y preocupado por su hijo, hubiese encontrado sospechoso que se acordase de todos los sucesos con tanta exactitud. Era tal que incluso se acordaba de la calle. En un momento así, alguien como su hijo, un inútil bueno para nada, no podría ni siquiera recordar donde se encontraba parado. Lamentablemente, en su estado, no se dio cuenta de eso.

Aun furioso, salió de la enfermería, y gritó: "¡Gabriel!" Cuando terminó de gritar, una sombra apareció atrás de él. Era la sombra de una persona, quien hizo una profunda reverencia cuando habló: "Si, ¿Qué quiere que haga Jefe de Familia?"

Carlos inmediatamente le pidió que vaya a esa calle, con su máxima velocidad. Para ayudar al 'valiente' héroe y para que pueda capturar al asesino. Si no estuviese su hijo en este estado, no cabría duda de que hubiese ido él personalmente.

Gabriel asintió, y partió con su máxima velocidad...

...

Y así, fue como Gabriel llegó en tan solo unos pocos minutos a este lugar. Mientras luchaba contra ese asesino, el Segundo Joven Maestro logró 'calmarse'.

...

Cuando el Segundo Joven Maestro se 'recupero', salió de la enfermería. Aunque el Médico de Familia le dijo que debería hacer reposo, estaba enfurecido gritando que debía conseguir venganza.

Su padre estaba afuera y lo vio, sorprendido por la rápida recuperación de su hijo. Él se apresuró a estar frente a su hijo, y preguntó preocupado: "Hijo, ¡¿Estas bien!?"

Alan de repente se detuvo, viendo la expresión de su padre. Su expresión hizo que toda su actuación de furia desapareciese. En cambio, fue remplazada por una rara ola de emociones tristes.

'Esta expresión de preocupación...ni siquiera mi maestro tuvo esta clase de expresión... El solo quería que entrenase y entrenase, sin parar. Esta clase de preocupación, ¡Este amor paternal! ¡Nunca lo tuve!' En su vida en la tierra, nunca conoció a sus padres o familia. Desde que tenía memoria, solo entrenaba salvajemente con su maestro, sin pensar en nada sobre su familia. Su maestro nunca había mostrado esta clase de preocupación en su rostro. Incluso al final, él nunca supo si ese maldito viejo lo quería o no.

Su expresión de enojo volvió, pero no olvidaría nunca esta preocupación dada por este padre en esta vida. Aunque no se dio cuenta, muy profundo en su mente, juró proteger a este padre suyo en esta vida...

Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin IgualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora