Capítulo 72 "¡Debo hacerme más fuerte!"

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Capítulo 72 "¡Debo hacerme más fuerte!"

El rostro de Alan de repente se puso pálido, y vomitó sangre. Tan solo estar levantado era un dolor enorme. Sin otra opción, miró a su padre por última vez, y luego volvió a alzar la vista al cielo, al decir: "¡Quiero que el Medico Imperial atienda a mi padre!"

El Emperador asintió, y luego pensó en algo: "¿Cómo están tus heridas? ¡Si no te acuestas a descansar y que te vuelvan a tratar tus heridas, podrías ponerte peor! ¡Tú serás de inmediato también atendido por el Medico Imperial!"

Alan resopló con frialdad, y sus ojos, aun posados en el Emperador, brillaron con una mirada de dureza: "¡No necesito que el honorable Medico Imperial me atienda!"

Luego de decir eso, Alan miró a Gabriel: "¡Llévame a casa! Su Majestad se hará cargo de mi padre" Gabriel no sabía qué hacer. Claramente, él también quería que su Segundo Joven Maestro fuese atendido por el Medico Imperial. Pero a juzgar por la mirada que Alan le daba, ¡No aceptaría un no por respuesta!

Apretó sus dientes, y terminó asintiendo. Ante la mirada atónita de todos, ambos se subieron en el carruaje que vinieron. Con Gabriel llevando el carruaje, se fueron ante la mirada de todos.

El Emperador al final soltó un suspiro, y se quedó mirando por un largo tiempo al carruaje que se alejaba en la distancia. El mismo estaba furioso con el Clan Demoniaco. Y cuando creyó que estaba por matar al hombre de mediana edad en el Reino Santo, el cual había quedado extremadamente herido, ¡De la nada desapareció!

Una extraña aura roja lo había rodeado en un abrir y cerrar de ojos, y luego, sin poder hacer nada, ¡Desapareció así, sin más! ¡Nunca había visto u oído hablar de alguna habilidad o técnica así!

En este ataque que hizo el Clan Demoniaco, había perdido mucho. Fue definitivamente un golpe devastador para la Dinastía Santa y el propio Continente Santo.

Luego de eso, tanto Carlos como Lautaro fueron atendidos por el Medico Imperial de inmediato. Ambos estaban estables, sin peligro de perder sus vidas. No obstante, tardarían varias semanas en recuperarse. Si no hubiesen sido Expertos en el Reino Carnal, ¡Hubiesen perdido la vida justo después de recibir el ataque del hombre en el Reino Santo!

Al final, la Asamblea de Paz se tuvo que detener. Ahora mismo, tanto para el Continente Santo como para el Continente Diablo, ¡El Clan Demoniaco era su máxima prioridad!

De inmediato, el Emperador se puso a discutir cosas con Val en privado. Toda la aristocracia se fue a sus respectivas residencias. Antes de partir, el Emperador les dijo algo que quedo en sus mentes: "Si ven algo sospechoso, ¡No duden en reportarlo de inmediato! También, ¡Prepárense! Los diez años de paz que tuvimos... ¡Pueden que estén a punto de terminar!"

...

El carruaje de la Familia Blay avanzo extremadamente rápido por las calles de la Ciudad Santa. Luego de algunos minutos, llegaron finalmente a la residencia de la Familia Blay.

Gabriel apresuradamente abrió la puerta del carruaje, ayudando a bajar a Alan. El rostro de Alan estaba completamente blanco, y su cuerpo parecía dar espasmos cada cierto tiempo. De a ratos, sentía que quería desmayarse. Pero sabía que si se desmayaba, ¡No se despertaría hasta que recibiese atención médica!

Gabriel lo llevó rápidamente hasta su residencia. Luego de ayudarlo a sentarle en la cama, lo miró con extrema preocupación. Sin dudar, dijo: "Alan, ¡¿Por qué no quisiste recibir el tratamiento del Medico Imperial!?"

Alan, completamente agotado, dijo: "¡Porque tengo que hacerme más fuerte!" Su rostro, aunque lleno de dolor, ¡Estaba completamente decidido y llenó de resolución!

Sorprendido, Gabriel le dijo: "¿Hacerte más fuerte? Con tu estado actual, ¡¿Cómo quieres hacerte más fuerte!?" Estaba confundido, nervioso y preocupado, por lo que no pudo evitar volver a gritarle a Alan.

Los ojos de Alan estaban completamente serios, al decir: "¡Voy a intentar avanzar al Reino Carnal!" Apretó sus dientes al igual que sus manos, todo su cuerpo se irguió.

¡Toda su persona estaba emanando una resolución increíble!

Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin IgualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora