028 | Wolverhampton

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WOLVERHAMPTON

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WOLVERHAMPTON

Tan solo al estacionar en una pequeña calle, vio la casa de dos pisos en la que Liam aun vivía, aparentemente, porque por lo que sabía, él tenía un departamento en Londres.

Liam la ayudó a bajar su maleta y se ofreció a llevarla, aceptó sin problema y él la dirigió a la puerta, ahí sacó unas llaves de su bolsillo y cuando la puerta se abrió vio el recibidor. Al pasar, él dejó las llaves de la casa y de su auto ahí, continuaron su camino por la casa.

En la sala los esperaban la familia del castaño, las dos rubias hermanas del cantante sostenían un cartel que decía ¡Bienvenida Alexis! Con letras muy brillantes y bien delineadas, eso la enterneció.

—¡Eres más hermosa en persona! —exclamó una mujer de baja estatura que era la madre de Liam, la buena señora se acercó con los brazos estirados y la atrajo a un abrazo maternal —Estamos muy felices de tenerte aquí, cariño, hacía mucho que nuestro Li-man no traía a una chica a casa.

—¿Li-man? —pronunció divertida, elevando una ceja y mirando al chico con diversión.

—¿Por qué se lo dijiste, mamá? Ahora no me dejará en paz —se quejó Liam falsamente, pero sabiendo que eso sí pasaría, provocando la risa de sus hermanas.

—Oh, cielo, no lo escuches —desprestigió su propia madre.

—Alex, ellas son Ruth y Nicola —señaló a cada una de las rubias cuando dijo el nombre —, y ellos son mis padres, Karen y Geoff —apuntó a los adultos, quienes asintieron con la cabeza.

—Un placer, Liam habla mucho de ustedes y quería conocerlos —sonrió cortésmente, aun un poco tímida.

—Es tan dulce, ¿Eres tímida, cariño? —ante la pregunta de Karen, Liam empezó a carcajear realmente divertido mientras que Alexis se sonrojaba toda —¿Qué dije?

—Mamá, ella no es tímida, solo está nerviosa —dijo el novio de Alexis, sonrojándola aun más.

—Que linda.

Con ayuda de las hermanas de Liam, se instaló en la habitación de Ruth. Era obvio que el par se contenía para no incomodarla, buscaban cualquier excusa para hablarle e incluso para estar cerca de ella. Si lo pensaba, era tierno.

Conversó un poco con ellas y les contó la historia de su madrina ayudándola a perseguir sus sueños, ese relato les encantaba a sus fans.

Luego, antes del almuerzo, bajó al primer piso para buscar a Liam, sin embargo, al verlo en el sofá conversando con su padre mientras veían la televisión, decidió no interrumpir y fue a la cocina, donde encontró a su suegra preparando la comida.

—¿Quiere que la ayude, señora Karen? —se remangó las manos de su suéter, preparándose para meter las manos en el pollo.

—No hace falta, cariño, ¿Por qué no vas con Liam y se divierten un poco? El almuerzo estará en un rato aun —dijo la mujer, cortando las patatas en cuadrados pequeños.

—Está charlando con el señor Geoff, en serio no me molesta ayudar —insistió, si había algo que aprendió de su antigua relación era que a la suegra debía tenerla de su lado.

—De acuerdo, ¿Sabes cortar los tomates? —casi se sintió estúpida con esa pregunta, ¿Realmente pensaba que no era de esa forma?

—Por supuesto —sonrió, tratando de verse amable.

—Bien, ayúdame con la ensalada, por favor —le pasó el cuchillo y los vegetales.

Mantuvo una entretenida conversación con la mujer sobre la infancia de Liam, le contó cosas que el chico había omitido por lo vergonzosas que podían resultar, encontró muchas de esas historias tiernas e incluso se rio en muchas ocasiones.

Ruth y Nicola aparecieron en el marco de la puerta y se ofrecieron a ayudar también, de inmediato su madre las tuvo lavando los trastes.

