074 | Los premios Grammy

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LOS PREMIOS GRAMMY

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LOS PREMIOS GRAMMY

Diez de Febrero de 2013. El día de los Grammy.

Se pasó toda la mañana dentro de una habitación de hotel donde se quedaban los artistas, la prepararon de pies a cabeza y no le dieron un descanso en absoluto. Tenían una cámara que grababa por breves minutos lo que pasaba dentro de la sala.

Sabía que One Direction no iría esta noche, el motivo por el que ellos y Justin Bieber estarían ausentes causaba mucha especulación entre los fans en redes. Solo otros diez días más y los vería, en los premios Brit.

Durante todo el tiempo que tenía en su carrera, su madrina había sido la encargada de acompañarla a este evento, porque no quería exponerse a que su madre fuera captada en cámara y luego tuviera problemas al regresar a casa. Lo que menos deseaba era que por su culpa su familia fuera perseguida por los paparazzi y perdieran su privacidad.

Beck llegó en algún momento entre las doce y la una, él ya estaba peinado, pero aún así la estilista insistió en arreglarlo. Lo envolvieron en un pulcro y caro traje, le pusieron retoques con maquillaje, lo perfumaron y lo dejaron hacer lo que quiera por ahí. La única razón por la que invitaban a un actor que nada tenía que ver con la industria musical era que querían usar la publicidad extra.

Su vestido parecía corsé en la parte de arriba, la falda caía con belleza al suelo, todo de un hermoso morado opaco de seda, sobre este había una capa de gaza lila con estrellas plateadas, ese tono brilloso que usaba también lo tenía en los zapatos, un par tacones de taco grueso maravillosos. Las mangas de princesa y los hombros abullonados le daban un toque especial.

Este atuendo tenía un propósito muy importante. Debía decir que aunque creció y su música ya no era la misma, seguiría siendo la chica de buenos sentimientos. Querían mantener la imagen de dulzura hasta que fuera lo suficientemente mayor para usar la carta de la sensualidad sin verse inapropiado.

—Te ves hermosa, Alexis —halagó Margaret, sonreía sosteniendo su teléfono contra su pecho, ella lucía igual en ese vestido verde.

—Gracias —sonrió.

Su peinado, su maquillaje, su atuendo. Todo era perfecto.

—¿Ya nos vamos? —preguntó Beck.

Menos eso, perdón, él.

Le dieron puré de papas para el almuerzo y por ningún motivo la dejaron comerlo hasta que estuvo bien cubierta por servilletas.

Su madrina llamó, le deseó suerte. Recibió mensajes de los chicos de 1D, quienes prometían verla, y un vídeo de su familia desde casa, veían la televisión desde ya en casa.

Ella no lo sabía, pero cada vez que estaba el algún evento de premiación, casi todo el vecindario se reunía en su casa en Medford para disfrutar del evento. Comían, reían y disfrutaban del evento. Abucheaban cuando alguien la vencía, pero gritaban y silbaban cuando Alexis ganaba.

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