Capítulo 55 "Padre, ¡Llegamos bastante tarde a la fiesta!"

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Capítulo 55 "Padre, ¡Llegamos bastante tarde a la fiesta!"

Al amanecer del siguiente día...

¡DONG!

Un sonido retumbó por toda la Ciudad Santa. Sin importar que estuviesen haciendo, ya sean nobles o plebeyos, todos dirigieron sus miradas hacia el Palacio Imperial.

¡DONG!

Otro sonido retumbó por toda la Ciudad Santa, esta vez más fuerte. Ahora, todos dejaron de hacer lo que estuviesen haciendo. Todos estaban sorprendidos, sin importar si fuesen los jefes de familias de las familias nobles o los simples plebeyos. Por ahora, solo los jefes de familias de las Tres Grandes Familias pudieron mantenerse tranquilos.

Pero entonces... ¡Otro sonido que retumbó por tercera vez en la Ciudad Santa apareció! Esta vez, ¡Incluso los jefes de las Tres Grandes Familias se levantaron de sus asientos sorprendidos! ¡Sus rostros estaban mortalmente serios!

La Segunda Princesa se levantó al primer sonido, con su rostro completamente asombrado. Con las cejas fruncidas, pensó: '¡La campana sonó tres veces seguidas! ¡¡Esto solo sucedió cuando el Continente Santo fue a la guerra con el Continente Diablo hace diez años!!'

Oriana, quien estaba haciendo guardia en donde estaba la Segunda Princesa, tenía un rostro oscuro e igual de serio que el de la Segunda Princesa: "¿Qué diablos está pasando?" Murmuró sorprendida.

En la residencia del Jefe de Familia de la Familia Blay, Carlos se levantó de su escritorio. Con un rostro serio, gritó: "¡Ve a buscar a Alan! ¡Dentro de diez minutos saldremos al Palacio Imperial!" Su voz resonó por toda su residencia.

Cuando se escuchó la primera campanada, casi todas las personas en la Ciudad Santa se despertaron, sin importar cuan cansados estén. Bueno, hubo personas con el sueño lo suficientemente pesado como para despertarse con la segunda campanada. Pero para la tercera campanada, solo había una persona que no se despertó... ¡Y ese fue justamente el Segundo Joven Maestro de la Familia Blay, Alan!

Era imposible decir si fue porque su cuerpo y mente estaban agotados de todas las cosas que hizo, o porque tenía un sueño muy pesado y profundo, pero las tres campanadas no despertaron en absoluto al dormido Segundo Joven Maestro...

De hecho, en el momento en que terminó la tercera campanada, el rostro del Segundo Joven Maestro llevaba una sonrisa complacida en su rostro, como si estuviese teniendo un sueño muy bueno...

De repente, un viento llegó a la habitación, y Gabriel apareció. En un principio, creyó que el Segundo Joven Maestro ya estaría despierto, pero sus pensamientos se detuvieron al verlo durmiendo de forma tan placida. Con la boca abierta, pensó: '¡¿Cómo es que este chico puede dormir con el ruido que hacen esas campanas!?'

Suspirando de asombro, se acercó y movió ligeramente al Segundo Joven Maestro para levantarlo... en vano. Luego de dos minutos de no poder despertar al Segundo Joven Maestro, se enfureció y levantó su pie...

De repente, el Segundo Joven Maestro dejó escapar un grito de dolor. Con sus ojos rojos, se giró y gritó: "¡¿Quién se atreve a golpear mi trasero!? ¿¡Se quieren-" Sus ojos se abrieron al ver a la persona que pateó su trasero, y dejó de hablar.

Por alguna razón, tuvo un fuerte sentimiento de estar pasando por lo mismo que ayer cuando llegó la Segunda Princesa...

Enfurecido, Alan no entendía esta vez porque lo volvieron a levantar tan temprano. Con un grito de furia, dijo: "¡¿Por qué diablos me levantas temprano ahora!? ¡¿No me digas que ahora está llegando la Princesa o el maldito Emperador!?" Se palpó levemente el trasero, y sus ojos se cerraron como si estuviese sintiendo un gran dolor. Con otro fuerte grito, dijo: "¡¡Maldita sea!! ¡Al menos contente desgraciado!"

