One Shots [ken Sato]

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*: El beisbolista playboy se enamora.

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Kenji Sato era conocido en todo el mundo, no solo por su increíble talento en el béisbol, sino también por su estilo de vida de playboy multimillonario. Sus hazañas dentro y fuera del campo llenaban titulares, y siempre había una fila interminable de fanáticos ansiosos por verlo, tomarse una foto o conseguir su autógrafo.

Un sábado soleado, Kenji tenía una firma de autógrafos en una exclusiva tienda deportiva. Entre la multitud, destacó una joven latina que no parecía emocionada de estar allí. Había venido solo para acompañar a su amigo, un fanático incondicional de Kenji. Su nombre era (T/N), y a diferencia de la mayoría, no se impresionaba fácilmente con la fama y el dinero.

Cuando llegó su turno, su amigo estaba eufórico y le pidió a Kenji que autografiara varias cosas. Kenji, acostumbrado a la admiración, notó la indiferencia dé (T/N). Intrigado, le dedicó una sonrisa encantadora y le dijo:

-Hola, ¿cómo te llamas?

(T/N) respondió educadamente, pero sin entusiasmo.

-Soy (T/N). Estoy aquí solo por mi amigo.

Kenji, acostumbrado a recibir atención, se sintió desafiado. Algo en la actitud de (T/N) le hizo querer saber más sobre ella.

Después de ese encuentro, Kenji no podía dejar de pensar en (T/N). Decidió conquistarla a su manera, enviándole regalos caros: joyas, ropa de diseñador, y entradas para eventos exclusivos. Sin embargo, (T/N), aunque agradecida, no se dejaba impresionar por lo material.

Un día, decidió hablar con él directamente.

-Kenji, aprecio los regalos, pero no son necesarios. No busco cosas materiales. Lo que realmente quiero es una conexión genuina, alguien que me quiera por lo que soy.

Kenji quedó sorprendido y a la vez admirado por la sinceridad de (T/N). Se dio cuenta de que sus métodos habituales no funcionarían con ella. Si quería ganarse su corazón, tendría que mostrarle quién era realmente, más allá de la fama y el dinero.

Kenji empezó a invitar a (T/N)a citas más personales y significativas. Paseos por la playa, cenas en lugares tranquilos y conversaciones largas y profundas. Poco a poco, (T/N)comenzó a ver el verdadero Kenji: un hombre con sueños, miedos y deseos, alguien que anhelaba una conexión real.

Una noche, mientras paseaban por un parque bajo las estrellas, Kenji tomó la mano de (T/N).

- (T/N), nunca he conocido a alguien como tú. Me has enseñado que hay más en la vida que el lujo y la fama. Quiero estar contigo, no por lo que tengo, sino por lo que somos juntos.

(T/N) lo miró a los ojos, viendo la sinceridad en ellos.

-Kenji, también he visto a una persona maravillosa detrás del beisbolista famoso. Quiero estar contigo, siempre y cuando sigamos siendo honestos y auténticos el uno con el otro.

Y así, Kenji Sato, el multimillonario playboy, encontró en (T/N) un amor verdadero. Un amor que no se medía en regalos caros, sino en momentos compartidos, risas genuinas y un futuro construido juntos.

Así, si dan ganas de ser madrastra