037 | Orden de gerencia

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ORDEN DE GERENCIA

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ORDEN DE GERENCIA

Llegó al estudio casi a media hora de haber sido advertida, a la entrada Ben la recibió, lucía un poco ansioso y no tenía el mejor ánimo, pero no dijo palabra al respecto.

Él la acompañó todo el camino a la sala de juntas y al estar frente a la puerta, murmuró unas palabras antes de abrirla.

—Compórtate —susurró, su manos doblaron la manija de la puerta y ésta cedió al agarre.

Ahí estaban todos, luciendo tan rígidos y poco accesibles.

—Que bueno que llegaste, Alexis, siéntate —ordenó pacíficamente la única mujer del grupo.

Personalmente, Alexis no se sentía bien en presencia de ninguno de ellos, ni siquiera de Danielle, quien era el más sensato, tuvo las suficientes malas experiencias con esa gente como para saber cual era su lugar frente a ellos.

—¿Para qué me llamaron? —preguntó lentamente, posando su mirada entre los presentes.

Los seis encargados de las áreas más importantes de su discografía estaban ahí, dos asistentes y el jefe directivo, si recuerda bien.

—Ayer, en la fiesta del lanzamiento de Complicated, saliste del salón en compañía de Liam Payne, —anunció el más anciano de todos ellos, sentado hasta la cabecera —un fotógrafo independiente los vio y decidió seguirlos, ¿Qué crees que pasó? —inclinó la cabeza a un lado, haciéndose el comprensivo.

—Creí que los fotógrafos eran todos contratados por la compañía —murmuró, viéndose intimidada y notoriamente pequeña frente a todos ellos.

—Sin embargo, —respondió uno, al que Alexis consideraba el más antipático —siguen siendo unos buitres hambrientos de dinero así que cuando vieron la escenita, —despreció por completo —tomó un par de fotos para vendérselas a una revista al precio que sabrá Dios espectaba.

—Afortunadamente, Kira —señaló a la muchacha encargada de supervisar los eventos, quien se encontraba sentada atrás —lo descubrió en el acto y nos avisó antes de que sucediera lo peor.

—¿Qué hicieron? —entrecerró los ojos, no confiaba en ellos.

—Lo que teníamos que hacer para asegurarnos que mantuviera la boca cerrada —musitó el anciano, retomando la palabra —. Ahora, ¿Qué crees que deberíamos hacer frente a esta situación?

—No entiendo qué tratan de decirme —dijo ella, intentando verse lo más digna que le fue posible.

—Nos costaste mucho dinero por tu teatrito de ex-novia herida el año pasado y nos hiciste perder una impresionable suma ayer, ¿Qué harás al respecto? —exclamó el hombre, Nathaniel era su nombre.

—Mi vida romántica debería ser mía, no pueden controlar eso —espetó ahora Alexis, sintiendo el coraje acumulándose en su pecho.

—Eso era antes, cuando eras la chica buena que escribía canciones de amor, —rio Nathaniel, animando con sus manos a sus colegas para que lo hagan también —entonces no importaba si salías con Joe Jonas o Spencer Boldman, se suponía que lucieras enamorada y feliz todo el tiempo.

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