Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin Igual

Capítulo 86 "Cuídate"

Capítulo 86 "Cuídate"

Poco después, Alan permitió que Gabriel y Oriana entrasen a la habitación. En su rostro no había ni una pizca de tristeza. Lo único que quedaba en su rostro era una sonrisa tranquila: "Padre es fuerte. Él es mi sangre y carne, por lo que naturalmente... ¡Se recuperara en un tiempo extremadamente corto!" Al llevar esa sonrisa, era imposible decir si estaba bromeando o realmente tenía dicha confianza en sus palabras.

Gabriel sonrió tanto física como mentalmente al pensar: 'Supongo que la arrogancia nunca cambia...' No obstante, estaba muy feliz de ver que Alan estaba tomando la recuperación de su padre como un hecho y no con tristeza. Pero si hubiese visto la escena poco antes...

Pero Alan no revelaría eso en lo más mínimo. Aun llevando esa sonrisa tranquila, continuó: "Oriana, dejemos a Gabriel un tiempo con mi padre. Aunque ahora mismo este sonriendo, sé que por dentro está muy preocupado por mi padre. Y como el guerrero que es, no dejaría salir una lagrima delante mío o tuyo. No es así, ¿Tío?" Al final, le dijo 'tío' tanto con cariño como de forma bromista.

Sorprendentemente, Gabriel no le dijo nada. Se ve que verdaderamente estaba muy preocupado por su padre y estaba demasiado absorto en sus pensamientos como para escucharlo en este momento.

Alan se movió veloz pero cuidadosamente al lado de Oriana, y en voz baja le habló nuevamente al oído como antes en el gran salón: "Pequeña criada, dejémoslo solo. Realmente estoy preocupado de que deje salir una lagrima delante de nosotros..." Luego de decir eso, sin esperar la respuesta de Oriana, la agarró de la cintura y se la llevo afuera de la habitación usando Pasos Fantasmas. Y aunque Gabriel estaba en el Reino Carnal Intermedio, gracias a que estaba completa y absolutamente distraído en sus pensamientos, no sintió en lo absoluto cuando Alan se movió y se llevó a Oriana...

...

Afuera de la habitación, Alan relajo su agarre de la cintura de Oriana, permitiendo que esta se libere, con el rostro completamente rojo tanto por la vergüenza como por la furia. Con voz furiosa, le dijo: "¡¿Cómo te atreves a agarrarme así?! Si no estuviésemos conectados de por vida, ¡Ya te hubiese cortado la mano!"

Alan la miró con burla, y finalmente resopló: "¡Vete a la mierda! Cada acción tiene consecuencia. Ahora, ¡Aguántate por haber usado el Contrato Eterno conmigo! Y no te preocupes, ¡El sentimiento de querer matarte también es mutuo!"

Aunque Alan seguía furioso con esta pequeña criada por haberle puesto el Contrato Eterno, realmente le gustaban sus reacciones cada vez que la molestaba. Y como no la podía matarla para desahogar su furia, esta era definitivamente la mejor forma...

Alan realmente había tenido poca interacción con las mujeres en su vida en la Tierra. Primero, estaba el orfanato donde pasó su infancia y apenas tenía amigos y en ese tiempo un chico no pensaría en el romance realmente.

Y luego, en su adolescencia, donde tendría que haber experimentado tanto el amor como el desamor, lo único que experimento fue el entrenamiento y el asesinato. Cuando iría a matar a alguien tal vez se encontraría con alguna que otra mujer que le parecería atractiva, pero realmente no le ponía demasiada atención y tampoco era su prioridad.

Y aunque no era experimentando con las mujeres, sí era muy molesto y nada tímido. Al descubrir lo fácil que se avergonzaba esta pequeña criada, no dudó en molestarla de todas las formas que se le ocurrieron.

Viendo la burla tanto en el rostro y las palabras de Alan, Oriana pisoteó el suelo y estaba por girarse para irse, claramente muy molesta. Pero justo en ese momento, Alan le agarró el brazo.

Volteándose molesta, estaba por empezar a insultarlo cuando vio la expresión de Alan. Su rostro estaba mortalmente serio...

Frunciendo el ceño ante el repentino cambio de humor de Alan, le preguntó: "¿Qué sucede?" Alan le soltó el brazo al ver que no se iba y le contestó al mismo tiempo: "¡Quiero que cuides a mi padre mientras estoy en la batalla contra el Clan Demoniaco!"

