➽ "Era demasiado joven para saber que lo tenía todo contigo"
Muchas cosas pueden pasar si tienes diecinueve años y una carrera musical en Hollywood. La vida como rockstar puede ser complicada si te enamoras de alguien que pertenece al mismo medio. P...
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LA PAREJA DEL AÑO
Iba a ser oficial.
Se pasearon por la calles de Beverly Hills luciendo fabulosos, despreocupados y atentos al otro, por unos dos meses estuvieron frecuentándose para la farsa. Todo el tiempo estaba incómoda de la mano del actor.
Beck no era un mal tipo, el tiempo que pasó con él en el pasado le habían dado una buena impresión, solo era completamente coqueto y decía muchas cosas ingeniosas que la hacían perder la cabeza, tenía un aura de misterio que constantemente atraía a las chicas, porque todo el tiempo, mientras caminaban, eran interrumpidos por fans.
Con Liam las cosas marchaban bien, él comprendía muy bien su trabajo y no la hacía sentir rara con toda la situación. Las llamadas diarias continuaron de la misma forma, solo que ahora eran más cortas, pues el chico estaba ocupado con la composición del nuevo álbum y todo lo que traía consigo este, pero eso no los detenía de compartir mensajes.
Las especulaciones de los fans y todos esos programas de espectáculos hablando de ellos eran la pre-escena, pues el acto principal era ésta noche, en la premiare de la nueva película protagonizada por Beck.
Ella usaba un vestido largo de un color verde claro de Louis Vuitton, sabía que él usaría un traje azul noche con un pañuelo del color de su vestido. Cada detalle de esa noche estaba acordado, desde la ropa hasta lo que dirían en la alfombra roja.
Lo único que la distraía de una inminente pelea con Ben, últimamente era todo lo que hacían cuando estaban juntos, era la charla que Liam mantenía con ella por mensajes. Hasta que la limosina en la que estaba recogió a Beck en quien sabe donde.
Sus managers, el del actor también había subido al auto con él, comenzaron a decirles por tercera oportunidad qué hacer, les repitieron las mismas palabras y los hicieron decir sus líneas.
Alexis había tenido suficiente de todo, pero por suerte ya estacionaron. Era hora del teatro.
—Deberías intentar sonreír, Alexis, —dijo Beck, mirándola como lo había hecho todo el tiempo desde que se conocieron, con una sonrisa coqueta y ojos pícaros que insinuaban algo de lo que Alexis se negaba a descifrar —no es tan malo salir conmigo.
—Es una farsa, ¿Recuerdas? —murmuró por lo bajo, intentando que sus supervisores no la escucharan —Yo tengo novio y nosotros no somos nada.
—Eso me hiere, señorita Blake —rio el chico, poco afectado por sus palabras.
—Como sea —rodó los ojos, divirtiéndolo aun más y tuvo que esconder su sonrisa para no verse menos ruda.
Beck bajó primero, los paparazzi lo enfocaron y muchas luces blancas le cegaron la vista por un momento, cuando parecía que empezaría a caminar, se dio la vuelta y extendió su mano, ahí fue cuando Alexis salió.
