En la sala de audiencias, en la torre, estaban Angus, Anna y Lisa, que al verlo entrar escoltado dejaron de hablar entre ellos para quedárselo mirando como si fuera un extraño. Los seguratas se quedaron en la puerta y, antes de que él hubiese caminado hasta el grupo, entró su abuela con Ingrid y el poli.
—Muy bien. Os presento al detective Hofftisson —comenzó hablando su abuela, mientras se dirigía a su "trono"—. Él nos ayudará a esclarecer los hechos —y una vez sentada cómodamente le cedió la palabra al poli.
—Vale,la primera noticia que tengo es que el señor... —E hizo una pequeña pausa para leer en la libretita el nombre—. Angus —Y lo miró, para ver si el dato era correcto, a lo que el aludido respondió con un leve asentimiento de cabeza—. Bajó a la cripta anoche, sobre las once y media, y todo estaba en orden.
Rüdiguer cayó entonces en la cuenta. A esa hora él estaba ya dentro del túnel, explorándolo. Pero, si todo estaba en orden, tal vez alguien puso la piedra en su sitio antes de que él bajara. O tal vez esté encubriendo a alguien o a sí mismo.
—¿Porqué bajar a la cripta a esas horas, señor Angus? —preguntó el detective.
Angus estaba nervioso. Era flaco y encogido, pero parecía serlo mucho más cuando se ponía nervioso. La gorra que siempre llevaba puesta y que se había quitado al entrar en la sala, le bailaba en las manos como la masa de la pizza a un pizzero. Concentró la vista en el suelo,como avergonzado, para responder.
—Yo era muy amigo del señor Lars. Me crié con él, éramos de la misma edad y prácticamente era como mi hermano —Hablaba pausadamente,como hacen los viejos cuando recuerdan sus buenos tiempos, como queriendo saborearlos de nuevo, más lentamente—. A veces, cuando todos se han ido a dormir, me gusta bajar a la cripta para hablar con él. Es decir, yo hablo y él escucha, desde donde quiera que esté—Rectificó enseguida—. No soy médium, ni nada por el estilo.
—Muy bien, gracias por su testimonio —dijo el detective, pasando la hoja de su libretita y mirando esta vez a Anna.
—Señora...Anna —dijo un tanto molesto—. Discúlpenme si las menciono por su nombre de pila. Es que aquí todos son señores y señoras de Sverker y, de alguna manera tengo que diferenciarlas.
—No importa —dijo Anna, modestamente.
—Está bien. Usted estaba mirando por la ventana del pasillo acristalado del primer piso, el que conduce a esta sala, cuando vio entrar a Mágnum en la cripta —Hizo una pausa para que Anna asintiera con la cabeza—. ¿Qué miraba concretamente por la ventana a estas horas de la tarde?
—El tiempo. Miraba la torre, y el cielo sobre ella —contestó Anna
—¿Y... es muy frecuente en ustedes ir vagabundeando por la casa sin nada que hacer, mirando por las ventanas? —preguntó, un poco sorprendido.
—Sí, es bastante frecuente —dijo ella, sin captar la ironía del comentario del detective—. No hay mucho que hacer aquí.
—Bien, prosigamos. Le pareció oír un grito y, en vez de alertar a alguien,fue a avisar a... Lisa. ¿No es así?
—Sí. No estaba segura de lo que había oído. No sabía si era un grito o qué era, pero sabía que procedía de la cripta y me asusté —Estaba a punto de echarse a llorar también—. Todavía tengo pesadillas desde la muerte de Olof, y luego con la de Sandor... —Y terminó rompiendo a llorar en brazos de Lisa, que miraba al detective con cara de acusación.
—Está bien —dijo él, anotándolo en su libretita—. Usted es la que decidió bajar a la cripta para averiguar qué pasaba —dijo, dirigiéndose ya a Lisa—, y es cuando se encontraron al señor Mágnum tirado en el suelo de las escaleras. Y cuando fueron a socorrerle se dieron cuenta de que el cadáver del señor Lars estaba sentado en el altar con el brazo levantado y parecía sonreírles. ¿Qué hicieron después?

ESTÁS LEYENDO
ETHEL, El heredero.
Fiksi RemajaRüdiguer es reclamado por su abuela como heredero de un condado que detesta, pues será la diana humana de los enemigos de su familia, que ya se han cargado a todos sus antecesores. Así que tratará de hacer todo lo posible, por las buenas o por las m...