El rostro de Oriana se hundió, y ella claramente parecía frustrada: "¡No! ¡Debo hallar más cosas sobre los asesinos de mi clan! No puedo simplemente quedarme a cuidar a tu padre solo porque tú me lo dices, aunque seas mi maestro, ¡Aun puedo desobedecer cualquier orden hasta que no me hayas ayudado a completar completamente mi venganza!"

Alan finalmente sonrió, como si supiese que esa sería la respuesta que esta chica le diría. Pero aunque sonreía, habló con voz seria: "Muy bien. Entonces, ¡Te ayudare a completar tu venganza luego de que regrese! Para entonces, ¡Te puedo asegurar que seré increíblemente fuerte y haré todo lo posible para buscar a los responsables de la masacre de tu clan!" Su voz estaba llena de resolución.

Pero Oriana conocía demasiado bien a este chico aunque lo conocía de hace poco. Sabía que no se podía confiar realmente en él. Si realmente pudiese confiar en él, ¿Cómo hubiese acabado en esta situación del Contrato Eterno?

Llevando una sonrisa de burla, le dijo: "¿Crees que soy estúpida? ¿Acaso crees que me enamoraré porque estuviste coqueteando conmigo de forma falsa y que hare todo por ti tan solo por eso? ¡Claramente no puedes entender bien a las mujeres sí realmente crees que somos tan tontas!"

La sonrisa de Alan fue desapareciendo poco a poco. Lo único que quedo en su rostro fue una mirada incomparablemente fría, la cual disparó a Oriana: "No me interesan como son las mujeres. Y no te preocupes, ¡Te puedo asegurar que nunca me pondría como objetivo enamorar a una chica como tú para que haga lo que quiera de forma tonta e ingenua!" De repente, dio un paso adelante, acortado toda la distancia entre ellos. Y una sonrisa volvió a aparecer en su rostro. Pero esta sonrisa no era tan amable como lo había sido la última: "¿Sabes porque no me hace falta amenazarte para que cumplas con todo lo que quiero que hagas?"

Ella dio un paso hacia atrás, pareciendo nerviosa por las repentinas acciones de Alan. Ahora mismo, Alan le recordaba aquella noche en la que hicieron el Contrato Eterno...

Alan volvió a dar otro paso, volviendo a acortar la distancia entre ellos. Y aún con la sonrisa fría colgando en su rostro, le dijo: "Puede que no sepas esto, ¡Pero si mi padre muere, no dudare en suicidarme! En ese momento, ¡Tú también morirás y nunca podrás cumplir con tu venganza! Como dije, no hace falta que te conquiste para que me ayudes a hacer lo que quiera, ¡Tan solo con amenazar con que no puedas cumplir tu venganza debería ser suficiente para que me ayudes!"

El rostro de Oriana cambió mucho. Y esta vez, para sorpresa de Alan, ella dio un paso adelante en vez de retroceder. Ahora mismo, sus rostros estaban a tan solo un centímetro...al igual que sus bocas...

Llevando una sonrisa igual de fría, ella le respondió: "Ah, ¿Si? ¡¡Veo que te crees el mejor, el más inteligente! Muy bien, ¡Te ayudare a proteger a tu padre mientras no estas! Pero si te atreves a romper tu promesa..." Su voz de repente se hizo escalofriante...

Y su rostro, al igual que su boca, se fue acercando lentamente a los labios de Alan... Justo cuando estaban por tocarse ambos labios, ella movió su rostro al lado de la oreja de Alan. Y le habló de la misma forma que él le había hablado antes al oído: "Entonces ya no te creerás el mejor o el más inteligente, te lo puedo asegurar..."

Alan esta vez no le dijo nada. Pero las siguientes palabras de Oriana hicieron que su corazón palpitase un poco más fuerte: "En ese momento, si rompes tu promesa, no te preocupes. Morirás, y yo te seguiré, ¡Pero me asegurare que tu padre y Gabriel también nos sigan!"

Diciendo eso, se alejó lentamente de él, dándose la vuelta y caminando como lo haría una criada completamente normal, como si esa conversación nunca hubiese ocurrido...

Pero entonces, cuando estaba a tan solo varios pasos, ella volteó su cabeza ligeramente, dándole una mirada, le dijo: "Cuídate en la guerra contra el Clan Demoniaco. Como ya dijiste, ¡No quiero morir sin poder vengarme de mi clan!"

Y así, se giró por completo y esta vez se fue sin mirar atrás en lo más mínimo...