VIEJOS HÁBITOS
Louis se reía ruidosamente, se inclinaba sobre su propio pecho y contagió sus carcajadas a Niall y Zayn, pronto todos estuvieron riendo a la anécdota de Liam.
—¡Amo a tu suegro! —gritó Louis, con su característica voz aguda.
—Lo sé.
Harry comentó sobre un tema que estaban componiendo y Zayn se sintió desconectado de la conversación, se paró sin movimientos fuertes para que no repararan en él y salió de la habitación.
Últimamente Zayn no se sentía como él mismo, es decir, las cosas en su vida son increíbles, tiene buenísimos amigos, un trabajo de en sueño, una novia maravillosa, ama a su familia y tiene grandes cifras en su cuenta bancaria... Entonces, ¿Por qué se sentía tan... Raro al respecto?
Midnight Memories era un éxito en ventas y se esperaba mucho de su crecimiento en los siguientes meses, eso diría cuantas fechas tendría su siguiente gira.
Sacudió su cabeza e intentó apartar la línea de pensamientos, él era feliz, ama su vida y todo está bien, ¿No? Solo necesitaba hablar con alguien.
—¿Zayn? —dudó su amiga.
¿Por qué Alexis sonaba tan sorprendida cada vez a que le llamaba?
—Si, Alex... —suspiró y se preguntó por qué era tan absurdo sobre eso —¿Puedo hacerte una pregunta rara?
—Siempre que no tenga que ver con algo muy, muy raro, está bien.
Se alegró de escuchar eso.
—¿Qué pasa si no sé qué hacer? —balbuceó, sin saber cómo describir lo que quería decir.
—¿Podrías-Podrías explicarme un poco? No entiendo —la chica sonaba confundida, desde su casa Alexis hacía una mueca.
—Nada, solo ¿Qué pasa si no sé que hacer? —intentó explicarse, no queriendo profundizar porque no sabía qué sentía —¿Si solo quiero tomar un decisión, pero no tengo idea de qué hacer?
Alexis se preguntaba qué carajos había pasado para que su amigo tuviera una cuestión de ese tipo.
—¿Está todo bien ahí? —quiso saber.
Si sus dudas y preguntas mentales eran justificadas no sabría qué hacer, probablemente todo se arruinaría.
—Si, yo solo me empecé a preguntar eso, escuché algo raro y no puedo dejar de pensar en eso.
—En ese caso... —dejó que el aire se llevara sus palabras en lo que pensaba —Siempre pensé que si no sabemos qué hacer, solo si de verdad estás perdido, —aclaró el tema —puedes escuchar a tu voz interior, la que parece egoísta.
—¿Por qué? —elevó una ceja y contrajo su rostro, pensaba que Alexis le daría un consejo dulce y palabras de apoyo.
—Porque cuando somos egoístas pensamos en nuestro bienestar, así no podríamos equivocarnos tan mal.
Su pensamiento tenía cierta lógica en su propia forma.
—Creo que tienes razón.
—Yo siempre tengo razón, Zaynie —bromeó la muchacha, desde su casa donde aún usaba pijama porque era de mañana.
—¿Ya hablaste con Liam? —cambió de tema, tomándola por sorpresa, su silencio fue suficiente respuesta para él —Alex —regañó, en desacuerdo.
—¡No sé cómo decírselo!
—¿Siquiera quieres decirle?
Otro silencio. Zayn suspiró.
Él no era del tipo entrometido, que le arranquen el cabello si miente, sin embargo, se trataba de uno de sus mejores amigos y una querida, querida amiga, ellos merecían un poco de intromisión.
—Jamás podrás ser totalmente libre hasta que le digas la verdad, —trató de hacerla entender con las palabras más adecuadas que creyó prudentes —estará molestando.
—Yo sé...
Dios. Alexis sabía que Liam merecía saberlo, pero al mismo tiempo era algo que no quería que sucediese, no deseaba verse vulnerable frente a él, que la supiera débil. Había sido muy humillante llorar frente Zayn y contárselo, una herida sin sanar que era abierta nuevamente, quería que Liam la supiera fuerte.
Hablaron un rato más hasta que los chicos buscaron a Zayn, se despidieron y cortaron, aunque el tema fue zancado ella no podía dejar de pensar en eso.
¿Alguna vez se sentiría libre?
Dejó su teléfono boca abajo sobre alguna repisa y bebió de su botella de agua, acomodó su coleta de caballo antes de continuar con su día.
Más tarde, hacía su rutina de ejercicios, necesitaba ejercitarse, no era sano pasar tanto tiempo en una silla.
—¡AGH! —se estresó cuando su puerta fue tocada.
Abrió y era Avril, le sonrió y la dejó pasar, esta le recordó que había olvidado su bolso la última vez que estuvo ahí. Alexis fue a su habitación y se demoró un rato buscando entre sus cosas.
—¿¡Puedo tomar una botella!? —preguntó la rubia, levantando la voz.
Avril esperó a que su amiga dijera que si para caminar a la cocina y abrir la despensa, de donde sacó una botella con agua mineral. Eso era refrescante. Fue a la sala e incluso fue al balcón, hizo tiempo mientras esperaba.
—Aquí está —la castaña le extendió la cartera a la actriz.
Estaban en el balcón.
—Bien, gracias, ya debo irme.
Se despidieron con un beso en la mejilla y Avril se retiró.
Alexis hacía su segunda secuencia de abdominales cuando su estómago decidió que tenía demasiada hambre, solo porque no había comido nada en todo el día atendió esa necesidad. Se preparó una simple, pero nutritiva ensalada de atún.
Camino a su habitación sintió un increíble asco en su garganta, de esos que reconocía muy bien, pronto la culpa llegó, esa culpa profunda que la ponía ansiosa. Una gran necesidad por vaciar su estómago se apoderó de ella, cogió el jarrón vacío de decoración y lo acercó a su boca, tensó su mandíbula y se obligó a presionar su garganta con sus dedos, era asqueroso, pero funcionó. Acabó vomitando todo.
—Mierda —dijo cuando reaccionó.
Ella no era bulímica. Ya no. Lo dejó antes de que evolucionara porque sabía que era peligroso, y aquí estaba, repitiendo un error que no cometía desde los dieciséis años.
Y todo se volvió gris.
Sosteniendo el jarrón con su vómito, Alexis empezó a sollozar.
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Spaces
Fanfiction➽ "Era demasiado joven para saber que lo tenía todo contigo" Muchas cosas pueden pasar si tienes diecinueve años y una carrera musical en Hollywood. La vida como rockstar puede ser complicada si te enamoras de alguien que pertenece al mismo medio. P...