APODOS DE PAREJA
La mejor parte del cumpleaños de Liam fue cuando se despidieron en el vestíbulo del hotel en el que se quedaba, ambos cubiertos hasta el cuello intentando pasar desapercibidos, abrazados sin ninguna intención de soltar al otro, sintiendo sus respiraciones en el cuello. Susurraron palabras de amor y se prometieron verse al día siguiente.
Solo al ver sus redes sociales por la noche, notó que el hashtag OneDirectionxAlexisBlake era tendencia, al parecer una fan había subido fotos con los seis de ese mismo día y se volvió viral en poco tiempo. No se preocupó, solo eran amigos recorriendo la ciudad en el cumpleaños de uno de ellos. De echo, solo funcionaba para bien.
Vería a su lindo novio al día siguiente, sin embargo, acordaron ser solo ellos en esta ocasión, por eso reservó una cena en un increíble restaurante al que fue con sus amigos el año pasado el día después de los Brit. Estaba segura de que Liam lo amaría tanto como ella lo hizo.
No se sorprendió cuando al día siguiente Don't tell me estaba en todas las plataformas de internet, el plan era tomar a todos por sorpresa sin que se lo esperaran para nada. Faltaba tan poco para el lanzamiento de su álbum, menos de tres semanas, que darles esa bomba como adelante solo era el inicio.
Y, de alguna forma, la gente del equipo de One Direction había planeado una gran estrategia publicitaria con eso, pues ese mismo día Louis twitteo el nombre de su nuevo álbum.
—La aceptación del público a nuestra relación es fantástica —murmuró estando completamente sola en el ascensor, toda su atención en su celular mientras leía los comentarios de los fans al single —, es tendencia en todos lados —agregó en voz baja, saliendo del pequeño espacio.
Por el mensaje que Liam le había enviado, sabía que la esperaba en su auto afuera.
Agradecía a sus fanáticos por su reacción tan positiva a la relación que tenía con One Direction, ¡Ellas estaban encantadas! E incluso ya habían comenzado a shippearla con algunos de ellos, su novio incluido entre esos tres.
En cuanto distinguió el auto de Liam aparcado frente al hotel subió a este, se saludaron con un breve abrazo y un pequeño beso antes de que él arrancara y Alexis se abrochara el cinturón de seguridad. Estaban a salvo, pues la ventanas eran polarizadas.
—¿Cómo dormiste? —fue lo primero que Liam le dijo, siendo igual de atento que todas las veces anteriores —Te ves preciosa, Alex.
—Gracias, Li, y dormí muy bien, ¿Qué tal tu? —devolvió la pregunta.
—Igual, sabía que te vería así que pude dormir bien —ahí estaban de nuevo sus dulces palabras haciéndola sonrojar —, te quiero mucho.
—Te quiero también... ¿A dónde iremos? —dijo después de un pequeño y romántico silencio.
—No lo sé, pensaba que tal vez podíamos ir a desayunar y luego ir al centro comercial, ¿Qué dices? —ella asintió estando de acuerdo.
Eran esas pequeñas cosas que nunca había hecho con otro chico con el que salió, todos demasiado ocupados en su propio mundo como para dejarse fluir o tomarse el tiempo de salir.
—¡Esto está muy caliente! —exclamó Liam abriendo la boca, sacudiendo sus manos cerca de ésta tratando de darse viento, Alexis le alcanzó un vaso de agua y rio por la gracia que le causó.
—Debiste esperar, como te dije —aun se reía al decirlo.
—Eso le quita la diversión a todo, amor —dijo entonces él, sin darle vueltas a sus palabras.
Un silencio se formó entre ellos. Liam reaccionaba a lo que había dicho y se avergonzaba de su elección de palabras, todo el tiempo luchaba contra el impulso de decirle esa clase de apodos, pero no sabía cómo ella se lo tomaría. Por otro lado, Alexis sentía un nudo en su garganta, del bueno, realmente se sentía bien que alguien la llamara así, después de tanto, y que fuera Liam lo hacía aun más especial.
—Alex... Yo-Tu, ¿Estás bien con eso? ¿No es demasiado pronto? —tartamudeó, su voz sonaba nerviosa y él empezaba a sudar, ella se dio cuenta y negó, una pequeña sonrisa se asomó a su boca.
—Para nada, me encanta —aseguró, contagiándole la sonrisa a Liam.
—¿Puedo llamarte así desde ahora? —indagó más tranquilo y ella asintió —Lo haré más seguido, amor.
—¡Es super lindo, Liam! —chilló Alexis, se sentía como si pudiera morir de la ternura.
—Hey, ahora debes buscar un apodo para mí —retó el chico, relajado y alertándola a ella.
—Me muero por saber cómo seguirá esto, mi amor —soltó Alexis, con una enorme sonrisa, consiguiendo una mirada suya, Liam había evitado su mirada directa por la vergüenza.
—Ahora lo haces tu —rio.
—¿Hacer qué, amor? —decidió que hacerse la tonta sería gracioso por ahora, ambos rieron juntos.
En el centro comercial causaron revuelto. Las primeras dos horas paseando en las tiendas y consiguiendo bolsas de distintas marcas pudieron atender a los pequeños grupos de fans que se les acercaban por una foto o firma, obviamente accedieron a esto.
Alexis se aseguraba de pedirles que no publicaran la foto hasta mañana, esperaba que cumplieran, y Liam se encargaba de consolar a las más tímidas. La chica de cabello castaño con mechones morados sabía que para mañana serían la portaba de muchas revistas, usualmente entre estrellas era así. Probablemente hasta especularían al respecto.
Ya escuchaba el regaño de Ben y la larga charla que tendría con Margaret.
Compraron helado y se lo comieron dentro del auto, conversaron un poco más sobre todo y nada, solo disfrutando de la compañía del otro. Liam le contó una rara anécdota sobre su riñón, sobre la forma en que lo había perdido cuando era un bebé y recientemente lo recuperó, era muy particular.
—Mi amor, eso es imposible —rio Alexis en medio de la conversación, los dos estaban recostados en los asientos delanteros, que se reclinaban para hacerse más cómodo.
De la pareja, Alexis era más abierta a decir apodos cariñosos, tenía mayor facilidad al decirlos que Liam, él aun se intimidaba un tanto.
—¡Te estoy diciendo la verdad! Si quieres, llamo a mi mamá para que te lo diga —propuso.
Alexis estaba segura de que no lo haría así que aceptó llamar a Karen.
Liam si llamó a su madre. Fue una rara y super graciosa conversación sobre cómo su hijo bebé había sido tan delicado al nacer que se la pasaba en el hospital y perdió el riñón siendo tan pequeño, sin embargo, de forma milagrosa, ahora funcionaba bien.
Él se rio con ganas de su expresión cuando colgó la llamada, Alexis dudaba de su credibilidad ahora.
—Te lo dije —murmuró él, como quien no quiere la cosa mirando al lado opuesto, aguantando su risa.
—Lo hiciste —asintió aun medio tonta.
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Spaces
Fanfiction➽ "Era demasiado joven para saber que lo tenía todo contigo" Muchas cosas pueden pasar si tienes diecinueve años y una carrera musical en Hollywood. La vida como rockstar puede ser complicada si te enamoras de alguien que pertenece al mismo medio. P...