Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin Igual

Capítulo 93 "¡Tomando la iniciativa!"

Capítulo 93 "¡Tomando la iniciativa!"

De repente, sonidos de chapoteo fueron oídos por algunos con mejor sensibilidad que otros. Entre ellos, estaba Alan, quien de inmediato supo qué... ¡Iban a ser atacados!

Con los ojos parpadeando, le gritó a Karina: "Karina, ¡Pide a los más experimentados guerreros que te protejan! ¡Estamos por ser atacados!" Y justo después de que terminó de hablar, ¡Un grito lleno de lamento fue escuchado desde la otra punta del barco!

La matanza... ¡Había comenzado!

Los primeros en morir, naturalmente, fueron los que estaban más cercanos a la borda y los que estaban extremadamente nerviosos y aterrados. Solo pudieron soltar un chillido agudo antes de tener sus cabezas arrancadas o cortadas, y cayendo o bien al mar o al suelo del barco...

Karina no dudó y pidió a varios guerreros experimentados a su alrededor que hiciesen un circulo, con ella adentro, para poder protegerse por sí las cosas empezaban a ir realmente mal.

No obstante, sus ojos se llenaron de ganas de matar y gritó: "Todos los que puedan escucharme, ¡No le teman a estas basuras! Adelante, ¡Carguen y maten!" Al mismo tiempo que decía eso, dio un paso adelante seguido de los otros que la estaban protegiendo.

Aunque estaba siendo protegida, ¡Iba a luchar ferozmente contra sus enemigos!

Justo después de que dijese eso, ¡Varios hombres y mujeres del Clan Demoniaco aparecieron! Llevaban todo tipo de armas, algunos no usaban siquiera armas y tenían las manos empapadas de sangre... ¡Demostrando que ya habían herido o asesinado a alguien en el camino hacía aquí!

Alan retrocedió de inmediato. Aunque era fuerte, no pelearía completamente solo a menos que no hubiese otra manera. Si desatara toda su fuerza, podría eliminar a los cuarenta y tantos que aparecieron, ¡Pero definitivamente quedaría agotado!

Por lo tanto, Alan decidió que lo mejor era hacer una batalla grupal, en donde pelease siendo ayudado por sus aliados y el ayudando a sus aliados. Alan solo pelearía una batalla así siendo un santo, sino, intentaría hacerlo en equipo.

Del lado del Clan Demoniaco había en total cuarenta y seis personas, mientras que del lado de la Segunda Princesa, contando a Alan, ¡Había tan solo treinta, y diez de ellos estaban completamente aterrorizados!

Alan supo de inmediato que la situación era mala. Sabía que nadie podría venir a ayudarlos, ya que en este mismo barco, ¡Ya se habían desatado otras batallas mortales!

Aunque podrían venir a ayudarlos, tardarían, incluso estando la Segunda Princesa aquí. Y aunque Alan sabía que podía escapar usando Pasos Fantasmas, ya que solo había una persona en el Reino Carnal Intermedio, ¡Si alguien sobrevivía aquí, y le decía al Emperador que había abandonado a la Segunda Princesa, su vida podría acabar a manos del mismísimo Emperador!

Los ojos de Alan se enfriaron al pensar esto en menos de tres segundos. Y para sorpresa de todos, ¡Decidió dar el primer paso! ¡La victoria es para los decididos y los que toman la iniciativa!

Lleno de intención de matar, se acercó con Pasos Fantasmas a un hombre del Clan Demoniaco que era un Experto en el Reino Mortal y le gritó: "¡Hora de morir!"

Era muy rápido, y en pocos segundos, ¡Llegó delante del hombre, quien se horrorizó de inmediato al ver la velocidad de Alan y que estaba en el Reino Carnal Inicial!

Con un grito, intentó retroceder y pedir ayuda. Pero para cuando abrió su boca para pedir ayuda, ¡Fue demasiado tarde! ¡Una espada ya descansaba sobre su pecho!

Murió... ¡En un instante!

De inmediato, al ver la muerte de su compañero, su familiar, ¡Gritos furiosos y arremetidas violentas iniciaron! Gran parte iba dirigida tanto a la Segunda Princesa como a los otros del Continente Santo. Mientras que cinco personas, una que estaba en la cima del Reino Carnal Inicial... ¡Arremetieron contra Alan!

Los ojos de Alan se llenaron de intención de matar y sin dudar, ¡Arremetió contra ellos sin siquiera dar un paso atrás! Sin saberlo, Alan mostraría... ¡Una experiencia de batalla que dejaría completamente horrorizada tanto a Karina, los soldados del Continente Santo y los hombres y mujeres del Clan Demoniaco!