➽ "Era demasiado joven para saber que lo tenía todo contigo"
Muchas cosas pueden pasar si tienes diecinueve años y una carrera musical en Hollywood. La vida como rockstar puede ser complicada si te enamoras de alguien que pertenece al mismo medio. P...
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ESPAÑA PARA DISFRUTAR
La junta con su equipo fue provechosa, todos los puntos importantes del nuevo álbum fueron seleccionados y se plantearon fechas.
Tenía al rededor de doce canciones escritas para este álbum, había algunas más que serían para el cuarto álbum antes de que tuvieran que reescribirlo, pero no usaría esas.
Visitó a Justin en Believe Tour en Sidney y disfrutó el espectáculo, aunque se quedó con el mal trago de los escándalos en los que era envuelto últimamente el chico. Fue fácil coincidir cuando tuvo que grabar algunos comerciales ahí con marcas interesadas en promocionar su siguiente gira.
Dado a que Taylor también tenía tiempo porque estaba de descanso, hicieron tiempo para verse, especialmente ahora que Alexis pasaba mucho tiempo en New York. Tuvieron la oportunidad de charlar.
Taylor se había distanciado de Justin hacía tiempo, solían ser buenos amigos, sin embargo, después de todos los errores que había cometido Justin con Selena, la rubia no podía seguir siendo su amiga, así que significaba mucho para Alexis que Taylor lo intentará por ella, y porque a Selena todavía le importaba Justin. La rubia retomó su gira el veintinueve de Noviembre.
Alexis se sabía una persona que está atenta a las modas y nuevas tendencias, por eso no podía creer que no haya sabido que para su cumpleaños Justin y Selena ya habían roto, después de todo actuaron como si nada. Una pequeña parte de ella creía que lo habían hecho adrede.
Actualmente estaba con Cara Delevingne y Gigi Hadid en la playa, coincidieron en España y Alexis decidió quedarse unos días más para compartir con sus amigas.
Cara de reía de Gigi cada vez que la chica se estremecía por el frío del agua, Alexis no podía hacerlo, ella no estaba tan diferente.
—¡Cielos! —gritó con su voz un tanto ronca, se abrazaba a sí misma y cerraba los ojos cada tanto.
—Solo tienes que nadar —decía Cara cada tanto entre risas.
Estaban en una playa privada, sus equipos de seguridad las acompañaban y cuidaban el perímetro.
Pasaron un buen rato disfrutando de las olas y riendo cada vez que una era arrastrada. Cara era la más audaz por mucho, ella se metía más al fondo y se reía de ellas si retrocedían, pero no en la manera cruel o despectiva, sino en una sencilla y torpe.
—¡Voy por agua! —no esperó una respuesta para volver.
Ya ahí no quiso retornar, se recostó sobre su silla, agradeciendo haber rentado todas esas sombrillas. Su teléfono sonó.
Era su manager.
—Ya que te niegas a encontrarte con Beck, —esa línea de palabras no la convencía, algo le dijo que esperara lo peor —él se encontrará contigo.
