Capítulo 73 "¡Preparar el avance!"

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Capítulo 73 "¡Preparar el avance!"

La persona más fuerte de la Familia Blay, Carlos, estaba actualmente herido de gravedad y en cama. Aunque no tenía riesgo de muerte, ¡Tardaría varias semanas en levantarse si no ocurría un milagro!

La Familia Blay, gracias a esto, estaba en un gran peligro. No solo contra el Clan Demoniaco, ¡Sino contra personas dentro de la propia Ciudad Santa! Aunque Alan dudaba que alguien intentara actuar en estas circunstancias, con el Clan Demoniaco pudiendo atacar en cualquier momento, nunca podría estar seguro de lo que otros intentaran.

No se preocupaba de la Familia Novan. De hecho, la Familia Novan había quedado peor que la propia Familia Blay. Tanto el Jefe de Familia como Leandro, los más fuertes de la Familia Novan, ¡Estaban severamente heridos!

Pero había varias personas podrían intentar tomar esta oportunidad para destruir los cimientos de la Familia Blay y la Familia Novan, dos de las Tres Grandes Familias. En cuanto a la Familia Baker, fue la que mejor estuvo en el ataque sorpresa del Clan Demoniaco. Nadie intentaría en su sano juicio intentar hacerles nada.

Sabiendo todo esto, Alan no podía dejar que Gabriel se ocupase de todo. La única forma de poder recuperarse de estas heridas sin quedarse en cama por varios días... ¡Fue hacer un gran avance!

Si hubiese sido un avance en un mismo reino, las cosas no serias tan complicadas. No obstante, ¡Alan necesitaba hacer un gran avance para entrar a otro Reino!

De por sí, hacer este avance ya era extremadamente complicado. Y con las heridas actuales de Alan, ¡Posiblemente sería imposible hacer este avance! Pero para Alan, no existía lo imposible. Lo intentaría, incluso si moría en el intento.

Si no fuese por el peligro del Clan Demoniaco, posiblemente no se molestaría en hacer el gran avance. Pero ahora, con el peligro del Clan Demoniaco, ¡Debía volverse más y más fuerte!

"Necesito recuperarme de mis heridas, y hacerme más fuerte lo más rápido posible" Con una voz decidida, continuó: "¡Quiero algunos de los tesoros guardados de mi familia para intentar avanzar!"

El rostro de Gabriel se iluminó, sabiendo que, aunque era peligroso, y casi imposible, si Alan verdaderamente lo lograse, ¡Podría recuperarse en un tiempo extremadamente corto!

Gabriel pensó incluso en todos los milagros que hizo su Segundo Joven Maestro Blay. Pasar del Reino Mortal Inicial a ser un Experto en el Reino Mortal en pocos días era increíble y milagroso. Sabiendo esto, Gabriel apretó sus dientes. Al final...asintió lentamente.

"Te daré tres píldoras que reúnen una gran cantidad de poder espiritual. ¡Cada píldora vale un millón de oro! Tenemos ocho en total, pero tan solo te daré tres ya que son casi el cimiento para el avance que tu padre estaba planeando. Estas píldoras son muy raras, y tu padre iba a intentar avanzar cuando tuviese diez. Incluso el Emperador tiene pocas de estas píldoras por su rareza. Por esto, no puedo simplemente darte todas las píldoras para intentar avanzar al Reino Carnal" Alan asintió, teniendo claro que ya tener tres de estas píldoras eran de gran beneficio para su avance. Si no podía lograr su avance ni con tres de estas píldoras, ¡Ya era obvio que no tenía los requisitos para avanzar al Reino Carnal!

Gabriel suspiró, y salió prontamente. Luego de dos minutos, regresó trayendo consigo tres píldoras pequeñas, que entraban perfectamente en la palma de la mano de una persona. Estas píldoras se veían normales, sin nada extraordinario a simple vista.

Pero cuando Alan las tuvo en sus manos, de repente su cuerpo pareció sentir el extenso poder espiritual reunido en estas. Los ojos de Alan brillaron, al decir: "¡Tengo un setenta por ciento de seguridad de poder avanzar! Gabriel, ¡Te voy a pedir que hagas guardia afuera para que nada me perturbe el intento de avance!" Gabriel asintió, y salió afuera, completamente alerta de cualquier movimiento en los alrededores.

Alan miró por un momento las píldoras, y suspiró lentamente. Aunque aún tenía el Cristal Rango siete, no lo usaría si no estuviese en aún más peligro. Y si tenía éxito, y el Emperador lo descubriese, sin duda, luego de la guerra contra el Clan Demoniaco, lo intentaría matar. Por esto, no podía simplemente usar este Cristal Rango Siete de no ser absolutamente necesario.

Apretando sus dientes, asintió resueltamente y cerró los ojos. A la vez, tiró una de las píldoras a su boca. En un momento, todo su cuerpo empezó a temblar violentamente. Todo su ser parecía estar nadando en fuego, y el poder espiritual reunido en la píldora, al entrar en su cuerpo, explotó sin límites por todas partes.

En cada proceso de avance en el Reino Carnal, se mejoraría tanto los huesos, la sangre y los órganos. El poder espiritual chocó contra sus órganos, huesos y sangre. Cerró la boca, aguantando el dolor de querer gritar.

Ahora mismo, el cuerpo de Alan sentía como si... ¡Millones de moscas estuviesen mordiendo todas las partes dentro de su cuerpo! ¡Era un dolor insoportable! ¡Un dolor infernal! Este dolor no podía compararse para nada el dolor que sintió en los anteriores avances.

En un instante, llegó a la cima de Experto en el Reino Mortal. Estaba a un paso del Reino Carnal. Aunque ya se había vuelto más fuerte, ¡Aún no había logrado llegar al Reino Carnal!

Abrió sus ojos, los cuales estaban llenos de resolución. El poder espiritual de la píldora se estaba agotando rápidamente y no alcanzaría para el avance al Reino Carnal Inicial.

Sin dudar, ¡Lanzó otra píldora a su boca! ¡Más poder espiritual sin límites cargó contra sus huesos, sangre y órganos!

"¡Aun no es suficiente!" Alan gritó, con los ojos completamente rojos y tomó la última píldora sin dudar. En ese momento, su cuerpo se llenó de estruendos, ¡Y Alan sintió como si su cuerpo estuviese a punto de derrumbarse por el poder espiritual dentro de él!

Alan rugió, y su rugido de dolor sacudió toda la residencia. Desde afuera, Gabriel escuchó un grito: "Con esto... ¡¡Ya debería ser suficiente para intentar el avance!!" ¡Alan estaba preparado para intentar entrar al Reino Carnal Inicial!

Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin IgualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora