➽ "Era demasiado joven para saber que lo tenía todo contigo"
Muchas cosas pueden pasar si tienes diecinueve años y una carrera musical en Hollywood. La vida como rockstar puede ser complicada si te enamoras de alguien que pertenece al mismo medio. P...
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RESOLVIENDO HAYLOR
Harry ya estaba harto de las barbas para ese punto, desde Emma Ostilly hasta Caggie Dunlop todas ellas lo tenían cansado, no soportaba tener que tomar de la mano a una desconocida diferente que buscaba publicidad cuando lo único que quería era mostrarle al mundo quien era la persona que amó desde el principio.
Recuera muy bien la cara que puso Louis al descubrir que tendría que salir con Taylor Swift, eso le rompió el corazón, porque si que tendría que salir con ella, de echo iba a ser el doble de peor ya que esta vez la chica en cuestión no lo sabía.
Según su equipo, el suyo y el de la chica habían acordado aquel negocio, lo harían parecer casual porque la cantante se negaba a ese tipo de cosas y su contrato no involucraba algo así, por eso él tendría que sacar su mejor galán para gustarle.
Al principio fue una amiga, o al menos intentó pensar así, se sentía mal mintiéndole sobre sus intenciones, ella era tan dulce y se preocupaba genuinamente por él.
Después de un tiempo ella se enamoró de él muy rápido, demasiado para su gusto, lo llamaba y se involucraba en su vida, ella de verdad quería formar parte de él.
Él intentó crear espacio, quería que ella no se metiera tanto en sus cosas o se creara ilusiones a largo plazo, pero los hicieron hacer cosas románticas que solo alimentaban los sueños de Taylor.
En una ocasión recibió un mensaje de Louis, por suerte él no lo tenía registrado con su nombre, y Taylor lo vio.
No se arrepiente de nada que haya hecho en su vida, excepto herir los sentimientos de esa dulce chica cuando lo enfrentó. Se avergonzó de vivir cuando tuvo que volver a contactarla y fingir que se arrepentía de herirla, y ella lo aceptó, y él volvió a herirla, solo que esa vez todo el mundo lo vio. Ella no quiso saber más de Harry Styles.
Le dijeron que la llamara y lo solucinara, su breve romance fue muy bien recibido y los fans disfrutaron viéndolos juntos, sin embargo, ella fue fuerte y no le permitió volver.
Entonces, Alexis decidió invitarlo a su celebración de cumpleaños y volvió a verla demasiado pronto, lo supo por como ella se encogió al verlo llegar.
Taylor supo que se trataba de un buen chico por sus palabras; Harry era coqueto, pero no atravido, misterio, pero no callado, atractivo, pero no presumido, talentoso y eso si que lo sabía bien, pero aún así, no era petulante o arrogante, más bien humilde. Harry fue un buen amigo.
Pero tener a Harry como novio fue... Un poco... Solo muy decepcionante, esa era la palabra. Inicialmente, él se portó bien, la llamaba una vez al día y le escribía un poco, preguntaba por su día y escuchaba lo que tenía por decir, y aunque técnicamente todo estaba bien, nada lo estaba, no cuando Harry se quedaba callado o se le perdía la mirada en la nada. Ella temió que estuviese pasando por algo, intentó ayudar y estar a su lado, y él la rechazó cada vez, con palabras alentadoras y sonrisas bonitas le hizo creer que eran imaginaciones suyas. Y ese mensaje de texto lo destruyó, la destruyó, porque no se reconoció, porque perdió la cabeza y enloqueció como nunca lo había hecho en su vida, y él la decepcionó al irse, la probó al volver y ella perdió al aceptarlo de vuelta. Pese a su Navidad perfecta, año nuevo fue toda una tortura al lado de Harry, él no era él y ella no era ella. Se fue, esperando secretamente que él fuera tras de ella, sin embargo, él no lo hizo y ella lloró.
No estaba lista para verlo, pero no podía fallarle a Alexis, no iba a hacerlo. Así que empacó su ropa más bonita e impresionante, le hizo prometer a Selena y Emma que no le dejaran sola y se preparó para todo. Y la pasó bien, porque Harry no era un idiota, al parecer, él le dio espacio y no la obligó a pasar tiempo con él.
Harry fue un mejor ex-novio que un novio y reconocerlo dolió. Ella sufrió y lloró tanto como le lloró a sus ex-novios idiotas, le escribió canciones dolorosamente tristes que pensó compartiría en su siguiente álbum.
Pero Taylor visitó Londres para ver a Ed, no esperó encontrarse a Harry, más bien que él la encontrara, la llamara y quedaran en una salida.
—¿Cómo estás? —le dijo Harry aquella tarde en que se reunieron en un café bien escondido y poco transitado.
—Bien.
El chocolate caliente que ordenó Harry llegó, junto a su té de limón.
—¿Segura? Te ves un poco pálida, —él comentó, le causaba un pequeño conflicto verla como estaba —¿Has comido bien?
—Harry, tengo a todo un equipo cuidándome. ¿Recuerdas?
Formaron una absurda conversación sobre sus vidas, diciéndolo todo y nada a la vez, ninguno decía lo que quería decir realmente.
—Harry, sé que no nos conocemos muy bien, pero creo que querías decirme algo, ¿Verdad? —insinuó ella.
—Yo, quería... En realidad quería confesar.
—¿Bien? Continúa.
—Escucha, cuando nos conocimos yo no fui del todo sincero contigo...
Los siguientes minutos fueron diferentes para cada uno, pero al mismo tiempo igual de duros. Para cuando Harry terminó de hablar, Taylor tenía los ojos y mejillas humedas.
—Lo siento —dijo al final de su monólogo.
Ella no podía hablar, el nudo en su garganta se lo impedía.
—Está bien —sollozó contra su palma.
Harry apartó la mirada en un pésimo intento por darle privacidad mientras Taylor intentaba relajarse.
—Lo peor de todo es —ella volvió a decir, sorprendiendolo con su serenidad —que nunca fue tu culpa, en realidad.
—Sigo siendo culpable.
—Yo... Quiero ayudarte —confesó algo tímida, se mordió el labio y le miró los ojos.
—¿Qué? ¿Cómo?
—Haciendo lo que mejor se hacer —aún tenía lágrimas en sus mejillas, pero sonrió sinceramente —, te escribiré un álbum.
—¿Harías eso?
La propuesta fue tentativa para él.
—No será solo un álbum cualquiera, —la mente de Taylor trabaja a mil por segundo, solo estaba maquinando sus ideas —será malditamente obvio y mandaré indirectas muy directas.
—No lo sé, Taylor, eso podría llegar a malinterpretarse.
