021 | Para sanar el corazón

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PARA SANAR EL CORAZÓN

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PARA SANAR EL CORAZÓN

Sabía que tenía a las mejores amigas, podían estar dementes y escribir suficientes canciones de desamor como para cinco vidas, pero eran las mejores. Lo tenía muy claro. Aun así, cuando despertó al día siguiente de la fiesta de Justin, no esperaba encontrarse con la cara de Ariana apenas abrió los ojos.

Esta le sonrió y dijo.

—¡Despertó!

Escuchó muchos pasos apresurados acercarse mientras se acomodaba en su cama perezosamente, cuando recobró los cinco sentidos ahí estaban ellas, sonriéndole y sosteniendo en sus manos múltiples bolsas de supermercado.

—¡Sorpresa! —exclamó Emy, mostrándole su bolsa que rebosaba en cosas.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó con la voz aun ronca por haber despertado.

—Vinimos a un día de chicas —respondió Miranda, acercándose a su armario y sacando unos jeans de algún cajón —y no puedes negarte porque ya estamos aquí.

—No tenían que hacer esto —negó apenada, pese a que por dentro estaba contenta de tener tan buenas amigas.

—No digas tonterías, —musitó Avril, quien acompañaba a Miranda en su armario, rebuscando prendas —no es solo por ti, a todas nos hacía falta.

—Jennette no pudo venir porque su mamá la necesitaba, pero dice que nos divirtamos —comunicó Miranda, yendo hacia Alexis y entregándole el conjunto que habían escogido con la rubia —. Y empezaremos por un gran desayuno, no como nada desde que vomite mi almuerzo ayer —confesó viéndose asqueada, el resto de las presentes tuvieron arcadas de solo pensarlo.

—Y Taylor dijo que haría el desayuno —intervino Selena, usaba gafas oscuras y tenía un atuendo relajado, leggins y un gran abrigo.

—No es cierto —negó la aludida, levemente confundida.

Entonces todas celebraron como si ella realmente lo hubiera afirmado.

Ni siquiera le importaba estar levantada aun cuando apenas había dormido la noche anterior, sus amigas eran grandiosas.

Durante la madrugada escribió una canción que de alguna manera la hizo sentir mejor, la llamó I can do better. Estuvo horas en su sala junto a su guitarra dándole ritmo, no estaba terminada, pero al menos tenía una idea para el instrumental.

Fue una fortuna que trajeran los ingredientes para hacer el desayuno, pues su cocina estaba más deshabitada que el desierto.

Media hora después, estaba en el comedor de su loft sentada en una silla, Taylor y Ariana traían los platos y vasos. Miranda y Emy habían acomodado todo el contenido de las bolsas en su sala, excepto por el helado y las bebidas, esos fueron al refrigerador.

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