—¿Por qué sales con mi hermano? —preguntó Nicola de pronto, deteniendo las risas del ambiente —Tienes muchos amigos famosos y guapos —se explicó torpemente, sintiendo que había metido la pata.

—Los tengo, —asintió, no iba a mentir, claro que tenía muchos amigos con esas características, ¡Liam Hemsworth era su amigo! —pero ninguno de ellos me gusta de esa manera, si estoy con su hermano es porque él si me gusta, ¿Por qué saldría con él, si no? —respondió, manteniéndose calmada en todo momento, sin dejar que las ansias por aclarar el asunto la nublaran y terminara haciendo un alboroto.

—Si ya terminaron de interrogar a mi novia, —Liam irrumpió en la habitación con las manos en los bolsillos —papá y yo pensamos que sería buena idea cenar afuera esta noche, ¿Qué piensan? —tanto sus hermanas como la madre de Liam estuvieron de acuerdo y él volteó a verla esperando su respuesta —¿Estás bien con eso, Alex? Sé que puede ser caótico.

—Está bien por mi —dijo, en el mismo tono de siempre. Solo esperaba que el lugar escogido fuera discreto.

—Bien... ¿Por qué no vienes conmigo, Alex? Quiero mostrarte algo —ella asintió y se limpió las manos antes de salir de la cocina —¿No te molestaron mucho, verdad? Pueden ser imprudentes con sus palabras.

—Descuida, solo querían saber que su hermano está bien —le dijo en respuesta, haciéndolo asentir.

—Ven, de verdad quiero mostrarte algo —él la tomó de la mano y llevó escaleras arriba, su habitación podría ser como la de cualquier otro chico adolescente, si no fuera por esa cosa que la asustó ni bien él abrió la puerta —¿Tan feo soy?

—No, pero eso es aterrador —ambos asintieron a su voz chillona.

Al lado del otro contemplaron en silencio la silueta de Liam Payne de cartón que descansaba al costado de la cama. Fruncían el ceño y de un momento a otro ya estaban riendo.

El almuerzo con los Payne fue como con cualquier otra familia Británica, o eso se decía a sí misma cada vez que las hermanas de Liam le preguntaban por los otros miembros de su banda o cuando la señora Karen le servía más patatas, incluso cuando Geoff apenas pronunció palabra en la mesa.

Liam y ella vieron un maratón de Rápidos y Furiosos que pasaba en la televisión, no se abrazaban o se besaban mientras lo hacían, solo se tomaban de la mano y reían juntos en cada escena divertida, casi no hablaban, ambos eran fans de la franquicia así que preferían mantenerse en silencio.

No sabían que el resto de los Payne los veían a sus espaldas, enterneciéndose cada vez que Liam le señalaba algo en la pantalla o Alexis lo escuchaba atentamente.

Y en la cena fueron a un pequeño restaurante que la familia solía visitar, no mucha gente lo frecuentaba así que estuvo bien, al cabo de una hora estaban de regreso a casa. Demasiado satisfecha para su gusto, Alexis fue al baño inmediatamente después de comer, se demoró un poco en salir, pero Nicola tuvo tiempo para hablar con sus hermanos por mientras.

En ese corto período de cuatro días que estuvo en Wolverhampton, Alexis y Liam se conocieron de una manera más profunda, conversaron de muchas cosas y se unieron aun más, llegando a un nivel más íntimo. A su vez, ella desarrolló una amistad con las hermanas de su novio y una buena relación con Karen, no podía decir lo mismo de Geoff ya que el hombre apenas hablaba en su presencia, pero Liam le había dicho que le agradaba, eso era algo.

No pudo quedarse más tiempo, aunque quiso, pues debía ir a Londres a hacer eso a lo que había venido.

Así que al cuarto día, por la mañana e interrumpiendo el desayuno, Tyler tocó la puerta de la residencia.

Alexis se despidió con abrazos y besos de todos, ella y Liam compartieron un largo beso de despedida, que fue el único que la familia de él presenció en toda su estancia. Luego de unas palabras más que prometían volver a verse en poco tiempo, se subió a la camioneta y emprendió el camino a la capital.

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