072 | Incertidumbre

22 2 2
                                    

INCERTIDUMBRE

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

INCERTIDUMBRE

Liam Payne se enorgullecía se ser muchas cosas; talentoso, leal, amable, carismático, sincero, temerario, respetuoso, responsable, y la lista solo continuaba, pero no se enorgullecía de sí mismo cuando mentía. Odiaba mentir, odiaba ser deshonesto, sobre todo cuando lo era con personas que le importaban.

No era algo nuevo esa sensación, solía sentirla cada vez que su mamá llamaba para saber sobre él y tenía que mentir para no admitir la fea verdad, sin embargo, se decía que no tenía opción, que decírselo solo la haría preocuparse innecesariamente y no podría hacer nada al respecto.

En todo el tiempo que tiene con Alexis de pareja se enorgullecía de no haberle mentido. Teóricamente solo omitió algunas cosas. No le comentó sobre las chicas que coqueteaban con él a diario o sobre aquella ex que lo buscaba en todos lados porque no le gustó la manera en que rompió con ella tan repentina, tampoco le dijo sobre lo bruscos que eran con ellos en la gerencia, decir eso era quedarse corto.

Su remordimiento estaba tatuado en el pecho desde que se despidió de Alexis para ir a dormir hace algunas horas, cuando se abrazaron por última vez muy temprano porque ella debía volver al estudio y ya no podrían verse hasta los premios, aunque eso no contaba.

Niall lo escuchó sin interrumpir en ningún momento, atento a sus palabras hasta que dejó de hablar, entonces le palmeó el hombro y negó.

—Lo siento, hermano, —se disculpó sinceramente culpable —de no ser por nuestra promesa no tendrías que haberle mentido.

—No, fue mi decisión hacerlo —aclaró.

—Aún así, debimos considerar a Alexis antes de prometer algo así.

Durante el vuelo no fue novedad que Niall comiera todo lo que las azafatas le pusieron en frente, mucho menos que cayera dormido después de eso. Liam vio película tras película, incluso escuchó el álbum homónimo de Alexis, tenía un algo que no podía dejar de gustarle, tal vez sería su voz infantil que le causaba ternura, como llegaba a esos agudos y jugaba con ellos.

La alarma que tenía programada para llamar a su novia sonó casi a la novena hora de viaje, sonrió como un tonto mientras marcaba el número de ella. No hablaron mucho puesto que no tenían que decirse nada, pero dejó que ella le cuente todo lo relevante que pasó en su día. Al terminar la llamada, sabía todos los detalles del vestido que usaría para los premios.

Despertó por el llamado de Niall, quien también lo agitaba del cuello de su camiseta. Algo desorientado recogió sus cosas y se dejó guiar por el sujeto de seguridad que los llevó a la parte privada del aeropuerto donde esperarían por su equipaje.

Dos horas después, Liam acogió a Niall en su casa porque el Irlandés no quería ir a la suya, algo sobre lo deprimente que era quedarse solo después de tener compañía estos días.

SpacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora