➽ "Era demasiado joven para saber que lo tenía todo contigo"
Muchas cosas pueden pasar si tienes diecinueve años y una carrera musical en Hollywood. La vida como rockstar puede ser complicada si te enamoras de alguien que pertenece al mismo medio. P...
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EL COLMO DEL DESCARO
La noche fue asombrosa.
Cantaron por horas y en algún punto comenzaron a conversar, hasta que Cara cayó dormida y todos supieron lo que significaba. A partir de entonces, poco a poco, fueron retirándose para ir a dormir.
Ya habían acomodado las habitaciones triples para todos así que estaba bien.
Dianna fue la primera en despertar, fue a quien Alexis encontró sacando algunas cosas del refrigerador para preparar el desayuno, tal vez.
—¿La pasaste bien? —preguntó, un pequeño murmullo que apenas y se escuchó en la habitación, solo lo suficientemente fuerte como para que ella lo oyera.
—Me divertí mucho, gracias por invitarme, Alex —agradeció la rubia, sonriendo honestamente.
—¿Vas a desayunar?
—Pensé en hervir agua para tomar té, ¿Está bien? —cuestionó, dejando que el agua del grifo caiga dentro de la tetera.
—Si, cuando lo demás despierten podremos pensar en hacer el desayuno, ¿No crees? —ambas asintieron.
Dos horas después, casi todos estaban fuera de la cama. Las excepciones eran Louis, Justin y Cara, aunque Avril parecía más dormida que despierta.
Eran cinco dentro de la cocina; Harry, Emma, Andrew, Dianna y Alexis, preparaban el desayuno para todos mientras el resto recogía la basura que quedó en el jardín tras la noche. Alexis no hacía gran cosa, pero se enorgullecía de estar ahí.
Las celebridades cocineras ya alcanzaron su ritmo, se desplazaban con más confianza entre los otros e incluso se pasaban cosas sin que alguien se los pidiera. Nada más faltaba servir todo en recipientes para llevarlo a la gran mesa y podrían estar disfrutando de una cálida mañana.
Se suponía que sería perfecto.
Hasta que no lo fue.
Emy entró en la cocina a decirle a Alexis que un auto se estaba estacionando frente a la cabaña, lo que para nada sorprendió a la castaña, pues sabía que Andrew Harris llegaría en cualquier momento del día de hoy, igual que Luke.
Alexis dejó a sus amigos a terminar de acomodar todo y se dirigió a la puerta, saludando a los que ya veían televisión muy entretenidos. Abrió la puerta y... Carajo, reconoció esa camioneta de inmediato.
Bueno, no ese auto en particular, sino el modelo. Andrew solía rentar un auto discreto que solo cumpliera con su trabajo, para pasar desapercibido, por eso no podía ser él. Nunca rentaría un auto tan costoso y de último modelo si planeaba no llamar la atención.
Oh, pero conocía a alguien que si que lo haría.
Esa persona tiene nombre y apellido, y dos hermanos que no podían decirle que no cuando se enganchaba.
