Al día siguiente de la boda, cuando ya hubo pasado todo el jaleo y los de la empresa de enlaces nupciales hubieron recogido sus bártulos y se hubieron largado, Rüdiguer llamó a su prima Inna para que le afeitara la barba. Jamás la tendría tan espesa como la de Oliver y además, de cara al verano empezaba a incomodarlo, dándole calor y picores en la cara. De todas maneras, pasada la boda sería muy difícil que asomara por la casa algún paparazzi de los de las revistas del corazón, que tanto ilusionaban a su abuela, para pillarlo con la cara lavada y recién "peinao".
Su prima siempre se estaba preocupando por su aspecto. Cuando acudía a su habitación, junto con Steph, para charlar un rato antes de irse a dormir, siempre le gustaba atusarle el pelo, haciéndole coletitas o moños, o simplemente peinándoselo mientras hablaban. Y él la dejaba porque le resultaba agradable que le tocara el pelo. Era relajante y lo inducía al sueño. Stephy se cachondeaba de ellos de vez en cuando por eso, y él le solía decir que, si tenía envidia,ella también podía coger un peine y peinarlo, cosa que enfurecía a la chica y divertía a su primo y a su hermana.
Las greñas no se las cortó, por más que todos insistían en que lo hiciera. Se había propuesto no cortárselas hasta que pisara suelo Español, como poco. Si tanto querían que se las cortara ya sabían lo que tenían que hacer: dejarlo ir. Pero tampoco le molestaban mucho porque ya lo tenía lo suficientemente largo como para poder recogérselo en una coleta en la nuca, o incluso para hacerse un moño en la coronilla, como los luchadores de sumo. Aunque solo se lo recogía para trabajar, o cuando tenía mucho calor. Prefería llevarlo suelto y, a ser posible, con el flequillo por la cara, para esconderse detrás de él.
Lula fue la primera que le agradeció que se quitara la barba. Nada más verlo le pegó un buen lametazo en la cara. Le encantaba aquel animal. Le daba todo el afecto que la mayoría de los humanos no sabían darle. Claro que, había de todo, porque Alva, cuando se lo cruzó por el pasillo, sin cortarse un pelo, le acarició la mejilla delante de Karol, otra camarera que la acompañaba, y le dijo, tan pancha, que así estaba mucho más guapo. A lo que él no supo más que sonreír y enrojecer, como hacía siempre que se cruzaba con las hermanas buenorras y estas le lanzaban miraditas, sonrisitas y guiños de ojos comprometedores.
También Alice tuvo su momento, en el ascensor, a solas. A ella le divertía ver cómo enseguida se le subían los colores en cuanto lo miraba, y por eso le gustaba provocarlo de vez en cuando, aunque luego no pasara nada. Era muy calienta braguetas.
—Humm—gimió sensual, arrinconándolo contra la pared del ascensor—.Con barba parecías más hombre —y se mordió el labio inferior lentamente, acercándosele tanto que aplastaba contra él sus tetas firmes, apretadas bajo aquel uniforme una talla inferior a la que debería usar—. Pero así... estás más apetecible —Y lo besó en los labios, superficialmente. Un beso fugaz porque el ascensor llegaría abajo enseguida.
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El Salvaje; Rüdiguer en Aguas Negras
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ETHEL, El heredero.
Genç KurguRüdiguer es reclamado por su abuela como heredero de un condado que detesta, pues será la diana humana de los enemigos de su familia, que ya se han cargado a todos sus antecesores. Así que tratará de hacer todo lo posible, por las buenas o por las m...