Gabriel resopló también con furia, diciendo: "¡Maldito idiota! ¡Levántate! ¡No viene ni la Princesa ni el Emperador! ¡Está sucediendo algo mucho más importante! ¡Tres campanas sonaron de forma seguida! ¡Toda la aristocracia tiene que reunirse en el Palacio Imperial!" Su voz era seria, aun con toda la situación ridícula de haber tenido que patear el trasero del Segundo Joven Maestro para despertarlo, no se olvidó de la situación seria.

El rostro somnoliento del Segundo Joven Maestro de repente cambió. El cambio fue incluso más rápido que cuando se enteró que la Segunda Princesa ya estaba por llegar. Esa situación y esta era como la distancia entre el cielo y la tierra.

"¿Sonaron las tres campanas de manera seguida? ¿Qué situación tan seria tiene que pasar para que el Emperador haga sonar tres veces la campana?" Alan estaba sorprendido, pero entendió de inmediato que la situación tenía que ser grave y seria. La única vez que la campana sonó tres veces seguidas fue cuando el Continente Santo tuvo que ir a la guerra contra el Continente Diablo. Esto demostraba lo grave que debía ser la situación para que la campana suene tres veces seguidas.

Gabriel estaba aliviado de ver que el Segundo Joven Maestro entendía lo grave que era la situación, y dijo prontamente: "Necesitamos salir de aquí dentro de ocho minutos. ¡Apúrate y cámbiate!" Al terminar de hablar, se fue de allí, ya que el mismo debía hacer preparativos para cuando saliesen al Palacio Imperial.

...

Ocho minutos después, Alan se encontraba junto a su padre abordando un carruaje, el cual estaba siendo llevado por Gabriel. Al lado de su carruaje, estaba otro carruaje. Este carruaje pertenecía a la Segunda Princesa, la cual también se preparó de inmediato luego de que se despertó. Dentro del carruaje, estaba Oriana, quien de vez en cuando miraría al otro carruaje.

Al contrario de Oriana, Alan ni miro el otro carruaje. En cambio, estaba pensativo. Al final, al sentarse en el carruaje, preguntó: "Padre, ¿Sabes el porqué de este llamado?"

El rostro de Carlos era oscuro, y parecía dudar si asentir o no. Suspiró cuando dijo: "Realmente no lo sé. Pero si verdaderamente es lo que pienso, ¡Entonces estamos por ir a encontrarnos con gente del Continente Diablo!" Su voz se volvió grave.

Alan se sobresaltó, y miró a su padre con seriedad. Aunque pensó que la situación podría ser preocupante para llamar a toda la aristocracia, nunca espero que la gente del Continente Diablo estuviese relacionada. Con una voz seria, dijo: "¿Por qué supones eso?"

Con un rostro oscuro, Carlos no dudó y contestó: "El Emperador, al principio de este año, ¡Dijo que la gente del Continente Diablo podría venir en cualquier momento del año! Esto se debe a que hace diez años, cuando la guerra entre nuestros continentes finalizó, ¡Se hizo un contrato en donde tendríamos que reunirnos cada diez años para reafirmar que no volveríamos a ir a la guerra! Los únicos que se enteraron de esto al principio del año fueron Lautaro, Aron y yo."

Los ojos de Alan brillaron intensamente, pero al final no dijo nada. Tan solo asomó la cabeza por la ventana del carruaje. Delante de ellos, ya se podía ver el Palacio Imperial. La Familia Blay no estaba demasiado lejos en un principio del Palacio Imperial, así que llegaron bastante rápido.

En la entrada... ¡Ya había varias decenas de carruajes! Entre estos carruajes, ¡Se encontraban ya los carruajes de las otras dos grandes familias, Baker y Novan!

Con una sonrisa tranquila, dijo: "Padre, ¡Al parecer llegamos bastante tarde a la fiesta de bienvenida de la gente del Continente Diablo!"

Ascensión del Segundo Joven Maestro Sin IgualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora