Capítulo 101 "¡Convocatoria del Emperador!"

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Capítulo 101 "¡Convocatoria del Emperador!"

Actualmente, dentro de uno de los barcos, Alan miraba fríamente hacía el mar. A su lado estaba la Segunda Princesa, quien frunció sus cejas al ver al mar.

Por ahora, Karina no le dijo nada a Alan sobre su decisión. Al mirar al mar, los ojos de Karina se llenaron de ganas de matar al decir: "¡Pudiste haber matado a varios más antes de que escapasen! ¿Por qué no lo hiciste?"

Alan no se giró a mirarla y le respondió con frialdad: "¿Realmente crees que matar a dos o tres más cambiaria algo? ¡Sigue soñando si crees que hubiese gastado más energía de lo que ya gaste!" Karina no le contesto, pero le disparó una mirada llena de desprecio. Alan solo sonrió pero no le dijo nada.

A sus alrededores, varias personas estaban sollozando y otras estaban agradeciendo el haber logrado sobrevivir a esta dura batalla. Otros, mientras tanto, daban patadas o apuñalaban con furia los cuerpos de varias personas del Clan Demoniaco. Hubo otros que estaban llorando por sus amigos que cayeron en la batalla. Gracias a todo esto, hubo un extraño aire opresivo por todas partes.

Alan, como varios otros experimentados en esta clase de batallas de vida y muerte, se mantuvieron impasibles. No obstante, cuando Alan vio hacia el mar y como los rodeaba una luz roja antes de desaparecer a las personas del Clan Demoniaco, sus ojos se llenaron de una intención de matar monstruosa. Mientras más tranquilo estaba Alan, ¡Más ganas de matar llenaban su corazón!

Finalmente, Karina solo pudo suspirar. Antes de que pudiese decir algo, Alan habló: "Entonces, ¿Ya lograste decidir lo que harás con respecto a lo que te dije?"

Karina miró a su alrededor y con un suspiro triste, le dijo: "Esta bien, acepto. Le pediré a mi padre que acepte hablar contigo. Pero de ahí en adelante, ¡Ya no te ayudare más! Y luego de hacer esto, ¡Ya no quiero que me amenaces con que te cambiaras de facción!"

Después de estar mirando por un largo tiempo al mar sin decir nada, Alan se giró a mirarla, sus ojos parpadearon y dijo con tranquilidad: "¡Esta bien!"

...

Dos horas pasaron en un parpadeo, y Alan estaba sentado dentro de su camarote, en su cama. A su lado, todas insertadas profundamente en el suelo, estaban las armas con las cabezas empaladas.

Alan llevaba los ojos cerrados, pensativo y esperando...

Cuando Alan y Karina se separaron, él le dijo que cuando le dijese a su padre sobre reunirse con el públicamente, le dijese las siguientes palabras al final: "Deberías tener cuidado con él, ¡Es una persona peligrosa!"

Alan estaba seguro de que el Emperador confiaría en su hija. Y al reunir toda la información sobre él, definitivamente le creería aún más. No se preocupaba por si el Emperador creería esas palabras, ya que estaba asegurado de eso.

Lo único que le importaba ahora era lo más importante; Qué el Emperador aceptase reunirse con él, y públicamente. Había apostado que con esas palabras, ¡Pudiese despertar la curiosidad del Emperador!

A la vez que despertaba su curiosidad, también pondría en guardia al Emperador sobre su verdadero poder. Pero no le importaba. Para cuando termine esta guerra y volviese al Continente Santo, ¡Tendría la confianza para luchar contra él si hiciese falta!

Y esto no se debía a que pensase en que tendría suerte celestial y pudiese avanzar mágicamente al Reino Santo, ¡Sino por el cristal rango siete qué tenía escondido en su cuerpo!

Si tenía éxito absorbiéndolo, ¡Podría llegar al Reino Santo Inicial! E incluso si no pudiese avanzar al Reino Santo, ¡Tenía absoluta certeza en poder avanzar con el cristal hasta ser un Experto en la cima del Reino Carnal! En ese momento, aunque no estaba seguro de poder vencer al Emperador, ¡Sí creía que podía darle pelea!

Ahora, lo único que podía hacer es esperar... ¡Esperar hasta que el Emperador lo llamase para poder hablar con él! En realidad, era al contrario. Aunque el Emperador creía que estaba hablando con él, ¡Sería Alan quien hablaría con él!

Aunque Alan sabía que con esto sin duda ofendería al Emperador y muy probablemente lo humillaría delante de todos, ¡No le importaba en lo absoluto!

Esperaba...

Treinta minutos después, ¡La voz del Emperador resonó por todos los barcos impulsada por el poder espiritual!

"Segundo Joven Maestro Blay, ¡Te espero en mi barco!" No explicito el porqué de la convocatoria, ¡Pero su voz sonaba llena de frialdad, lo cual hizo que muchas personas, aún tristes y sombrías por el ataque repentino del Clan Demoniaco, no pudiesen evitar sorprenderse e impactarse por el repentino llamado del Emperador! No estaban sorprendidos porque el Emperador convocase a alguien luego de lo que sucedió; ¡Estaban sorprendidos e impactados al oír a quien convocaba!

Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin IgualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora