111 | Tensión en el aire

23 2 0
                                    

TENSIÓN EN EL AIRE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TENSIÓN EN EL AIRE

Alexis por fin alcanzó el período de descanso después de la gira, oficialmente sin compromisos y tiempo libre. Como la persona madura que es, ni bien pisó California, con sus maletas en mano, se acercó a la señorita y le pidió amablemente un vuelo a Londres.

Ben y Tyler no estaban de acuerdo con dejarla ir sola, pero técnicamente ninguno podía hacer nada, este era su descanso y sabían que nadie podía decirla una palabra en plan jefe mientras no hiciera nada que comprometiera su imagen pública.

Tal vez no fue una buena idea, pasó del vuelo de trece horas que tomó desde Nueva Zelanda al de once para llegar a Londres. No fue su idea más inteligente.

Salió de primera clase antes que todos los pasajeros y se sintió perdida, alguien le entregó su equipaje con las etiquetas de ambos vuelos y la condujeron hasta un taxi que accedió a llevarla a dónde sea.

Muchas personas le tomaron fotos, algunos tenían la decencia de intentar disimular. Casi genera una aglomeración, sin embargo, la seguridad del aeropuerto la ayudó mucho.

Realmente no sabía qué hacer, por lo general Tory o Ben se encargaban de estas cosas.

Dio la dirección de la casa de Liam y dejó que el chofer la llevara, no le importaba el precio.

La casa de Liam en Londres era hermosa. En una zona residencial en Brockwood, bonito pórtico y cancha de deportes, Alexis evitaba ir ahí para que no se filtrara la información, pero no le importó más.

Ahí estaba ella, más de cuarenta minutos después, a las siete de la noche un Miércoles.

—¿Va a bajar, señorita? —preguntó el chofer.

—Ah, si —salió del auto.

El hombre ya había bajado su equipaje y, como solo esperaba a que ella saliera, se fue.

Alexis suspiró y caminó hacia la entrada de la casa de su novio, usaba una gorra para ocultarse lo mejor posible. Liam no tenía vecinos cerca, pero nunca estaba de más prevenir.

A la entrada un guardia de seguridad la detuvo, dio su nombre y esperó. No le dijeron más, esos hombres no parecían saber quien era.

El portón se abrió y de ahí salió Liam, él usaba unos jeans más flojos de los que acostumbraba en público, una sudadera oscura y zapatillas igual. 

Ellos se miraron.

—¿Usted la conoce, señor Payne? —preguntó, el que Alexis supuso, era su jefe de seguridad.

—Es mi novia —respondió seguro, eso le sorprendió, no acostumbraban a decir esa clase de cosas frente a... Alguien.

—Disculpe las molestias, señorita —el hombre se apenó, sin embargo, ella le restó importancia y le sonrió.

SpacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora