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A ustedes y a mí como nos encanta sufrir.
*: Ken y su ego arruina la relación :(
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Las luces de la ciudad de Tokio brillaban intensamente mientras caminabas por las calles abarrotadas, tus pensamientos centrados en Kenji Sato, tu novio desde hace dos años. Desde el principio, habías sabido que salir con una celebridad como él no sería fácil. Sin embargo, habías subestimado el impacto de su ego y narcisismo en tu bienestar emocional.
Kenji siempre había sido el centro de atención, y eso le encantaba. Constantemente hablaba de sus logros, de sus admiradores, de su éxito en el campo de béisbol. Al principio, su confianza te había parecido atractiva, pero con el tiempo, esa misma cualidad comenzó a desgastarte. Te encontrabas cada vez más relegada a un segundo plano, tu voz ahogada por su necesidad constante de validación y elogios.
Te dolía profundamente cada vez que él minimizaba tus logros o cuando se burlaba de tus preocupaciones. Tus sentimientos parecían no tener importancia para él, y aunque intentabas hablar con él al respecto, siempre te interrumpía o cambiaba de tema para volver a hablar de sí mismo. Cada conversación era una lucha para ser escuchada, y cada vez que él fallaba en comprenderte, sentías una punzada de dolor en el pecho.
Una noche en particular, después de un evento social donde una vez más habías sido una sombra a su lado, llegaste a casa sintiéndote completamente exhausta. Te sentaste en el sofá, mirando a Kenji mientras él revisaba sus redes sociales, sonriendo ante los comentarios y mensajes de sus seguidores.
"Kenji," dijiste en voz baja, tratando de no romper en llanto. "Necesito hablar contigo."
Él levantó la mirada, una expresión de ligera molestia cruzando su rostro. "¿Ahora? Estoy un poco ocupado."
"Es importante," insististe, sintiendo cómo tu voz temblaba. "No puedo seguir así."
Él suspiró y dejó su teléfono a un lado, cruzando los brazos. "¿Qué pasa ahora?"
Las palabras comenzaron a fluir, más rápidas de lo que esperabas. "Me duele, que siempre me ignores, que nunca escuches lo que tengo que decir. Me siento sola, como si no importara. Te amo, Kenji, pero no puedo seguir soportando esto. Me estás rompiendo el corazón, día tras día."
Kenji te miró con incredulidad, su rostro cambiando de confusión a una leve preocupación. "¿De qué estás hablando? Sabes lo ocupado que estoy. No puedes esperar que te dedique todo mi tiempo."
"¡No se trata de eso!" gritaste, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a correr por tus mejillas. "Se trata de que nunca te importo. Solo te preocupas por ti mismo. Estoy aquí, amándote, apoyándote, y tú... tú ni siquiera me ves."